La necesidad de crear empleos para ayudar a combatir la pobreza e impulsar el desarrollo nunca ha sido mayor. Las medidas urgentes y deliberadas para promover el crecimiento del sector privado pueden fortalecer la estabilidad económica y social, reducir la migración masiva, mejorar los medios de subsistencia y aumentar la resiliencia ante las crisis financieras, climáticas y de otro tipo, todo en beneficio de las economías tanto emergentes como desarrolladas.
Los empleos, más que ser solo una fuente de ingresos, proporcionan un sentido de dignidad y propósito. Dar a las personas los medios para mantenerse a sí mismas y sus familias puede ayudar a sacar a comunidades enteras de la pobreza y fomentar la estabilidad económica.