Actividades del Banco en las regiones

Los países de África oriental y meridional siguen viéndose agobiados por una serie de crisis, entre las que figuran los impactos de la invasión de Rusia a Ucrania, el aumento abrupto de los precios de los productos básicos y la escasez de alimentos, las devastadoras conmociones climáticas y el sobreendeudamiento. Se estima que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) real de la región disminuirá del 3,5 % en 2022 al 3 % en 2023. La economía regional se ve frenada por el menor crecimiento a largo plazo de los países más grandes del continente, como Sudáfrica, cuyo crecimiento económico se debilitará aún más en 2023 y se ubicará en un 0,8 %, debido a la profundización de la crisis energética.

No obstante, muchos países están mostrando resiliencia, entre ellos, Kenya, la República Democrática del Congo y Rwanda, que crecieron un 5,2 %, un 8,6 % y un 8,2 % en 2022, respectivamente. Los países pueden mejorar la sostenibilidad fiscal y de la deuda aprovechando sus recursos naturales y aplicando las políticas adecuadas.

Asistencia del Banco Mundial

En el ejercicio de 2023, el Banco aprobó un financiamiento de USD 16 700 millones para África oriental y meridional destinado a solventar 73 operaciones. El monto incluyó USD 2400 millones en compromisos del BIRF y USD 14 300 millones en compromisos de la AIF. Esto comprende USD 3800 millones en financiamiento nuevo para ayudar a los países a reforzar la seguridad alimentaria. Nuestra labor en África oriental y meridional se centra en abordar la inseguridad alimentaria, generar resiliencia ante el cambio climático, impulsar la inclusión y promover el desarrollo digital.

A través de la estrategia de integración regional del GBM, intensificamos los esfuerzos para fortalecer la integración en África durante los ejercicios de 2021‑23 y ayudamos al continente a recuperarse de la pandemia de COVID‑19 y lograr la transformación económica. La estrategia también respalda la conectividad regional, la integración comercial y de los mercados, el desarrollo del capital humano y una mayor resiliencia. Su objetivo es reunir a países y asociados para abordar los problemas de fragilidad comunes en el Cuerno de África y en la zona de los Grandes Lagos.

Combatir la creciente inseguridad alimentaria

Más de 36 millones de personas que viven en el Cuerno de África no pueden acceder a suficientes alimentos debido a que Etiopía, Kenya y Somalia sufren la peor sequía de los últimos 40 años. El Banco está ayudando a los países a abordar la creciente inseguridad alimentaria a través de un paquete de recursos por valor de USD 2800 millones que incluye un componente contingente de respuesta ante emergencias para proporcionar financiamiento rápido a la región. Con esto también se respaldan medidas de agricultura resiliente, recursos naturales sostenibles, mayor acceso a los mercados y sistemas alimentarios más adaptables a largo plazo a través de políticas eficaces. El programa, que ya se encuentra en su tercera etapa, contribuye a movilizar recursos muy necesarios para responder a la crisis alimentaria y promover la producción agrícola resiliente en Comoras, Etiopía, Kenya, Madagascar, Malawi, Somalia y Tanzanía. En Somalia, ayudamos a más de 1 millón de personas —casi una décima parte de la población del país— a recibir transferencias monetarias no condicionadas para satisfacer necesidades básicas de nutrición y consumo. También protegimos la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de otras 600 000 personas tras el paso de una gran plaga de langostas en 2020, ampliando temporalmente el programa habitual y la entrega de transferencias monetarias de emergencia.

En marzo de 2023, Malawi y Mozambique se vieron azotados por el ciclón tropical de mayor duración registrado en el hemisferio sur. Inmediatamente después del paso del ciclón Freddy, activamos medidas de contingencia de emergencia por valor de USD 47 millones y USD 150 millones, respectivamente, para respaldar la respuesta al desastre. En Malawi, este respaldo sirvió para comprar 65 000 toneladas de maíz e insumos médicos a fin de abordar la inseguridad alimentaria y la propagación del cólera (véase el proyecto destacado en la página 19). En Mozambique, el financiamiento está ayudando a rehabilitar caminos, puentes, escuelas, centros de salud, líneas eléctricas, sistemas de abastecimiento de agua y estructuras de drenaje. También contribuye a restablecer los medios de subsistencia rurales, ya que se están distribuyendo semillas y herramientas agrícolas entre los agricultores afectados.

Aumentar la resiliencia ante las crisis climáticas

Las sequías abrumadoras, las inundaciones devastadoras y el rápido aumento de las temperaturas están afectando gravemente a las economías africanas. Proporcionamos USD 385 millones para ayudar a los países del Cuerno de África a adaptarse mejor al cambio climático. Este proyecto fomentará la cooperación entre Etiopía, Kenya y Somalia para aprovechar los recursos hídricos subterráneos de la región, que en gran parte se encuentran sin explotar. Esto beneficiará a más de 3 millones de personas, la mitad de ellas mujeres, ya que contribuirá a aumentar el acceso al abastecimiento de agua, reducir la vulnerabilidad al cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria.

Asimismo, comprometimos USD 328 millones para ayudar a Djibouti, Etiopía, Kenya y Somalia a abordar los impactos de las sequías en las comunidades de pastores y a conectarlas mejor con los mercados. El proyecto abarcará 250 000 hogares, lo que ayudará a los pastores a tener acceso a seguros contra sequías y herramientas digitales, y atraerá más inversión privada. Y en Rwanda proporcionamos USD 100 millones en financiamiento adicional para respaldar un instrumento de bonos vinculados a la sostenibilidad, emitidos por el Banco de Desarrollo de Rwanda en moneda local, de modo de ayudar a movilizar capital privado.

Ampliar el acceso a la electricidad

A menos que se triplique el ritmo actual de electrificación, más de 500 millones de personas de África subsahariana seguirán sin tener electricidad en 2030. Estamos trabajando para acelerar el acceso a un servicio eléctrico asequible, confiable y sostenible y para facilitar la transición hacia fuentes de energía más diversas y menos contaminantes, a fin de satisfacer la creciente demanda, promover el crecimiento y crear empleos. En Tanzanía, ayudamos a proporcionar acceso a la electricidad a más de 4,5 millones de personas y sumamos nuevas conexiones para más de 1600 centros médicos y casi 6000 instituciones educativas desde 2017. En Sudáfrica, respaldamos un proyecto por valor de USD 497 millones que ayudará a Eskom —el principal proveedor de electricidad del país— a desmantelar la central eléctrica de carbón de Komati y reconvertirla para incluir el uso de energías renovables y baterías. Esta iniciativa también creará oportunidades para las personas afectadas en la provincia de Mpumalanga, que cuenta con 12 de las centrales eléctricas de carbón de Sudáfrica y es responsable del 83 % de la producción de carbón del país. Este proyecto constituyó un hito en los esfuerzos del Banco por ayudar a los países en la transición hacia economías con bajos niveles de emisión de carbono sin sacrificar sus objetivos de desarrollo.

Aumentar las inversiones para empoderar a las mujeres y las niñas

El Banco se ha comprometido a empoderar a las mujeres y las niñas para aumentar el capital humano y acelerar el crecimiento. Esto incluye apoyo a la educación de las niñas, mejores servicios de salud y oportunidades económicas y mayor capacidad de acción para las mujeres. Nuestro Plan de Acción Regional sobre Cuestiones de Género se centra en cerrar las brechas en materia de ingresos, activos, servicios digitales y educación; mejorar la atención de la salud reproductiva; reducir la violencia de género; abordar las normas sociales; fortalecer leyes y regulaciones, y lograr la participación de hombres y niños. En Somalia, estamos proporcionando financiamiento adicional por valor de USD 52 millones para aumentar el acceso de 30 000 mujeres y niñas a la educación y la formación profesional. Esto las ayudará a adquirir conocimientos básicos de alfabetización, aritmética, preparación para la vida y habilidades profesionales que les permitirán mejorar sus medios de subsistencia. En Angola, un proyecto por valor de USD 250 millones beneficiará a 900 000 jóvenes, principalmente niñas, y contribuirá a incrementar el acceso de estas a la educación secundaria, brindar servicios de salud sexual y reproductiva, ofrecer becas para que no abandonen la escuela y abordar proactivamente la violencia de género.

Crear un África digital

El Banco respalda los esfuerzos por ampliar el acceso a internet de alta velocidad en todo el continente, de modo de ayudar a impulsar la productividad de las empresas y las exportaciones y contribuir a la creación de empleo. En Kenya, proporcionamos USD 390 millones para ampliar el acceso a internet de alta velocidad, mejorar la educación y los servicios gubernamentales, y desarrollar habilidades para la economía digital regional; todo esto ayudará a reducir las disparidades en las competencias digitales y la conectividad, y a ampliar el mercado digital. A través del proyecto también se movilizarán alrededor de USD 100 millones en capital privado para desarrollar infraestructura de banda ancha.

Más información: África oriental y meridional (i) >

 

COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23

	COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD)			DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD)
	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23
BIRF	1525	2907	2364	325	2441	1690
AIF	14 089	15 266	14 368	8081	7133	10 417
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 74 200 millones.

Proyecto destacado: Pasar de la respuesta a la resiliencia en un Malawi azotado por ciclones

Después de causar la pérdida de más de 1000 vidas, cientos de miles de desplazados en campamentos, y daños en carreteras, puentes, escuelas, hospitales y líneas eléctricas, el ciclón Freddy fue la última de una serie de perturbaciones que devastaron la vida y los medios de subsistencia de las personas más pobres y vulnerables de Malawi, así como las perspectivas de crecimiento inclusivo a largo plazo del país.

En respuesta a innumerables crisis —como las de la COVID‑19, los ciclones Ana y Gombe en 2022 y el brote de cólera que duró un año—, el Banco Mundial ha intensificado sus esfuerzos para respaldar la respuesta de emergencia en Malawi y promover soluciones más duraderas. Esto incluye USD 87 millones para la respuesta a la COVID‑19, como vacunas y fortalecimiento de los sistemas; USD 60 millones para rehabilitar la presa de Kapichira, que genera un tercio de la capacidad eléctrica instalada de Malawi; USD 100 millones para proteger los servicios de salud esenciales contra el cólera, y USD 110 millones para protección social.

Inmediatamente después del ciclón Freddy, el Banco ayudó a remover escombros, suministrar agua potable y comprar combustible para las tareas de búsqueda y rescate. Se activaron dos componentes contingentes de respuesta ante emergencias, que permitieron reasignar rápidamente el financiamiento de los proyectos para suministrar maíz y medicamentos esenciales en la región sur, que es donde más se necesitan. En estrecha colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y con la Unión Europea, respaldamos una evaluación de las necesidades posteriores a los desastres, en la que se estiman pérdidas y daños por un valor aproximado de USD 600 millones y necesidades de recuperación por un valor de USD 700 millones.

Para apoyar la recuperación posterior al ciclón, estamos ayudando a mejorar el crecimiento, los medios de subsistencia y los servicios de importancia crítica. En esta categoría entra el Proyecto de Comercialización de Productos Agrícolas de Malawi, que brinda respaldo a más de 75 000 miembros de grupos de productores a través del fomento de la productividad, la resiliencia y la integración en un mercado con más de 100 compradores, entre ellos, supermercados nacionales y empresas agroalimentarias internacionales. También proporcionamos USD 145 millones para ayudar a las autoridades municipales de la ciudad de Blantyre a fortalecer la resiliencia del abastecimiento de agua y el saneamiento, lo que beneficia a casi medio millón de residentes.

Con la mirada puesta a largo plazo, el Banco está preparando un programa integral de resiliencia y respuesta a la crisis para ayudar a Malawi a lograr una reconstrucción mejorada y, al mismo tiempo, ampliar la labor crítica sobre los paisajes degradados.

 

RESEÑA DE LA REGIÓN

Indicador	2000	2011	DATOS ACTUALESa
Población total (en millones)	402	538	721
Crecimiento demográfico (% anual)	2,6	2,7	2,5
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes)	658	1575	1542
Crecimiento del PIB per cápita (% anual)	0,8	0,9	0,8
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)	227	231	262
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años)	53,7	61,3	65,1
Esperanza de vida al nacer, hombres (años)	50,2	57,3	59,9
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas)	358	525	545
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)	56,5	42,9	40,3
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primariosb	12	4	19
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %)	85	86	87
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total)	73	73	71
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos	138	82	57
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)	50	68	72
Personas que usan internet (% de la población)	1	7	28
Acceso a la electricidad (% de la población)	20	29	48
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía)	65	63	66
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población)	41	51	59
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población)	23	27	31
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2018 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org. b. Datos de África subsahariana.

En los últimos 20 años, la mayoría de los países de Asia oriental y el Pacífico han generado un crecimiento sólido y estable, lo que dio lugar a una notable disminución de la pobreza. Al mismo tiempo, la desigualdad se ha ido reduciendo. Como parte de la recuperación de los efectos de la pandemia de COVID‑19, esta región en desarrollo creció un 3,5 % en 2022 y se espera que acelere el ritmo hasta llegar al 5,5 % en 2023, impulsada en gran medida por el repunte previsto para China tras su reapertura posterior a la pandemia. Se prevé que el crecimiento en el resto de la región se desacelerará moderadamente hasta llegar al 4,8 % en 2023, debido al debilitamiento de la demanda externa e interna tras la fuerte recuperación registrada en 2022. Se estima que la desaceleración del crecimiento mundial, el alza de los precios de los productos básicos y el comportamiento actual de los mercados financieros incidirán en las economías de la región en 2023.

Si bien la mayoría de las principales economías se han recuperado de las crisis recientes y están creciendo, los avances hacia la convergencia del nivel de ingreso per cápita con los países de ingreso alto se han estancado. La recuperación ha sido desigual en la región: en muchos de los países insulares del Pacífico, la producción sigue por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.

Asistencia del Banco Mundial

En el ejercicio de 2023, el Banco aprobó financiamiento por valor de USD 7500 millones para 28 operaciones en la región, monto que incluyó USD 6600 millones en compromisos del BIRF y USD 877 millones en compromisos de la AIF. También suscribió seis acuerdos por servicios de asesoría reembolsables con dos países por un total de USD 3,5 millones.

Mientras los países de la región enfrentan los desafíos de la desglobalización, el envejecimiento de la población y el cambio climático, nuestra labor se orienta a cuatro esferas principales: promover la recuperación económica para lograr un crecimiento a largo plazo, crear capital humano y fortalecer la preparación para pandemias, movilizar financiamiento para el clima, y generar resiliencia y sostenibilidad. Continuamos trabajando en Myanmar, en consonancia con la Estrategia sobre Fragilidad, Conflicto y Violencia del GBM; monitoreamos y evaluamos la situación sobre el terreno y brindamos asistencia a las personas más vulnerables por medio de un fondo fiduciario de varios donantes. Seguimos profundizando nuestras alianzas con países miembros no prestatarios, entre ellos, Corea, Malasia y Singapur, lo que nos permite intercambiar enseñanzas y soluciones de desarrollo para atender las prioridades comunes.

Promover la recuperación económica para el crecimiento a largo plazo

Ayudamos a los países a ampliar las oportunidades del sector privado y a facilitar la inversión y la innovación para promover el crecimiento sostenible. En Filipinas, respaldamos un programa destinado a afianzar la estabilidad del sector financiero, ampliar la inclusión financiera e impulsar el financiamiento sostenible para mitigar los riesgos climáticos y de desastres. A través del programa, se apoyan diversas reformas para promover la creación de empleo, el capital humano y la resiliencia ante conflictos y desastres naturales. En Camboya, estamos promoviendo iniciativas para ampliar el crecimiento a través de un entorno del sector privado más competitivo y fortalecer la resiliencia fiscal, social y ambiental del país. Esto ayudará a mejorar el sector financiero y fomentar la actividad privada, al tiempo que reforzará la rendición de cuentas y el financiamiento del sector público. También estamos apoyando la digitalización para mejorar los servicios públicos, aumentar la productividad y ampliar el acceso y la inclusión, como en Kiribati, Mongolia, la República Democrática Popular Lao y la República de las Islas Marshall.

Crear capital humano y reforzar la preparación para futuras pandemias

La inversión en el capital humano es clave para garantizar el crecimiento sostenible a largo plazo y reducir la pobreza. En Indonesia, brindamos apoyo a una exitosa iniciativa de salud infantil para mejorar la nutrición y prevenir el retraso del crecimiento. En Filipinas, estamos trabajando para abordar la persistencia de los altos niveles de desnutrición infantil y revertir las tendencias que podrían dañar gravemente el potencial humano y económico del país. En Timor-Leste, estamos ayudando al Gobierno a prepararse mejor para las epidemias, es decir, prevenirlas, combatirlas y mitigar sus impactos; en Tuvalu, respaldamos los esfuerzos para mejorar la prestación de servicios de salud, fortalecer los sistemas de gestión de la salud y responder con prontitud y eficacia a las crisis o emergencias.

Estamos brindando apoyo a la República Democrática Popular Lao para mejorar la salud infantil, la nutrición y la seguridad alimentaria a través de asistencia social y opciones para los medios de subsistencia, mejores servicios de cuidado infantil y acceso a servicios de salud y agua potable. También estamos trabajando con el Gobierno para abordar las pérdidas de aprendizajes durante la pandemia. En Papua Nueva Guinea, respaldamos los esfuerzos para ampliar un enfoque comunitario de prestación de servicios de nutrición y mejora de los conocimientos y las prácticas nutricionales de las familias.

Movilizar financiamiento climático para un crecimiento resiliente

A través de los informes sobre el clima y el desarrollo de los países del Banco Mundial, ofrecemos propuestas concretas y basadas en evidencias para que los países aborden el cambio climático sin alterar sus objetivos de desarrollo. En el informe de China se analizaron los cambios fundamentales en los ámbitos de energía, industrias, transporte, ciudades y uso de la tierra que podrían ayudar a cumplir los compromisos nacionales de alcanzar su pico de emisiones de carbono antes de 2030 y lograr la neutralidad en carbono para 2060.

Si bien el cambio climático ya representa una pesada carga para Filipinas, el país cuenta con muchos de los instrumentos necesarios para reducir los daños de manera considerable, según el informe del país. Y en el caso de Vietnam, en el informe se sugirió que, con la combinación adecuada de políticas y estrategias, los esfuerzos de descarbonización podrían ayudar a garantizar que el país alcance los objetivos de crecimiento y desarrollo y, al mismo tiempo, logre el nivel de cero emisiones netas.

Generar resiliencia y sostenibilidad

Asia oriental y el Pacífico continúa siendo sumamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Trabajamos con los países para reforzar la resiliencia, reducir la contaminación y las emisiones, respaldar la agricultura climáticamente inteligente y lograr una transición hacia energías limpias y renovables. Esto incluye a los países insulares del Pacífico, que son particularmente vulnerables al cambio climático y a los desastres naturales, así como a las conmociones económicas —la fuerte contracción del turismo durante la pandemia de COVID‑19, por ejemplo—, debido a su geografía, lejanía y escasas oportunidades económicas.

En respuesta a estos desafíos, hemos ampliado rápidamente nuestro programa en el Pacífico. Esto incluye a Papua Nueva Guinea, donde las carreteras son vulnerables a los desastres naturales y al cambio climático, y alrededor de tres cuartas partes de ellas se tornan intransitables en algún momento del año. Estamos ayudando a mejorar la resiliencia y la sostenibilidad climáticas de la red vial del país con el objetivo de diversificar la economía, descentralizar la prestación de servicios y promover la inclusión social. En Indonesia, estamos ayudando a mitigar los impactos del cambio climático a través de los proyectos Manglares para la Resiliencia Costera y Océanos para la Prosperidad.

Más información: Asia oriental y el Pacífico >

 

COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23

	COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD)			DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD)
	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23
BIRF	6753	5482	6636	4439	5439	4350
AIF	1115	1673	877	1297	1502	1448
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 34 400 millones.

Proyecto destacado: Proteger los bosques y mejorar los medios de subsistencia en Indonesia

En Indonesia, más del 40 % de las emisiones del país son producto de la deforestación y de los incendios que liberan carbono a la atmósfera. Pero los árboles y bosques que aún quedan intactos ayudan a atenuar el daño al absorber el carbono, actuando eficazmente como un sumidero que drena el carbono del aire. Indonesia quiere convertir sus bosques en un sumidero neto de carbono para 2030 fomentando prácticas forestales y de uso de la tierra que absorban más carbono del que se emite. Este objetivo forma parte de los esfuerzos nacionales por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 32 %, o hasta un 43 % con asistencia internacional, para 2030. Además de reducir las emisiones, las actividades de gestión forestal sostenible también pueden mejorar los medios de subsistencia de las comunidades.

Desde 2016, el Banco ha apoyado la transición de Indonesia hacia paisajes con bajas emisiones de carbono, resilientes, con diversidad biológica y prósperos a través del Programa de Gestión de Paisajes Sostenibles, que ha permitido extraer cuatro enseñanzas importantes. Primero, es esencial contar con un firme liderazgo del Gobierno, sobre todo a nivel local. Segundo, la gestión forestal descentralizada es fundamental para equilibrar la protección con la actividad económica local. Tercero, la seguridad de la tenencia de la tierra para las comunidades locales y los pueblos indígenas es clave para la protección de los bosques y para los medios de subsistencia. Cuarto, las soluciones deben adaptarse a los diferentes desafíos relacionados con los usos de la tierra.

En Indonesia, promovemos diversas oportunidades para generar medios de subsistencia sostenibles a través del Segundo Programa de Inversión Forestal, que ha beneficiado a más de 110 000 personas —casi un tercio de ellas, mujeres, y el 15 %, pertenecientes a comunidades indígenas—, ayudándolas a desarrollar habilidades sobre gestión forestal sostenible. A través de este programa, también estamos protegiendo los bosques y preservando las fuentes de ingresos para las comunidades indígenas. Un ejemplo de esto es la rehabilitación de una piscina natural dentro del bosque tradicional de Mandala como destino turístico, que ayudó a aumentar el número de visitantes en un 50 % y contribuyó a la economía local.

El programa ha ayudado a fortalecer la gestión forestal local y a establecer alianzas con las comunidades y con 95 grupos de agricultores. De esta forma, se ha proporcionado a los participantes —30 % de ellos, mujeres o niñas, y 15 %, miembros de comunidades indígenas— acceso a capacitación en línea y apoyo para el desarrollo agroforestal, de modo de ayudarlos a implementar mejor la gestión forestal sostenible.

También estamos ayudando a los pueblos indígenas y las comunidades locales a obtener acceso legal a la tierra, ya que esto los convierte en participantes destacados en los procesos de toma de decisiones sobre la gestión de sus regiones y las opciones sobre medios de subsistencia sostenibles. Esto ha ayudado a acelerar el reconocimiento de las prácticas tradicionales de tenencia de la tierra en más de 2 millones de hectáreas y más de 180 000 hectáreas de bosques en 51 comunidades.   

 

RESEÑA DE LA REGIÓN

Indicador	2000	2011	DATOS ACTUALESa
Población total (en millones)	1817	1984	2129
Crecimiento demográfico (% anual)	1,0	0,8	0,3
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes)	910	4336	10 040
Crecimiento del PIB per cápita (% anual)	6,6	7,8	3,1
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)	718	206	25
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años)	72,9	76,8	78,4
Esperanza de vida al nacer, hombres (años)	68,3	71,6	72,8
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas)	4142	10 516	12 661
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)	39,5	10,4	1,2
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primarios	16	4	10
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %)	82	79	81
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total)	63	52	43
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos	42	22	16
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)	92	95	97
Personas que usan internet (% de la población)	2	32	70
Acceso a la electricidad (% de la población)	91	96	98
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía)	32	15	16
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población)	80	88	94
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población)	56	75	90
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2019 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org.

Los países de Europa y Asia central se enfrentan a perturbaciones y un grado de incertidumbre sin precedentes. La invasión de Rusia a Ucrania —ya en su segundo año— ha tenido consecuencias económicas y sociales devastadoras para Ucrania y profundos impactos negativos en la región. La economía regional se ve afectada negativamente por las consecuencias de la guerra, en particular debido a los altos precios de la energía y los alimentos, las condiciones financieras más restrictivas, las perturbaciones del comercio y la inestabilidad geopolítica. Se prevé que el crecimiento de la producción regional será del 1,4 % en 2023. En consecuencia, durante el último año la región ha sufrido importantes retrocesos en materia de desarrollo, como aumentos de la pobreza y niveles sin precedentes de desplazamientos forzados, y se observa una creciente preocupación por la vulnerabilidad, la desigualdad y la exclusión.

Asistencia del Banco Mundial

Hemos intensificado nuestro apoyo, haciendo hincapié en la velocidad, la flexibilidad y la innovación en el financiamiento; la movilización de asociaciones, y el aprovechamiento de los compromisos existentes para responder a las crisis. En el ejercicio de 2023, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 11 300 millones para 50 operaciones en Europa y Asia central —un aumento significativo en comparación con años anteriores—, monto que incluyó USD 10 200 millones en compromisos del BIRF y USD 1100 millones en compromisos de la AIF. También respaldamos 20 acuerdos por servicios de asesoría reembolsables con 5 países por un total de USD 34 millones.

Tan solo para Ucrania, en el ejercicio de 2023 el Banco movilizó apoyo financiero rápido y sin precedentes por valor de más de USD 33 000 millones, en particular a través del generoso apoyo de los donantes en forma de donaciones, para ayudar a mantener la capacidad administrativa e institucional básica y prestar servicios esenciales. Luego de los devastadores terremotos que asolaron a Türkiye, proporcionamos USD 780 millones en asistencia inmediata a través de dos proyectos en curso y USD 1000 millones por medio de un préstamo de emergencia para la reconstrucción. Asimismo, estamos respondiendo a los impactos de las situaciones de FCV en Kosovo, Moldova y otros países de la región.

Seguimos centrando nuestros esfuerzos en aumentar la resiliencia ante las crisis y en abordar los desafíos para proteger y fortalecer las bases de la prosperidad futura. Nuestra participación se orienta a impulsar el capital humano, las habilidades y la inclusión; promover la transición verde y la resiliencia climática; apoyar el desarrollo del sector privado y la creación de empleo, y fortalecer las instituciones.

Potenciar el capital humano, las habilidades y la inclusión

Estamos ayudando a los países a fortalecer los sistemas de protección social, educación y salud para salvaguardar las inversiones en capital humano y revertir los retrocesos. En Tayikistán, contribuimos a vacunar a 3 millones de personas y suministrar equipos para las unidades de terapia intensiva de 10 hospitales, con lo que la capacidad de este servicio aumentó en 100 camas. También ayudamos a los países a gestionar las transiciones, lo que incluye abordar el envejecimiento de las sociedades y reforzar el cuidado de las personas mayores en los Balcanes occidentales, así como elaborar políticas eficaces de migración e integración en Moldova y Rumania. En Türkiye, respaldamos la labor de la agencia nacional de empleo, que presta servicios de asesoramiento laboral a casi 6 millones de ciudadanos turcos y 70 000 refugiados sirios. En Bosnia y Herzegovina, estamos ayudando a aumentar el empleo formal de los jóvenes en el sector privado, fortaleciendo la intermediación laboral y modernizando las prácticas de seguimiento y evaluación. Asimismo, estamos ayudando a los países de Asia central a desarrollar un enfoque de salud regional en los sectores animal, ambiental y de sanidad pública para prevenir pandemias y resguardar los sistemas alimentarios.

Trabajamos para minimizar las pérdidas de aprendizajes y proteger a los establecimientos educativos de futuras crisis; dos ejemplos son el de Türkiye, donde estamos desarrollando una plataforma de aprendizaje digital para las escuelas, y el de Rumania, donde contribuimos a mejorar el aprendizaje y lograr que el sistema escolar sea más resiliente. También ayudamos a las personas a prepararse para la naturaleza cambiante del trabajo apoyando la capacitación en habilidades pertinentes en Bosnia y Herzegovina, Georgia, Macedonia del Norte y diversas partes de Asia central.

Promover la transición verde y la resiliencia climática

Estamos ampliando nuestra labor en relación con el clima y ayudando a reforzar la resiliencia de la región para un futuro sostenible. Ayudamos a los países a fortalecer su capacidad para responder a los desastres de manera sostenible, acelerar la descarbonización y apoyar a las personas en una transición justa, es decir, inclusiva y equitativa. Para crear este entorno propicio, asistimos a los países en el proceso de reforma de la gobernanza y de los subsidios a la energía. También hacemos hincapié en acelerar la eficiencia energética para reducir la demanda, mejorar la prestación de servicios y la calidad del aire, e impulsar la energía renovable e hidroeléctrica.

Esta labor incluye la preparación de los informes sobre el clima y el desarrollo de Kazajstán y de Türkiye, al igual que nuevas operaciones en el ejercicio de 2023, como el financiamiento para políticas de desarrollo dirigido a la transición verde en Serbia, el financiamiento de IFC para energía hidroeléctrica en Asia central y el apoyo al reciclaje de residuos electrónicos en Polonia. A lo largo de la cuenca del Danubio, hemos brindado capacitación a más de 400 empresas de servicios públicos y 1200 expertos de 16 países, fomentando una red de profesionales del sector del agua para que los servicios sean más sostenibles y resilientes.

Respaldar el desarrollo del sector privado y crear empleos

Respaldamos reformas e inversiones centradas en el crecimiento y la creación de empleo impulsados por el sector privado fomentando la competencia, favoreciendo el crecimiento de la productividad y la innovación, y preparando a las personas para los cambios que se produzcan en el empleo. Asimismo, trabajamos para fortalecer la gestión y la transparencia macrofiscales, así como la gestión y la reforma de las empresas estatales. En Albania, Polonia y Serbia, nuestra labor analítica se centra en la incorporación de criterios ecológicos en el sector privado y en la ampliación de las operaciones relativas a la competitividad verde. También estamos promoviendo enfoques innovadores para descarbonizar industrias de importancia clave y ecologizar zonas industriales de Türkiye.

Trabajamos en estrecha colaboración con MIGA e IFC en reformas del sector privado para modernizar la infraestructura y promover la agenda verde en la industria y las finanzas. A través de nuestros novedosos mecanismos de financiamiento, también contribuimos a afianzar la resiliencia del sector financiero.

Fortalecer las instituciones

En toda la región, estamos apoyando la respuesta del sector público a la crisis y la resiliencia mediante políticas orientadas a fortalecer las instituciones, la gobernanza y la eficacia del Estado. Hemos incrementado el financiamiento para apoyar reformas fiscales y gestionar las crisis energéticas y de desplazamiento forzado en Armenia, los Balcanes occidentales, Georgia, Moldova y Rumania. También estamos usando instrumentos innovadores para movilizar recursos; en Ucrania, por ejemplo, proporcionamos financiamiento al Gobierno para mantener la capacidad administrativa e institucional básica y prestar servicios esenciales.

Más información: Europa y Asia central (i)>

 

COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23

	COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD)			DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD)
	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23
BIRF	4559	5974	10 162	3625	4580	4833
AIF	1315	2511	1098	880	764	2385
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 42 600 millones.

 

Proyecto destacado: Mantener el apoyo a Ucrania

La invasión de Rusia a Ucrania —ya en su segundo año— es una tragedia con impactos humanos y económicos de gran alcance. La guerra ha desbaratado 15 años de avances en la reducción de la pobreza, empujando a 7,1 millones de ucranianos más a la pobreza (quienes viven con menos de USD 6,85 al día) y desplazando de sus hogares a 13,5 millones de personas. Se prevé que el PIB del país crecerá solo un 0,5 % en 2023, después de contraerse un 30 % en 2022.

El GBM ha aprovechado su amplia gama de instrumentos financieros para desembolsar fondos con rapidez. En este sentido, ha ampliado proyectos existentes, ha establecido fondos fiduciarios de múltiples donantes y ha encauzado garantías y financiamiento paralelo de países donantes. Desde el comienzo de la invasión, se movilizaron más de USD 37 500 millones en financiamiento de emergencia a través de plataformas que canalizaron el generoso apoyo de donantes y asociados internacionales; esto se sumó a los recursos propios y de la institución para ayudar al Gobierno a atender las necesidades presupuestarias urgentes y a respaldar los servicios públicos esenciales y, en total, equivale a aproximadamente la mitad de toda la asistencia económica movilizada para Ucrania. Para fines del ejercicio de 2023, se habían desembolsado casi USD 23 000 millones.

Este apoyo ha beneficiado a 10 millones de jubilados, 500 000 miembros del personal de educación, 145 000 empleados públicos, 56 000 empleados de primera respuesta a emergencias y más de 3 millones de desplazados internos y beneficiarios de planes de asistencia social. El Banco ha aplicado diversos mecanismos —entre ellos, verificación de gastos, seguimiento de reclamos de los beneficiarios, revisiones de los procedimientos y encuestas— para asegurarse de que el dinero llegue a manos de los legítimos destinatarios.

Estamos ayudando a restablecer el acceso a los servicios de salud esenciales: se han administrado 2 millones de dosis de vacunas a niños y se han proporcionado medicamentos gratuitos o de bajo costo a más de 500 000 personas. Casi 70 000 personas accedieron a servicios de rehabilitación de importancia clave para abordar traumas mentales y físicos, mientras que 2300 médicos recibieron capacitación sobre cómo tratar la violencia de género, que se intensificó durante la guerra.

En marzo, el Banco Mundial publicó una versión actualizada de la evaluación rápida de daños y necesidades para Ucrania, en la que se hace hincapié en la necesidad de sufragar unos USD 411 000 millones en costos de reconstrucción y recuperación durante los próximos 10 años con fondos tanto públicos como privados. Las mayores necesidades estimadas corresponden a transporte, vivienda, energía, protección social y medios de subsistencia, gestión de los peligros de explosión y agricultura. Con el fin de apoyar la recuperación y fortalecer la capacidad para la reconstrucción, el Banco ideó un innovador enfoque “marco” para los proyectos con el propósito de desembolsar fondos rápidamente y ampliar la participación a medida que se disponga de más financiamiento. A través de este enfoque, estamos ayudando a Ucrania a fortalecer la atención primaria de la salud y a abordar la mayor demanda de servicios de salud mental y de rehabilitación debido a la guerra.

Nuestro proyecto de energía está ayudando a recuperar la infraestructura de transmisión eléctrica y de calefacción del país —la mitad de la cual fue dañada el invierno pasado— mediante la adquisición urgente de equipos indispensables. También estamos ayudando a Ucrania a restablecer su red de transporte —interrumpida en más de 21 000 aldeas, 51 pueblos y 35 ciudades— mediante la reparación de puentes y vías férreas para reconectar las comunidades, brindar apoyo inmediato a la recuperación y al alivio humanitario, y aumentar la capacidad de los corredores de importación y exportación. Estos proyectos cuentan con el apoyo del Fondo Fiduciario para el Alivio, la Recuperación, la Reconstrucción y la Reforma de Ucrania, establecido por el Banco, que canaliza y moviliza las contribuciones en forma de donaciones de los asociados donantes.

Además de nuestras inversiones, brindamos asesoría sobre políticas y reformas y sobre la estructuración de proyectos viables, lo que sirve para movilizar capital privado y ayudar a Ucrania en su camino hacia un futuro sostenible. Estos esfuerzos tienen como objetivo ayudar al Gobierno ucraniano, a la comunidad internacional y al sector privado a trabajar juntos para reconstruir el país después de que termine la guerra.    

 

RESEÑA DE LA REGIÓN

Indicador	2000	2011	DATOS ACTUALESa
Población total (en millones)	371	381	397
Crecimiento demográfico (% anual)	0,0	0,6	(1,0)
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes)	1789	8060	9221
Crecimiento del PIB per cápita (% anual)	8,4	5,7	1,8
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)	43	18	11
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años)	72,8	75,8	75,6
Esperanza de vida al nacer, hombres (años)	62,7	66,9	67,5
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas)	2577	2997	2831
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)	9,1	3,8	2,3
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primarios	19	15	19
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %)	73	73	71
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total)	23	19	16
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos	36	17	11
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)	94	99	101
Personas que usan internet (% de la población)	2	44	84
Acceso a la electricidad (% de la población)	98	99	100
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía)	5	5	7
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población)	93	95	96
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población)	88	92	95
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2020 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org.

Durante el año pasado, la región de América Latina y el Caribe se recuperó en gran medida de las recientes pérdidas del PIB, ya que disminuyó la incidencia de la COVID‑19 y el empleo volvió a los niveles anteriores a la pandemia. Se estima que la economía de la región creció un 3,7 % en 2022, pero las perspectivas de una mayor recuperación son sombrías, de un 1,5 % en 2023 y un 2 % en 2024.

La pobreza también ha bajado al nivel anterior a la pandemia. Sin contar a Brasil, que implementó generosos programas de mitigación, la pobreza promedio (medida en USD 6,85 al día) se estima en un 30,3 %. Sin embargo, quedan las secuelas a largo plazo de la crisis. Si las pérdidas de capital humano no se abordan adecuadamente, es probable que afecten el bienestar futuro de los niños que hoy están en edad escolar. Las perspectivas de crecimiento de la región también sufrirán los efectos adversos que se observan a nivel mundial, como la disminución de los precios de los productos básicos, el aumento de las tasas de interés en los países del Grupo de los Siete (G7) y la recuperación inestable de China.

Asistencia del Banco Mundial

En el ejercicio de 2023, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 10 000 millones para la región, monto que incluyó USD 9800 millones en compromisos del BIRF y USD 181 millones en compromisos de la AIF. Asimismo, firmó cuatro convenios de servicios de asesoría reembolsables con cuatro países por un total de USD 2 millones.

En la región, buscamos impulsar el crecimiento sostenible, resiliente e inclusivo protegiendo y mejorando el capital humano, ayudando a los países a adaptarse al cambio climático y a mitigar sus impactos, y aprovechando las nuevas oportunidades en las industrias verdes. Además, intentamos promover una recuperación inclusiva atrayendo inversiones, fomentando la creación de empleo e interactuando con los grupos tradicionalmente excluidos, como los pueblos indígenas y los afrodescendientes. En el ejercicio de 2023, dimos prioridad a recuperar las pérdidas de aprendizajes en la educación básica causadas por la pandemia, impulsar la resiliencia en el sector de la salud y fortalecer los sistemas de protección social.

Promover el crecimiento inclusivo

Para reducir la exclusión y la desigualdad en la región, el Banco invierte en proyectos de desarrollo que refuerzan las redes de protección social y mejoran la productividad y la creación de empleo. En Haití, un proyecto por valor de USD 20 millones ayudó a más de 1300 productores de palta, cacao, café y mango a exportar a Estados Unidos, Europa y Japón, y también a ampliar sus aptitudes empresariales. En Bolivia, mediante un proyecto por valor de USD 254 millones, se mejoró el acceso a los servicios básicos al ampliar la cobertura de las redes de protección social a los trabajadores del sector informal que estaban desempleados debido a la COVID‑19, y más de 3,5 millones de personas —entre ellas, 1,5 millones de mujeres— recibieron transferencias monetarias temporales. Y en Colombia respaldamos políticas para reducir el gasto público, aumentar la base tributaria y mejorar la competencia y la innovación entre las pymes.

Invertir en capital humano

La pandemia de COVID‑19 ha tenido impactos devastadores en los sistemas educativos y sanitarios de la región. El Banco ayuda a los países a recuperarse y a fortalecer su resiliencia ante los nuevos desafíos. En el Caribe, proporcionamos USD 35 millones para facilitar el acceso a conectividad digital asequible y de alta calidad a más de la mitad de la población de Granada, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas, lo que ayudó a mejorar el acceso de los estudiantes y las escuelas.

En Ecuador, un proyecto por valor de USD 53 millones permitió reforzar los servicios básicos en los sectores afectados por desastres, como el agua, la salud, la protección social y la gestión del riesgo de desastres; con esto se beneficiaron más de 2 millones de personas, la mitad de ellas mujeres. Y en Honduras comprometimos USD 30 millones para apoyar la capacitación de personas en puestos gerenciales y el acceso al mercado de los productores rurales, incluidas las mujeres de comunidades indígenas.

Respaldar una recuperación verde

Los eventos relacionados con el clima —como las sequías, las inundaciones y los huracanes— afectan en mayor medida a las comunidades vulnerables. El Banco trabaja para respaldar una transición verde y un futuro con bajas emisiones de carbono en la región. En Uruguay, ayudamos a más de 5000 agricultores (casi una cuarta parte de ellos, mujeres) a adoptar prácticas agrícolas y ganaderas climáticamente inteligentes, de modo de aumentar la resiliencia al cambio climático a través de dos proyectos por un total de USD 91 millones. Esto también contribuyó a aplicar prácticas de gestión sostenible del paisaje en más de 2,7 millones de hectáreas de tierra. En América Central y el Caribe, proporcionamos USD 24 millones en donaciones para respaldar seguros contra riesgos de catástrofe cofinanciados contra terremotos, ciclones tropicales y exceso de lluvias; los pagos —por un total de USD 245 millones— han ayudado a más de 3,5 millones de personas. En Chile, comprometimos USD 150 millones para ayudar a desarrollar la industria del hidrógeno no contaminante —el primer proyecto de este tipo en el mundo—, que acelerará la transición energética, creará empleo y generará crecimiento, mitigando al mismo tiempo los impactos climáticos.

Asimismo, trabajamos para generar resiliencia frente a los desastres y preservar el vasto capital natural de la región. Proporcionamos USD 66 millones para ayudar a Panamá a gestionar mejor los riesgos derivados de peligros naturales y relacionados con la salud. En Honduras, un proyecto de USD 30 millones sirvió para fortalecer la preparación y la capacidad de respuesta ante desastres a nivel nacional y comunitario, lo que benefició a 1,3 millones de personas. Y en Brasil ayudamos a implementar un sistema para monitorear la deforestación y los incendios forestales en el bioma del Cerrado, que se extiende a lo largo de varios estados del país y es la región de sabana más grande de América del Sur. Mediante una donación de USD 9 millones, fortalecimos la capacidad institucional para supervisar la zona, lo que respaldará el crecimiento de la agricultura y contribuirá al mismo tiempo a la conservación de la vegetación natural, los servicios ecosistémicos de importancia crítica, los medios de subsistencia rurales y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ayudar a los países a alcanzar los objetivos de desarrollo

El Banco también proporciona servicios de asesoría, análisis y asistencia técnica para  respaldar los objetivos de desarrollo de los países. En el informe Hoja de ruta para la acción climática en América Latina y el Caribe, se analizaron las oportunidades para que los países desarrollen resiliencia frente a los impactos del cambio climático y hagan la transición hacia economías con bajas emisiones de carbono. También publicamos informes sobre el clima y el desarrollo —que ofrecen diagnósticos para respaldar los objetivos climáticos y de desarrollo nacionales— de Argentina y Perú en noviembre de 2022 y de Brasil y Honduras en mayo de 2023.

En el informe Construyendo Sistemas de Salud Resilientes en América Latina y el Caribe: Lecciones aprendidas de la pandemia de COVID‑19, se resumen las principales conclusiones acerca de los impactos sanitarios de la pandemia en los países de la región y se proponen cursos de acción dirigidos a los encargados de la toma de decisiones. Y en el informe En busca de un mejor futuro: Estudio de la migración desde los países del norte de Centroamérica, se exploran los principales factores que impulsan los flujos migratorios desde El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua con el objeto de orientar las políticas y los programas a nivel nacional, bilateral y regional.

Más información: América Latina y el Caribe >

 

COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23

	COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD)			DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD)
	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23
BIRF	9464	9407	9828	8741	8911	8216
AIF	769	1030	181	495	510	322
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 33 100 millones.

 

Proyecto destacado: Ampliar las oportunidades para las mujeres en Brasil 

Brasil ha sido un líder entre los países latinoamericanos en el tratamiento de las cuestiones de género, ya que todos los niveles de Gobierno promulgan políticas para proteger a las mujeres y promover la igualdad. Sin embargo, aún quedan desafíos pendientes. Dos tercios de los graduados universitarios del país son mujeres, pero estas ganan solo el 77 % de los salarios de los hombres y se concentran en empleos mal remunerados. La pandemia de COVID‑19 agravó estas brechas: las mujeres experimentaron una disminución de su participación en la fuerza laboral (del 66 % al 62 %) y tasas de desempleo más altas, especialmente entre las afrobrasileñas. La mortalidad materna y la violencia de género también se incrementaron durante la pandemia.

Para abordar estos desafíos, el Banco Mundial ayudó a aumentar el acceso de las mujeres a las oportunidades facilitando la aplicación de tecnologías agrícolas productivas y la obtención de títulos de propiedad de la tierra, abordando los riesgos de violencia y permitiendo un mejor acceso a la protección social y los servicios públicos. En el estado de Río de Janeiro, cerca de 5300 agricultoras hicieron la transición hacia tecnologías agrícolas más productivas y sostenibles. Para ayudar a superar las desventajas de las mujeres en cuanto al acceso a la tierra, en el estado de Piaui se otorgaron más de 1300 títulos de propiedad para pequeños agricultores a nombre de ambos cónyuges y a nombre de las mujeres cuando no tenían cónyuge.

También respaldamos los esfuerzos para abordar la violencia de género en todo el país. En el estado de Pernambuco, ayudamos a establecer la Cámara de Violencia contra la Mujer y el primer sistema a nivel estatal para registrar casos de violencia de género y actuar en consecuencia, denominado SeiMulheres. Adicionalmente, trabajamos con la Secretaría de la Mujer del Congreso Nacional con el objetivo de promover la concientización y la prevención de la violencia de género entre los jóvenes.

Asimismo, el Banco Mundial ayudó a desarrollar y financiar el programa Bolsa Família y a crear su registro, Cadastro Único, para orientar los recursos hacia las personas necesitadas. Para 2018, el programa había llegado a casi 47 millones de personas, de las cuales alrededor de 24 millones eran mujeres. Como respuesta temprana a las perturbaciones económicas de la pandemia, apoyamos la ampliación del programa a través de un proyecto por valor de USD 1000 millones que benefició a 14 millones de familias.    

 

RESEÑA DE LA REGIÓN

Indicador	2000	2011	DATOS ACTUALESa
Población total (en millones)	468	535	597
Crecimiento demográfico (% anual)	1,5	1,1	0,7
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes)	4023	8487	8149
Crecimiento del PIB per cápita (% anual)	2,1	3,3	2,9
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)	70	35	31
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años)	74,2	76,8	75,4
Esperanza de vida al nacer, hombres (años)	67,7	70,7	68,6
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas)	1037	1352	1242
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)	13,5	6,0	4,7
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primarios	44	14	26
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %)	61	66	69
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total)	36	33	35
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos	34	21	16
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)	99	100	100
Personas que usan internet (% de la población)	3	39	76
Acceso a la electricidad (% de la población)	91	96	98
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía)	30	30	35
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población)	90	95	97
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población)	73	82	88
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2020 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org.

 

Las economías de Oriente Medio y Norte de África experimentaron tasas de crecimiento divergentes en 2022. Se estima que la tasa media de crecimiento del PIB ajustado en función de la inflación llegó al 5,8 % en 2022, lo que la convierte en una de las regiones de más rápido crecimiento del mundo. Sin embargo, este crecimiento se concentró en las economías de ingreso alto y exportadoras de petróleo, que se beneficiaron de los elevados precios mundiales de este recurso. Las economías en desarrollo de la región experimentaron un crecimiento más moderado; las personas más pobres y vulnerables sufren aún más presiones a causa del rápido aumento de la inflación, en particular en los precios de los alimentos. Entre marzo y diciembre de 2022, la inflación de los alimentos aumentó hasta un 29 % con respecto al año anterior.

Estos desafíos reflejan problemas estructurales más profundos en los países de la región relacionados con la gobernanza económica, que contribuyen a una presencia excesiva del Estado en la economía, altas tasas de inactividad laboral y desempleo entre las mujeres y los jóvenes, y limitaciones en el comercio y la inversión intrarregionales. Por todo esto, se prevé que el crecimiento regional promedio se desacelerará al 3 % en 2023.

Asistencia del Banco Mundial

En el ejercicio de 2023, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 5200 millones para 22 operaciones en la región, monto que incluyó USD 4700 millones en compromisos del BIRF y USD 561 millones en compromisos de la AIF. Además, se proporcionaron USD 80 millones en financiamiento especial para proyectos en la Ribera Occidental y Gaza. También se suministraron 107 servicios de asesoría y estudios analíticos. Los ingresos provenientes de los acuerdos por servicios de asesoría reembolsables alcanzaron los USD 9 millones y se utilizaron para brindar asistencia técnica y estratégica sobre reformas sociales, económicas y ambientales sostenibles.

Apoyar a las personas más vulnerables en épocas de crisis

El Banco Mundial trabaja para ayudar a las personas más pobres y vulnerables de la región, especialmente en tiempos de crisis. Estamos proporcionando USD 500 millones adicionales para ampliar el programa de redes de protección social de Egipto “Takaful y Karama”. Esta iniciativa abarca a casi 4,6 millones de hogares, que representan a más de 18 millones de personas, de las cuales casi las tres cuartas partes son mujeres. El programa contribuyó a aumentar la resiliencia de los hogares vulnerables frente a las conmociones económicas mundiales, como la pandemia de COVID‑19 y el alza de los precios de los alimentos y la energía. También aprobamos financiamiento adicional por valor de USD 300 millones para el Líbano con el fin de ampliar las transferencias monetarias destinadas específicamente a los hogares pobres y vulnerables.

En Yemen, estamos proporcionando USD 207 millones para abordar la inseguridad alimentaria crónica y la malnutrición, con lo que se benefician alrededor de 1,8 millones de hogares. El proyecto también impulsará la transición hacia los pagos digitales de las transferencias monetarias, por lo que ayudará a las personas a obtener documentos nacionales de identidad y a mejorar sus conocimientos financieros como parte de una experiencia piloto. Además, comprometimos USD 20 millones adicionales que beneficiarán a 3 millones de yemeníes gracias a la restauración del acceso a los servicios urbanos esenciales.

Promover la participación del sector privado y la inclusión financiera

El Banco Mundial trabaja con los países para ayudar a fortalecer el sector privado y ampliar el acceso al financiamiento. En Túnez, un proyecto por valor de USD 120 millones permite a las pymes acceder a líneas de crédito a largo plazo del Ministerio de Finanzas a través de las instituciones financieras participantes.

En Marruecos, suministramos USD 450 millones —la tercera ronda de una serie de financiamiento— para ayudar al Gobierno a implementar reformas que mejoren la inclusión financiera, los emprendimientos digitales y el acceso de las personas y las empresas a infraestructura y servicios digitales. La serie ha permitido al país aumentar el acceso a los servicios financieros del 29 % en 2017 al 44 % en 2023, y a los pagos digitales del 17 % al 30 % en el mismo período. También ha mejorado la infraestructura de los pagos digitales, las redes de pagos móviles, los microseguros, los registros de garantías y el acceso de las mujeres al financiamiento y al empoderamiento económico.

Al mismo tiempo, hemos facilitado la inversión de casi USD 70 millones en capital privado en la Ribera Occidental y Gaza. El Proyecto de Desarrollo Innovador del Sector Privado ayudó a movilizar aproximadamente USD 4 millones en donaciones para posibilitar una inversión privada de USD 11 millones por parte de empresas de capital de riesgo en casi 40 pymes en sus primeras etapas de actividad. El proyecto TechStart ha contribuido a catalizar más de USD 1,5 millones de inversiones privadas en capacitación tecnológica e infraestructura empresarial. Por su parte, el Segundo Proyecto de Financiamiento para el Empleo ayudó a reunir casi USD 13 millones en donaciones a través del Mecanismo de Cofinanciamiento de Inversiones y el Bono de Impacto en el Desarrollo, con lo que se movilizaron USD 56 millones en capital privado para ayudar a crear empleo.

Lograr la transición de las economías e incrementar la resiliencia climática

En el marco del Plan de Acción sobre el Cambio Climático 2021‑25 del GBM, continuamos ayudando a los países de la región en su transición energética e impulsando la resiliencia climática. En Jordania, un programa por valor de USD 400 millones promueve el empleo y las oportunidades de negocios para las mujeres y refuerza la eficacia de los Gobiernos a través de políticas más adecuadas. Esto ayudará al Gobierno a incorporar las inquietudes sobre el clima en el programa de reforma económica y en los planes de inversión del país. También respaldará los objetivos nacionales de lograr una trayectoria con bajas emisiones de carbono y avanzar hacia la meta de la contribución determinada a nivel nacional de llegar a un 31 % de energía renovable en la combinación de fuentes de electricidad. A su vez, estamos proporcionando USD 250 millones para mejorar la eficiencia, la confiabilidad y la gestión del sector eléctrico del país.

A fin de respaldar el nuevo interconector eléctrico entre Túnez e Italia, estamos proporcionando USD 268 millones para ayudar a ampliar el desarrollo de la energía renovable en Túnez y aumentar el comercio de electricidad limpia en todo el Mediterráneo.

En la Ribera Occidental y Gaza, el Banco Mundial tiene como objetivo ampliar el acceso a agua potable para casi 100 000 residentes de la Gobernación de Yenín a través de inversiones en infraestructura. Esto es posible gracias a una donación de USD 25 millones del Banco Mundial, con la que se movilizan otros USD 26 millones en cofinanciamiento del Fondo Fiduciario de Múltiples Donantes de la Alianza Palestina para el Desarrollo de la Infraestructura, respaldado por Australia, Finlandia, Francia, Italia, Noruega, los Países Bajos, Portugal, el Reino Unido y Suecia. En Marruecos, estamos ayudando a fortalecer la capacidad institucional para implementar las contribuciones determinadas a nivel nacional y ayudar a los grupos y los ecosistemas vulnerables a aumentar la resiliencia ante el cambio climático. En Egipto, estamos contribuyendo a cambiar el transporte de carga de las carreteras al ferrocarril —que tiene bajas emisiones de carbono— entre Alejandría y la zona del Gran Cairo para apoyar la descarbonización de los sectores de logística y transporte.

En el ejercicio de 2023, publicamos informes sobre el clima y el desarrollo de Egipto, Iraq, Jordania y Marruecos. En esos informes se destacó que, si no se adoptan medidas urgentes, se podrían revertir décadas de avances en materia de desarrollo, y que la escasez de agua podría afectar casi todos los aspectos del desarrollo socioeconómico en una región que ya sufría la sequía. También se demostró que la descarbonización puede proteger y generar empleos y contribuir al crecimiento económico.

Más información: Oriente Medio y Norte de África (i) >

 

COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23

	COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD)			DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD)
	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23
BIRF	3976	4135	4697	2764	3407	2964
AIF	658	817	561	379	559	552
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 25 900 millones.

 

Proyecto destacado: Promover la igualdad de género en Oriente Medio y Norte de África

El Plan de Acción Regional sobre Cuestiones de Género para los ejercicios de 2018‑23 y el Plan de Acción Regional para Abordar la Violencia de Género guían los esfuerzos que lleva adelante el Banco para ayudar a los países a mejorar el acceso de las mujeres al empleo, la actividad empresarial y la inclusión financiera, y el acceso a los activos y la propiedad de activos; además, contribuyen a aumentar la capacidad de acción de las mujeres, en especial en situaciones de FCV.

En Jordania, respaldamos políticas centradas en mecanismos de trabajo flexibles y la simplificación de los permisos para las empresas hogareñas. De las empresas que adoptaron el trabajo flexible, el 70 % informó un aumento de la productividad, mientras que el 60 % informó un aumento en el empleo y la retención de las empleadas. Con nuestro apoyo, ayudamos al Gobierno jordano a inscribir 5500 negocios basados en el hogar, el 60 % de los cuales pertenecen a mujeres y el 10 % a refugiados sirios. En Marruecos y Túnez, apoyamos el acceso al capital privado de cientos de empresas emergentes y pymes dirigidas por mujeres, y brindamos capacitación en habilidades empresariales.

En la Ribera Occidental y Gaza, pusimos en marcha de manera experimental el bono de impacto en el desarrollo, un instrumento de financiamiento basado en los resultados que está diseñado para paliar el elevado desempleo, especialmente entre las mujeres jóvenes, y para aumentar la competitividad de las empresas. Hasta mayo de 2023, mediante el programa se había ayudado a más de 500 jóvenes —el 40 % de ellos, mujeres— a acceder a capacitación técnica y a conseguir empleo en una amplia gama de sectores. También apoyamos los esfuerzos para ayudar a las mujeres a comprender mejor sus derechos y los procesos relacionados con la seguridad de la tenencia y el registro de la propiedad. En Egipto, estamos respaldando la labor del Gobierno para ayudar a las mujeres a acceder a subsidios de vivienda y establecer criterios de elegibilidad para los subsidios de propiedad y alquiler que den prioridad a los hogares encabezados por mujeres, con lo que se elevará al 20 % la proporción de mujeres propietarias de viviendas.

En Djibouti, otorgamos donaciones a nuevas empresas y a los ganadores de un concurso sobre planes empresariales, apoyamos la capacitación en desarrollo empresarial y suministramos recursos a emprendedores. Como parte del primer proyecto independiente de la región centrado en la violencia de género, trabajamos para mejorar la sensibilización de la comunidad acerca de los riesgos de la violencia de género y para ampliar los servicios de orientación para las sobrevivientes. En Yemen, casi 3 millones de mujeres recibieron apoyo a los ingresos y más de 120 000 mujeres recibieron servicios de nutrición; además, hasta diciembre de 2022, casi la mitad de las ventas de kits solares con créditos en el marco del Proyecto de Emergencia de Acceso a la Electricidad tuvieron como destinatarias a las mujeres.

En los Emiratos Árabes Unidos, pusimos en marcha un Centro de Excelencia sobre Género, que ayudará a abordar las cuestiones de género a través de la investigación y el intercambio de conocimientos. Y en Arabia Saudita nuestros servicios de asesoría contribuyeron a la formulación de medidas legales para ayudar a las mujeres a convertirse en jefas de hogar, prohibir la discriminación en el empleo y en el acceso al crédito, exigir la igualdad salarial e incorporar medidas de protección contra el acoso sexual en el lugar de trabajo. Estas reformas ayudaron a aumentar la participación de las mujeres en la fuerza laboral del 22 % en 2019 a casi el 35 % en 2023, con lo que se superó el objetivo del 30 % establecido en la iniciativa Visión 2030 de Arabia Saudita.

En junio de 2022, pusimos en marcha la Red Regional de Energía para las Mujeres, respaldada por el Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de Energía, con el fin de impulsar su participación en el sector. En asociación con empresas nacionales de seguridad energética, el sector privado y círculos académicos de toda la región, la red celebró su primera conferencia en la ciudad de Túnez en junio de 2023.    

 

RESEÑA DE LA REGIÓN

Indicador	2000	2011	DATOS ACTUALESa
Población total (en millones)	284	350	424
Crecimiento demográfico (% anual)	2,0	1,9	1,5
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes)	1763	4241	3742
Crecimiento del PIB per cápita (% anual)	4,0	(2,8)	2,3
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)	10	8	39
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años)	70,8	73,9	74,4
Esperanza de vida al nacer, hombres (años)	66,5	69,2	69,5
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas)	813	1239	1371
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)	3,5	2,2	9,6
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primarios	16	6	13
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %)	24	26	24
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total)	35	32	30
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos	47	29	24
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)	81	90	93
Personas que usan internet (% de la población)	1	23	73
Acceso a la electricidad (% de la población)	91	95	97
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía)	3	3	3
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población)	86	91	94
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población)	79	86	90
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2018 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org.

Se prevé que el PIB de Asia meridional crecerá un 5,6 % en 2023 y se mantendrá moderado —en un nivel de 5,9 %— en 2024, tras una recuperación inicial del 8,2 % en 2021, luego de la pandemia. Las perspectivas de crecimiento de la región se han debilitado como consecuencia del endurecimiento de las condiciones financieras, mientras que el espacio fiscal limitado y el agotamiento de las reservas han contribuido a generar grandes riesgos de deterioro de la situación en la mayoría de los países. Se espera que la tendencia a la disminución de la pobreza se recupere en forma paralela al crecimiento económico: las previsiones indican que la cantidad de personas que viven con menos de USD 3,20 al día en toda la región ascenderá a 754 millones en 2023, cifra inferior a las estimaciones de 2019.

Asia meridional es sumamente vulnerable a los impactos del cambio climático y los desastres naturales. En las últimas dos décadas, los desastres relacionados con el clima han afectado a 750 millones de personas, es decir, más de la mitad de los habitantes de la región. La elevada desigualdad agrava estos impactos, ya que las personas pobres, vulnerables y marginadas soportan la mayor parte de la carga de estos desastres y no disponen de medios suficientes para recuperarse.

Asistencia del Banco Mundial

En el ejercicio de 2023, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 10 100 millones para 37 operaciones en la región, monto que incluyó USD 4300 millones en compromisos del BIRF y USD 5800 millones en compromisos de la AIF. También se respaldaron 61 servicios de asesoría y análisis para 8 países. Mediante ellos se proporcionó asesoría técnica sobre temas como la gestión de la deuda, la gobernanza, la creación de empleo, la protección social, la contaminación atmosférica y la resiliencia frente al cambio climático.

En toda la región, nos centramos en la resiliencia del capital humano para minimizar las secuelas de las crisis; la resiliencia ante los impactos del cambio climático y los desastres naturales, y la resiliencia de la economía, los mercados y la sociedad para que el desarrollo sea inclusivo y sostenible.

Proteger a las personas después de las crisis

El Banco ayudó a Pakistán a responder a las devastadoras inundaciones con casi USD 1700 millones para cinco proyectos en Sindh, la provincia más afectada, a fin de construir viviendas resilientes, restablecer la producción de cultivos, prestar servicios de salud para madres e hijos, y fortalecer la protección social y la capacidad de respuesta del Gobierno local ante los desastres. En Afganistán, hemos seguido brindando apoyo para mantener los servicios básicos y los medios de subsistencia en las áreas de salud, agricultura y educación; se entregaron más de USD 1000 millones en fondos extrapresupuestarios a través de organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales internacionales.

En respuesta a la crisis económica y financiera sin precedentes de Sri Lanka, actuamos con rapidez para proteger a la población —en particular a los pobres y vulnerables— de sus peores impactos. Reorientamos USD 325 millones para financiar transferencias monetarias de emergencia, medicamentos, programas de alimentación escolar, bonos de matrícula, fertilizantes para pequeños agricultores y gas para cocinar. En diciembre de 2022, el Banco aprobó la solicitud de Sri Lanka para acceder a financiamiento en condiciones concesionarias de la AIF —proceso denominado “graduación inversa”— a fin de estabilizar la economía. También preparamos un nuevo marco de alianza con el país para los ejercicios de 2024‑27, junto con dos operaciones por un total de USD 700 millones para impulsar reformas económicas clave y mejorar la protección social.

Invertir en capital humano resiliente

En toda Asia meridional, la pandemia de COVID‑19 condujo a un colapso del capital humano de millones de niños y jóvenes. Los estudiantes de hoy podrían perder más del 14 % de sus ingresos futuros, y quienes hoy son niños pequeños podrían ver una disminución del 25 % en los ingresos cuando lleguen a la edad adulta. La pobreza de aprendizajes —incapacidad para leer y comprender un texto sencillo a los 10 años de edad— aumentó del 60 % al 78 % durante la pandemia. Apoyamos las políticas educativas que garantizan el aprendizaje para todos, ayudan a desarrollar competencias que se necesitarán en el futuro y mejoran el acceso a los mercados laborales. En Maldivas, un proyecto por valor de USD 9 millones permite mejorar la calidad de la educación secundaria. En Nepal, mediante un proyecto por valor de USD 120 millones, estamos ayudando a establecer un sistema de tutoría docente y a garantizar que en las escuelas se enseñe un programa completo de materias.

Asimismo, estamos fortaleciendo los sistemas de salud, ampliando el acceso a la atención primaria y creando sistemas de protección social específicos y con capacidad de respuesta. En India, en el estado de Gujarat, destinamos USD 350 millones para mejorar la atención de la salud pública, haciendo hincapié en el bienestar de las niñas. En el estado de Odisha, que se ve afectado por un desastre natural aproximadamente cada 15 meses, un programa por valor de USD 100 millones permite mejorar la cobertura de protección social para los hogares pobres y vulnerables a través de transferencias de efectivo digitales.

Crear economías resilientes

Para ayudar a los países a generar resiliencia económica, promovemos soluciones impulsadas por el sector privado, aumentamos la transparencia de la deuda y la inversión, mejoramos el acceso de las pymes al crédito y a los mercados, e impulsamos la transformación digital. Nuestra investigación se centra en los factores que impulsan la alta tasa de desigualdad de oportunidades y en la manera en que los países pueden aumentar la inclusión.

En el estado indio de Punjab, comprometimos USD 150 millones para ayudar a administrar mejor sus recursos financieros y ampliar el acceso a los servicios públicos aprovechando las tecnologías digitales y aumentando la rendición de cuentas en las adquisiciones públicas. En Maldivas, un proyecto por valor de USD 15 millones permite reforzar la participación privada en las empresas estatales y su estabilidad financiera; al mismo tiempo, contribuye a mejorar la competitividad de las pymes. En Nepal, proporcionamos USD 100 millones para respaldar el uso sostenible y productivo del capital natural, fortalecer la resiliencia al cambio climático y promover la inversión del sector privado para ecologizar la economía y crear empleos y medios de subsistencia.

Aumentar la resiliencia al cambio climático y los desastres naturales

Asia meridional se enfrenta a un aumento de olas de calor, ciclones, sequías e inundaciones: el cambio climático podría empeorar drásticamente las condiciones de vida de hasta 800 millones de personas. En el ejercicio de 2023, presentamos los informes sobre el clima y el desarrollo de Bangladesh, Nepal y Pakistán, que ponen de relieve la urgente necesidad de aumentar la resiliencia de las carreteras, las represas hidroeléctricas, las comunidades costeras y la agricultura de la región, así como de las ciudades de rápido crecimiento, donde abundan los asentamientos informales que corren el mayor riesgo.

En India, proporcionamos USD 1500 millones para ampliar la producción de energía renovable, desarrollar hidrógeno verde y estimular el financiamiento climático para inversiones en energía con bajas emisiones de carbono. En la provincia de Punjab (Pakistán) —responsable del 73 % de la producción total de alimentos del país—, un proyecto por valor de USD 200 millones promueve las tecnologías y prácticas climáticamente inteligentes para mejorar el uso eficiente del agua, generar resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos y aumentar los ingresos de los pequeños agricultores. En Bangladesh, proporcionamos USD 250 millones para promover inversiones ecológicas en el sector de los hornos de ladrillo, la gestión de los residuos municipales, las cocinas no contaminantes y los sistemas solares para tejados, con el fin de reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad ambiental.

Promover la integración y la cooperación regionales

Respaldamos la cooperación regional para fortalecer la conectividad económica y digital, la resiliencia climática y el capital humano. En el informe Striving for Clean Air (Esfuerzos para lograr un aire limpio), se presentan pruebas de que los enfoques regionales para la gestión de la calidad del aire son más eficientes, son eficaces en función de los costos y conducen a resultados más rápidos. Nuestra alianza con el Reino Unido, a través de un fondo fiduciario de USD 63 millones, está ayudando a acelerar la acción climática por medio del Programa para la Resiliencia de Asia.

Apoyamos la transición hacia la energía limpia y promovemos el comercio de energía entre Bangladesh, Bhután, India y Nepal. Nuestra labor para transformar los caminos en autopistas resilientes frente al clima y modernizar la infraestructura en los puertos terrestres está mejorando el comercio y la conectividad del transporte en estos cuatro países. En la porción sudoccidental del océano Índico, estamos fortaleciendo la gestión de las pesquerías; Maldivas lidera la iniciativa de pesca sostenible y comparte las enseñanzas aprendidas. Continuamos participando en foros regionales para la acción colectiva, entre ellos, WePower —una red de mujeres profesionales del sector de la energía— y el Foro Hidrometeorológico de Asia Meridional, una plataforma para mejorar la información meteorológica y los servicios climáticos.

Más información: Asia meridional >

 

COMPROMISOS Y DESEMBOLSOS PARA LA REGIÓN EN LOS EJERCICIOS DE 2021‑23

	COMPROMISOS (EN MILLONES DE USD)			DESEMBOLSOS (EN MILLONES DE USD)
	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23	EJ. DE 21	EJ. DE 22	EJ. DE 23
BIRF	3746	4781	4321	3665	3129	3290
AIF	7127	4217	5770	5744	4202	4646
Cartera de operaciones en ejecución al 30 de junio de 2023: USD 57 800 millones.

 

Proyecto destacado: Maldivas: Hacia un futuro resiliente con la energía del sol

Al igual que otros pequeños Estados insulares en desarrollo, Maldivas tiene una economía pequeña y poco diversificada que lo hace particularmente vulnerable a las conmociones externas, incluido el vertiginoso aumento de los precios de los alimentos y la energía tras la invasión de Rusia a Ucrania. Anualmente, el país gasta más del 10 % de su PIB en importar combustible diésel para satisfacer las necesidades energéticas. En 2020, el PIB se contrajo un 34 %, ya que la pandemia puso freno al turismo, el principal motor del crecimiento económico. En 2022, el país se vio afectado por el alza de los precios internacionales de los productos básicos, que ejerció presión sobre la inflación interna, la posición fiscal del Gobierno y la balanza de pagos. Maldivas también es extremadamente vulnerable al aumento del nivel del mar y a los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático. Gran parte del país se encuentra a solo un metro sobre el nivel del mar; las proyecciones actuales muestran que es probable que, para fines de siglo, esté completamente sumergido por el aumento de este nivel.

Para incrementar su resiliencia, esta nación insular está ampliando la capacidad de energía renovable, invirtiendo en infraestructura verde, restaurando los manglares para protegerlos de las inundaciones costeras y mejorando los sistemas de alerta temprana. También se ha comprometido a convertirse en un país con cero emisiones netas de carbono para 2030. Sin embargo, en un momento en que la capacidad de endeudamiento público es sumamente limitada, el sector privado debe desempeñar un papel fundamental para subsanar el déficit de financiamiento. Los proyectos Acelerar las Inversiones Privadas Sostenibles en Energía Renovable y Acelerar la Integración de la Energía Renovable y la Energía Sostenible, que suman algo más de USD 12 millones en financiamiento en condiciones concesionarias del Banco Mundial, están contribuyendo a instalar un total de 53,5 megavatios de paneles solares en las islas y en mar abierto, construir mecanismos de almacenamiento en baterías de 40 megavatios-hora para el país y mejorar la red eléctrica para incluir fuentes de energía más limpias.

Con este aporte del Banco se movilizaron USD 140 millones adicionales —alrededor de 12 veces el monto de financiamiento por cada dólar gastado—, incluidos los fondos aportados por el sector privado. Las garantías del GBM ayudarán a mitigar los riesgos que impiden que haya inversiones en una pequeña isla con una economía volátil. Al disipar los temores de los inversionistas y atraer más inversión privada, este enfoque ha hecho que los proyectos de energía renovable para Maldivas sean más sostenibles desde el punto de vista financiero.

El primer proyecto de energía solar en el país, ejecutado en el marco de ASPIRE, atrajo a solo 4 inversionistas en 2014; en 2022, hubo un récord de 63 ofertas, impulsadas por la nueva estructura de mitigación de riesgos. El aumento de la inversión privada también ha reducido los costos: el precio de compra de energía, que es el precio de compra por unidad de electricidad que una empresa eléctrica acuerda con una planta de energía solar, disminuyó durante este período de 21 centavos la unidad a menos de 9,8 centavos, un valor significativamente inferior al precio actual de la energía importada proveniente de combustibles fósiles. Gracias al éxito de la convocatoria a inversionistas privados, Maldivas ha logrado expandir la energía renovable, reducir los costos de importación y generar energía limpia asequible y confiable.    

 

RESEÑA DE LA REGIÓN

Indicador	2000	2011	DATOS ACTUALESa
Población total (en millones)	1407	1685	1919
Crecimiento demográfico (% anual)	2,0	1,5	0,9
INB per cápita (método del Atlas, en USD corrientes)	440	1260	2278
Crecimiento del PIB per cápita (% anual)	2,1	3,6	5,5
Población que vive con menos de USD 2,15 al día (en millones)b	582	360	161
Esperanza de vida al nacer, mujeres (años)	63,9	69,0	69,4
Esperanza de vida al nacer, hombres (años)	62,0	65,5	65,9
Emisiones de dióxido de carbono (megatoneladas)	1073	1987	2518
Pobreza extrema (% de la población que vive con menos de USD 2,15 al día, PPA de 2017)b	39,8	21,4	8,6
Servicio de la deuda como proporción de las exportaciones de bienes y servicios y los ingresos primarios	17	7	9
Coeficiente entre participación femenina y masculina en la fuerza de trabajo (estimación modelada de la OIT, %)	35	35	34
Empleo vulnerable, total (estimación modelada de la OIT, % del empleo total)	79	76	69
Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años por cada 1000 nacidos vivos	93	60	37
Tasa de finalización de la escuela primaria (% del grupo etario pertinente)	69	87	92
Personas que usan internet (% de la población)	0	9	43
Acceso a la electricidad (% de la población)	58	78	99
Consumo de energía renovable (% del consumo total final de energía)	49	38	38
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de abastecimiento de agua potable (% de la población)	82	87	91
Personas que cuentan, por lo menos, con servicios básicos de saneamiento (% de la población)	18	46	69
Nota: INB = ingreso nacional bruto; OIT = Organización Internacional del Trabajo; PIB = producto interno bruto; PPA = paridad del poder adquisitivo. a. Datos más recientes disponibles entre 2019 y 2022; para consultar datos actualizados, visite https://datos.bancomundial.org. b. Datos de 2002.