En el ejercicio de 2021, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de USD 10 900 millones para 56 operaciones en la región, monto que incluyó USD 3700 millones en compromisos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y USD 7100 millones en compromisos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). Además, se proporcionaron 82 servicios de asesoría y análisis para ocho países, por un total de USD 47 millones, en cuyo marco se brindó asesoramiento técnico sobre temas como la vacunación y la preparación para enfrentar la pandemia, la gestión de la deuda, la creación de empleo y la participación de la mujer en la fuerza de trabajo, la gestión de la contaminación atmosférica, la gestión del riesgo de desastres y la resiliencia ante el cambio climático.
En Asia meridional, se pone énfasis en la promoción del crecimiento inclusivo y sostenible, la inversión en las personas y el fortalecimiento de la resiliencia. Para ayudar a los países a responder a la crisis provocada por la COVID‑19, la labor se centra en reforzar los sistemas de salud y protección social, entregar transferencias de efectivo y alimentos a la población más vulnerable, impartir educación a los niños, apoyar a las pymes, proteger el empleo y crear puestos de trabajo. Asimismo, se proporcionan USD 922 millones para contribuir a la adquisición y la rápida distribución de vacunas contra la COVID‑19 en Afganistán, Bangladesh, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.
Salvar vidas, preservar los medios de subsistencia y proteger el capital humano
En las primeras etapas de la pandemia, el Banco actuó rápidamente para mitigar las pérdidas de capital humano y para contribuir a proteger a las personas más pobres y vulnerables de los peores efectos de la pandemia, tanto mediante nuevos proyectos y financiamiento adicional como mediante la reorientación de los proyectos existentes en los sectores de protección social, educación y salud. En Maldivas, se comprometió financiamiento adicional por un monto de USD 22 millones para el Proyecto de Emergencia de Apoyo a los Ingresos, destinado a distribuir asignaciones de apoyo a los ingresos de los trabajadores y a aumentar la capacidad de los programas de protección social para responder a futuras emergencias. En Pakistán, se entregaron USD 200 millones para acelerar el ofrecimiento de opciones de aprendizaje a distancia a los estudiantes, ampliar el acceso a la educación mediante zonas públicas de wifi gratuito y facilitar la capacitación de docentes y administradores, especialmente en comunidades desfavorecidas.
Invertir en las personas para lograr una recuperación inclusiva
Se están respaldando actividades encaminadas a fortalecer y ampliar los sistemas de protección social y atención de la salud, para hacerlos más equitativos e inclusivos. En India, se suministraron USD 1200 millones con el objetivo de apoyar reformas que mejorarán la prestación de programas de protección social y ampliarán la cobertura de grupos vulnerables, como los trabajadores informales y los migrantes. El Proyecto de Respuesta de Emergencia ante la COVID‑19, por valor de USD 1000 millones, está reforzando los sistemas sanitarios de la nación y de los estados, a la vez que contribuye a la prevención y la preparación, y ofrece servicios básicos de atención de la salud pública. La pandemia de COVID‑19 también ha puesto de relieve la necesidad de una respuesta más eficaz a las crisis y de una mayor resiliencia de los hogares ante futuras conmociones. A través del Programa de Protección Social y Resiliencia ante las Crisis, por un monto de USD 600 millones, se está ayudando a Pakistán a desarrollar un sistema de protección social más adaptativo que intensifique la resiliencia de hogares pobres y vulnerables en épocas de crisis. De la misma manera, se está ayudando a coordinar transferencias de efectivo enfocadas en la nutrición para las personas más vulnerables y a implementar medidas que contribuyan a que los niños vuelvan a la escuela. En Sri Lanka, el Proyecto de Respuesta de Emergencia y Preparación de los Sistemas de Salud para la COVID‑19 está apuntalando la unidad de operaciones de emergencia y el sistema de vigilancia de enfermedades epidemiológicas; asimismo, algunos hospitales se están adaptando para actuar como centros de respuesta a la pandemia, y se está reforzando la red de laboratorios científicos del país.
Crear empleos e impulsar el crecimiento para asegurar una recuperación resiliente
Dado que, en Asia meridional, todos los meses ingresan en el mercado de trabajo alrededor de 1,5 millones de personas, crear empleo es fundamental para lograr una recuperación resiliente. En Bangladesh, se está apoyando una serie de tres créditos para políticas de desarrollo por un monto total de USD 750 millones, que se centran en las reformas públicas encaminadas a modernizar las condiciones para el comercio y la inversión, proteger a los trabajadores y fomentar su resiliencia, y promover el acceso de personas vulnerables al empleo, especialmente durante la pandemia. También se han proporcionado USD 300 millones para ayudar a más de 1 millón de personas —en particular jóvenes, mujeres y personas con discapacidad— a desarrollar sus aptitudes y acceder al mercado laboral.
En India, se proporciona dinero en efectivo y créditos a pymes, que dan empleo a más de 150 millones de personas, con la finalidad de proteger los puestos de trabajo y contribuir a un financiamiento más eficiente e inclusivo de estas empresas en el futuro. En Nepal, se entregaron USD 80 millones para potenciar el sector agrícola fortaleciendo los vínculos de los mercados rurales y fomentando la actividad empresarial. Asimismo, la creación de empleo es fundamental en el nuevo marco de alianza con Bhután. Por otra parte, se da respaldo a los países que emprenden reformas para mejorar su posición fiscal y el sector privado. En Pakistán, se está ayudando a reforzar la gestión fiscal y de la deuda, la viabilidad financiera del sector eléctrico y el clima para la inversión. En Nepal, una operación de USD 200 millones está contribuyendo a estabilizar el sector financiero, elaborar diversas soluciones financieras y ampliar el acceso de las pymes a los servicios financieros.
Encarar los riesgos climáticos para lograr una recuperación verde
Asia meridional es muy vulnerable a los peligros relacionados con el clima. Alrededor de 800 millones de personas —el 44 % de la población de la región— habitan en zonas que van a ser de importancia crítica (moderada o severa) desde el punto de vista climático para 2050, a menos que se tomen medidas drásticas. Para enfrentar este problema urgente, en el marco del nuevo Plan de Acción sobre el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial se están acelerando medidas que permitan alcanzar un futuro más verde, con bajas emisiones de carbono y resiliente al clima a través de cinco prioridades: la transición energética, los sistemas alimentarios y agrícolas, el desarrollo urbano, la infraestructura y los sistemas de protección social adaptados al clima, y un sistema financiero y políticas fiscales que tengan en cuenta las oportunidades y los riesgos vinculados con el clima.
Por otra parte, se está ayudando a los países a poner en práctica soluciones basadas en energías renovables y a movilizar inversiones del sector privado. En Pakistán, mediante un proyecto por valor de USD 550 millones, se respalda la transición del país a fuentes de energía renovable, con el objeto de reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles y bajar los costos de la producción de electricidad. En Maldivas, se movilizaron USD 42 millones para soluciones con uso de energía solar, a fin de disminuir la utilización de combustibles fósiles.
Promover la integración y la cooperación regionales
Asia meridional es una de las regiones del mundo con menor grado de integración económica. Por ello, se trabaja con los países con el propósito de desarrollar soluciones transfronterizas para los problemas compartidos, fortalecer las instituciones regionales, mejorar la infraestructura y la conectividad, promover la política comercial y generar resiliencia ante el cambio climático y los desastres naturales. En el informe titulado Connecting to Thrive (Conectarse para prosperar), se analizan los obstáculos a la integración del transporte regional. En el documento se llega a la conclusión de que Bangladesh e India podrían aumentar su PIB en casi 17 % y 8 %, respectivamente, si mejoraran la conectividad del transporte.
Asia meridional tiene los mayores vertederos de plásticos y otros desechos a cielo abierto del mundo. Con la colaboración del Programa Cooperativo de Asia Meridional para el Medio Ambiente y de Parley for the Oceans, se respalda el proyecto Ríos y Mares Libres de Plástico en Asia Meridional, que procura frenar la contaminación generada por los plásticos en el mar y acelerar las innovaciones para reinventar el uso y la producción de plásticos.