ARTÍCULO

Ayuda a las víctimas de las inundaciones en Asia meridional

Agosto 10, 2007


10 de agosto de 2007 — Los economistas del Banco Mundial están analizando formas de ayudar a los países de Asia meridional a recuperarse tras las lluvias e inundaciones de inusitada intensidad que han anegado tierras agrícolas, se han cobrado miles de vidas humanas y han provocado el desplazamiento de unos 30 millones de personas en India, Nepal y Bangladesh desde el inicio de la estación del monzón en junio pasado.

Las víctimas de las inundaciones necesitan, en lo inmediato, agua potable, refugio y alimentos, y luego recursos, incluso pagos en efectivo, para reponer el ganado y restablecer los medios de subsistencia, dice Christine Wallich, asesora superior del Banco para la región de Asia meridional.

Los agricultores necesitan también semillas “lo antes posible” para reemplazar los cultivos arrasados por las lluvias, añade Shantayanan Devarajan, primer economista de la región.

Devarajan señala que, a fin de tratar de impedir que el precio de los alimentos y otros productos básicos sufra fuertes aumentos, los países deberían intensificar el comercio e importar más bienes para sustituir los destruidos por las aguas.

Si bien en los últimos años países como Bangladesh han mejorado su respuesta ante las inundaciones, lo que les ha permitido salvar más vidas, la región, que comparte varios ríos, podría beneficiarse si se reforzara la coordinación, por ejemplo mediante la creación de un sistema de alerta temprana para advertir sobre las crecidas a la población situada aguas abajo.

“Si esta información pudiera transmitirse a los países vecinos, éstos podrían evacuar preventivamente a los pobladores de sus hogares antes de que llegue la inundación”, afirma el funcionario.

Función del Banco

Aun cuando todavía no se le ha pedido al Banco ningún tipo de intervención ante las inundaciones que afectaron a Asia meridional en 2007, la institución ya ha prestado asistencia de emergencia complementando préstamos o reconfigurándolos con el objeto de suministrar efectivo para ayuda y reconstrucción, con ocasión del tsunami y las inundaciones de Bangladesh en 2004 y del terremoto que sufrieron India y Pakistán en 2005.

En el caso del terremoto de Pakistán, el Banco movilizó US$500 millones en unas dos semanas. Asimismo, dirigió la evaluación de los daños y las necesidades tras el tsunami y el terremoto de Pakistán.

Normalmente, la asistencia incluye apoyo a la “balanza de pagos” para que los países puedan importar los productos básicos que escaseen y abordar los problemas de precios; ayuda para reconstrucción o rehabilitación de infraestructura, por ejemplo caminos destruidos por las inundaciones, y beneficios en efectivo para las personas que han perdido su ganado y otros bienes.

“Las transferencias de efectivo permiten a esas personas reconstruir sus vidas y también ayudan a estimular los mercados que se hubieran debilitado tras el desastre”, declara Devarajan.

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