COMUNICADO DE PRENSA

La pérdida y el desperdicio de alimentos, un obstáculo para la reducción de la pobreza

Febrero 27, 2014



Precios mundiales de los alimentos siguen disminuyendo, pero a un ritmo más lento

CIUDAD DE WASHINGTON, 27 de febrero de 2014. En todo el mundo se pierde o desperdicia entre un cuarto y un tercio de la producción de alimentos para el consumo humano, según la última edición del informe trimestral Alerta sobre precios de los alimentos del Grupo del Banco Mundial, en la que se incluyen estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Instituto de Recursos Mundiales. En las regiones afectadas por la subalimentación, como África y Asia meridional, estas pérdidas impresionantes representan entre 400 y 500 calorías diarias por persona, y hasta 1520 calorías en el mundo desarrollado.

“La cantidad de alimentos que se desperdicia y pierde a nivel mundial es escandalosa”, dijo Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial. “Cada día en todo el mundo, millones de personas se van a dormir con hambre y, sin embargo, millones de toneladas de alimentos terminan en la basura o se malogran durante el transporte a los mercados. Debemos encarar este problema en cada país para mejorar la seguridad alimentaria y poner fin a la pobreza”.

Según la última edición de Alerta sobre precios de los alimentos, los precios mundiales de los alimentos disminuyeron 3 % en el último trimestre, pero se mantienen cerca de las marcas históricas. Esta baja estuvo impulsada por cosechas de trigo, maíz y arroz sin precedentes, un mayor abastecimiento y más existencias a nivel mundial.

Como es habitual, los precios internos experimentaron grandes variaciones en los países. Los precios se mantienen estables en varias regiones, pero en Asia oriental y Asia meridional se observan tendencias distintas como resultado de factores estacionales, las políticas de adquisiciones y déficits de producción localizados.

Según el informe, el Índice de precios de los alimentos del Banco correspondiente a enero de 2014 fue un 11 % más bajo que hace un año y se situó un 18 % por debajo de la máxima histórica de agosto de 2012. Sin embargo, en el último trimestre los precios disminuyeron tan solo la mitad de lo que bajaron el trimestre anterior (junio a octubre de 2013). Los precios del trigo cayeron marcadamente un 15 % este trimestre, a diferencia de las alzas registradas anteriormente (sobre todo en octubre de 2013), en tanto que  el precio del maíz que se comercia internacionalmente disminuyó un 2 %, con lo que la baja consecutiva del precio de este producto se extendió por nueve meses.

Se prevé que las presiones sobre los precios de los alimentos cedan en el corto plazo, y para los próximos meses se esperan tendencias normales en cuanto al estado de los cultivos. Sin embargo, se debe seguir prestando mucha atención a las inquietudes sobre las condiciones meteorológicas en Argentina, Australia y partes de China, el alza de los precios del petróleo, y la liberación de las existencias de arroz anunciada en Tailandia.

En el informe se señalan asimismo las repercusiones económicas, ambientales y para los recursos naturales y la pobreza que tienen la pérdida y el desperdicio de alimentos, y se mencionan intervenciones técnicas y en materia de políticas que se aplican en los países en desarrollo y desarrollados para hacer frente a este creciente problema.

Contribución del Grupo del Banco Mundial

El Grupo del Banco Mundial se ha comprometido a impulsar las inversiones en agricultura y otros sectores conexos, a los que en 2013 destinó US$8100 millones en nuevos compromisos. Para el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Asociación Internacional de Fomento (BIRF/AIF), la asistencia a la agricultura y actividades afines aumentó de un promedio del 9 % del total del financiamiento en los ejercicios 2010-12, al 12 % en el ejercicio de 2013.

  • En el ejercicio de 2013, la Corporación Financiera Internacional (IFC) destinó US$4400 millones a inversiones en el sector privado para la cadena de suministro de alimentos. Estas inversiones respaldaron proyectos que promueven el acceso a financiamiento, a insumos como semillas, equipo y asesoría, y a los mercados a través de infraestructura y plantas elaboradoras de alimentos.
  • El Grupo del Banco Mundial respalda el Programa Mundial para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria (GAFSP, por sus siglas en inglés). Nueve países y la Fundación Bill y Melinda Gates han prometido unos US$1400 millones para un período de tres años, de los cuales se han recibido US$1200 millones.
  • Aumento del financiamiento del BIRF/AIF para las redes de protección social. Estos recursos se multiplicaron por nueve, de US$1200 millones en el período anterior a las crisis (ejercicios de 2006-08) a más de US$11 300 millones en los ejercicios de 2009-2013.
  • Coordinación con los organismos de las Naciones Unidas a través del Equipo de Tareas de Alto Nivel sobre la Crisis Alimentaria Mundial y con organizaciones no gubernamentales, y respaldo a la Alianza para el Sistema de Información de Mercados Agrícolas (AMIS, por sus siglas en inglés), (i) con el objetivo de mejorar la transparencia en los mercados de alimentos.
  • Promoción de más inversiones en investigación agrícola, por ejemplo, a través del Grupo Consultivo sobre Investigaciones Agrícolas Internacionales (CGIAR, por sus siglas en inglés),  (i) y seguimiento del comercio para identificar cualquier posible escasez de alimentos.
  • Apoyo al mejoramiento de la nutrición en los grupos vulnerables. Durante la última década (2003-2013), la AIF -el fondo del Banco Mundial para los más pobres-, ha garantizado que más de 210 millones de embarazadas/madres que amamantan, niñas adolescentes y/o niños menores de 5 años recibieran servicios básicos de nutrición. El Banco es además miembro activo del movimiento mundial para el fomento de la nutrición (SUN, por sus siglas en inglés) (i) y respalda la plataforma de conocimientos SecureNutrition, (i) cuyo propósito es mejorar la nutrición a través de inversiones en la agricultura.
  • IFC está poniendo en marcha el Programa Mundial de Riego (GIP, por sus siglas en inglés), que da respaldo a los proveedores de riego con el fin de aumentar la disponibilidad y el acceso a equipos eficientes para mejorar la gestión del uso del agua destinada a la agricultura.


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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2014/334/PREM

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