Unos 1000 millones de habitantes, o sea el 15 % de la población del mundo, experimentan algún tipo de discapacidad, y la prevalencia de la discapacidad es mayor en los países en desarrollo. Entre 110 millones y 190 millones de personas, o sea la quinta parte del total de habitantes en el mundo, experimentan discapacidad considerable.
En general, como grupo, las personas con discapacidad tienen más probabilidades que las personas sin discapacidad de obtener resultados socioeconómicos adversos, como menor nivel de educación, peor estado de salud, niveles inferiores de ocupación y tasas más altas de pobreza.
Los obstáculos a la inclusión social y económica plena de las personas con discapacidad son la inaccesibilidad de los entornos físicos y el transporte, la falta de disponibilidad de dispositivos y tecnologías de apoyo, la falta de adaptación de los medios de comunicación, las deficiencias en la prestación de servicios, y los prejuicios discriminatorios y el estigma en la sociedad.
La pobreza puede aumentar el riesgo de discapacidad por malnutrición, falta de acceso a la educación (i) y atención de salud, condiciones inseguras de trabajo, entornos contaminados y falta de acceso a agua potable y saneamiento. A su vez, la discapacidad puede elevar el riesgo de pobreza por motivo de falta de oportunidades de empleo y educación, de salarios más bajos y costo de vida más alto por la discapacidad.
Cada vez es mayor la concienciación a nivel mundial acerca del desarrollo con inclusión de las personas con discapacidad. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD) (PDF) promueve la integración plena de ellas en la sociedad. Esta Convención se refiere específicamente a la importancia que tiene el desarrollo internacional en la protección de los derechos de las personas con discapacidad. Hasta la fecha, 177 países han firmado la Convención, con fuerza de ley obligatoria. En los últimos años, un creciente número de donantes bilaterales también han formulado políticas sobre la discapacidad que sirven de orientación a la ayuda internacional que proporcionan. Análogamente, en los países se ha observado un aumento considerable de disposiciones constitucionales y leyes contra la discriminación por motivos de discapacidad.
En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (i) se establece claramente que la discapacidad no puede ser un motivo o criterio para privar a las personas de acceso a programas de desarrollo y el ejercicio de los derechos humanos. El marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contiene siete metas que se refieren en forma explícita a las personas con discapacidad y otras seis relativas específicamente a las personas en situaciones vulnerables, que abarcan a las personas con discapacidad. Los ODS abordan ámbitos fundamentales de desarrollo, como la educación; el empleo y el trabajo decente; la protección social; la resiliencia frente a los desastres y la mitigación de estos; el saneamiento; el transporte, y la no discriminación, todas ellas esferas importantes de la labor del Banco Mundial. La Nueva Agenda Urbana (PDF, en inglés) se compromete concretamente a promover medidas que faciliten el acceso igualitario a espacios, instalaciones, tecnología, sistemas y servicios públicos para las personas con discapacidad de las zonas urbanas y rurales.
Última actualización: Abril 03, 2019