Sobre la base del poder de convocatoria y la experiencia multidisciplinaria del Grupo Banco Mundial, el Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno proporciona financiamiento, liderazgo intelectual y un gran acervo de experiencia para ayudar a los países a preparar reformas que aborden los complejos desafíos en materia de gestión. Las prioridades estratégicas actuales se centran en cinco esferas principales:
1) Fortalecer los procesos de formulación de políticas públicas:
Muchos Gobiernos adoptan políticas acertadas, pero a menudo se enfrentan con deficiencias de implementación que dificultan el logro de los resultados previstos. El Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno ayuda a los países a fortalecer la coordinación y la cooperación dentro del Poder Ejecutivo, a través de todos los poderes del Estado y con el sector privado y los ciudadanos para ayudar a reducir las fallas en la implementación. La labor en esas esferas incluye apoyo para entidades de gobierno eficaces, descentralización, adquisiciones, entidades fiscalizadoras superiores y reformas judiciales.
2) Promover una gestión eficaz de los recursos:
Debido a las constantes presiones fiscales, hoy es más importante que nunca armonizar los recursos financieros y humanos. Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es fundamental optimizar el uso de los recursos, ya sea en la forma de infraestructura física o de financiamiento para el desarrollo del capital humano que resulta imprescindible para mejorar la salud, las habilidades, los conocimientos y la productividad de la población. Sin embargo, los países que más necesitan ingresos suelen enfrentar los desafíos más acuciantes a la hora de recaudar impuestos, así como deficiencias en la administración y ejecución presupuestaria. Para respaldar la capacidad de un Gobierno de prestar servicios y crear el espacio fiscal necesario para lograr un crecimiento inclusivo, es imprescindible contar con una base tributaria sólida, una administración fiscal justa y eficiente, un sistema eficiente de preparación y ejecución del presupuesto, y una administración pública idónea.
El Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno despliega y aprovecha sus conocimientos técnicos para ayudar a los países a movilizar los recursos internos con mayor eficacia, por ejemplo, fortaleciendo los sistemas tributarios y mejorando la manera en que se administra y se gasta el dinero público. Asimismo, asesora a los Gobiernos sobre cuestiones de gestión presupuestaria y financiera en las etapas iniciales y avanzadas, y sobre la reforma de la administración pública. La apertura y la transparencia son elementos clave para mejorar la rendición de cuentas. La labor en los ámbitos de la tecnología de la información, las adquisiciones electrónicas, el análisis de datos y la biometría está transformando la capacidad de los Gobiernos para gestionar los recursos de manera eficaz.
3) Reforzar la prestación de servicios públicos:
Mejorar la gestión de gobierno es fundamental para una prestación de servicios justa y confiable. El Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno colabora con colegas de distintos sectores para identificar y mitigar los obstáculos críticos relacionados con la gestión en la prestación de servicios. En consonancia con la misión del Banco Mundial de ayudar a los países a invertir en su gente como parte del Proyecto de Capital Humano, colabora activamente en esfuerzos destinados a mejorar la prestación de servicios en los sectores de agua, salud y educación. Asimismo, pone especial atención donde se producen fallas en la prestación de servicios, identificando y rectificando los obstáculos que afectan la presupuestación, las adquisiciones, la capacidad institucional, la apertura, la transparencia y la participación ciudadana a fin de garantizar que los servicios lleguen a los más pobres y marginados. Uno de los elementos más importantes en este ámbito son los macrodatos, que permiten analizar la participación y los comentarios de los ciudadanos, y ayudan a los Gobiernos a entender cómo pueden responder mejor y de manera más oportuna a las necesidades de la población.
4) Fortalecer la interrelación entre los sectores público y privado:
El Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno se centra en la interrelación fundamental entre los sectores público y privado, identificando los riesgos del sector público que pueden impedir el ingreso de inversionistas a un país. Con sistemas de gestión de la inversión pública más eficientes, mayor transparencia y una gestión más adecuada de las empresas estatales, un sólido marco regulatorio, y procesos de adquisición libres de captura política, colusión y corrupción se puede respaldar un marco institucional que permita al sector privado subsanar el déficit de infraestructura. Estos esfuerzos contribuyen a los esfuerzos del Banco por maximizar el financiamiento para el desarrollo, respaldando un marco que fortalecerá la confianza del sector privado y ayudará a promover las inversiones de dicho sector.
5) Comprender los factores subyacentes y los facilitadores de políticas eficaces:
El buen diseño de políticas en sí mismo no siempre resulta suficiente para la implementación eficaz de las políticas. El Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno también trabaja con contrapartes regionales para identificar y comprender los factores subyacentes de la implementación eficaz de las políticas. A partir del marco establecido en el Informe sobre el desarrollo mundial 2017: La gobernanza y las leyes, (i) trabaja con equipos a cargo de los países para comprender de qué manera la exclusión, la captura política, el clientelismo y la corrupción afectan el diseño y la implementación de las políticas. Los factores que determinan las políticas pueden relacionarse con las asimetrías de poder, la apertura, la transparencia y la participación ciudadana, que se basan en elementos como la confianza y la cohesión social, así como la captura política y la exclusión. Los cambios que experimentan las normas y estándares con respecto a las preferencias en materia de gestión de gobierno y de políticas también pueden desempeñar un papel importante.
El Banco sigue identificando de qué manera estas fuerzas influyen en la eficacia con que se implementan las políticas y en la corrupción. Los avances en las tecnologías y la gestión de la información crean el potencial para generar un impacto transformador mediante la generación, el intercambio y el análisis de información en pos de una mejor gestión de gobierno.
La gobernanza es fundamental para la AIF-18
El tema especial Gobernanza e instituciones incluido en la decimoctava reposición de recursos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF-18) destaca la importancia de la gobernanza para lograr resultados de desarrollo sobre el terreno. Se espera que los compromisos de la AIF-18 permitan catalizar el cambio, respaldado por medidas normativas específicas y cuantificables.
La necesidad de contar con instituciones sólidas y una mejor gestión de gobierno constituye un aspecto especialmente crucial para los países más vulnerables del mundo que necesitan los recursos en condiciones concesionarias que brinda la AIF, el fondo del Banco Mundial para los países más pobres. Estos países enfrentan diversos problemas profundamente arraigados en deficiencias institucionales sistémicas e históricas. Una implementación de las políticas más eficaz, una gestión de los recursos más adecuada, una mejor prestación de servicios, la apertura y la transparencia proporcionan a los países de la AIF las herramientas para crear oportunidades de participación ciudadana, y ayudan a establecer y mantener la confianza entre el Estado y la ciudadanía. La reducción de la pobreza y la promoción de la prosperidad compartida depende de instituciones eficaces no solo en la solución de problemas pasados, sino también en la respuesta a necesidades cambiantes de los ciudadanos a quienes prestan servicios. La respuesta del Banco Mundial a estos desafíos se plasma en los 12 compromisos de políticas incluidos en el tema especial Gobernanza e instituciones de la AIF-18. (i)
Cartera actual
El Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno tiene una cartera de préstamos que incluye 86 proyectos por un valor total de más de USD 10 000 millones, junto con una cartera diversa de servicios de asesoría y donaciones. Asimismo, colabora con otras prácticas mundiales en más de 50 proyectos, y más del 30 % de la cartera activa del Banco incluye componentes relativos a la gestión de gobierno. Junto con el Departamento de Prácticas Mundiales de Desarrollo Social, Urbano y Rural, y Resiliencia dirige la implementación del marco estratégico para incorporar la participación ciudadana en las operaciones del Grupo Banco Mundial. (i)
En el ejercicio de 2018, el Departamento de Prácticas Mundiales de Buen Gobierno ejecutó 21 proyectos por un valor total de USD 1800 millones y brindó servicios de análisis y asesoría en 162 instancias concretas. Proporcionó supervisión fiduciaria (gestión financiera y adquisiciones) en todas las operaciones del Banco, y más del 40 % de las acciones previas en el financiamiento para políticas de desarrollo estuvo relacionado con la gestión de gobierno. En el ejercicio de 2019, existen 21 proyectos en tramitación que suman compromisos por un total de USD 1150 millones.
Última actualización: Sep 27, 2018