Latinoamérica: proteger los avances sociales y económicos ante la desaceleración

No hay marcha atrás. Esas pocas palabras parecen resumir el pensar de los expertos sobre el progreso económico y social latinoamericano, que en los últimos años expandió la clase media y sacó de la pobreza a millones, pero que ahora enfrenta un panorama económico más complicado.   

La región está experimentando una desaceleración como resultado, principalmente, de la caída de los precios de las materias primas y  la reducción del crecimiento de la economía china y otros emergentes. Y preocupa que los avances sociales puedan ponerse en riesgo. 

 “A pesar del enorme progreso social, un 40% de latinoamericanos aún vive en condiciones de vulnerabilidad”, recordó el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar, ante un panel de expertos internacionales. 

“No podemos permitir que regresen a la pobreza. Hay que ser más creativos en administrar la escasez, por lo que necesitamos un gasto público más eficiente”, aseguró Familiar durante el debate ‘Panorama económico de América Latina ¿se acabó la fiesta?’, realizado en el marco de la 18 Conferencia anual de la CAF en Washington DC.   

Haciendo alusión al título del panel, Familiar agregó que “necesitamos que la gente que se quedó en la puerta entre en la fiesta y tenga acceso completo al bar y a la pista de baile”, dijo, en referencia a los latinoamericanos que aún viven precariamente. 

Destacó que si bien hay un amplio consenso en torno a mantener un buen manejo macroeconómico, también reconoció que la implementación de las reformas llevará tiempo por lo que es crucial proteger las ganancias sociales. Eso plantea nuevos desafíos que giran en torno a la productividad, la competitividad y la integración, por un lado, y desarrollar las poliiticas de inclusion social por otro. 

En el debate también participaron Luis Alberto Moreno, presidente del BID, Joao Carlos Ferraz, gerente general del Banco de Desarrollo de Brasil, Mario Bergara, ministro de Economía de Uruguay, Alejandro Werner, director del FMI para el hemisferio occidental y José Antonio Ocampo, ex ministro de Finanzas de Colombia. El panel fue moderado por Enrique García, presidente de la CAF. 

Panorama incierto 

Werner señaló que las cifras que maneja el FMI siguen siendo poco alentadoras: solamente Estados Unidos presenta un panorama favorable de un crecimiento del 3% en los próximos trimestres de 2014 hasta entrado el 2015. Europa corre riesgos de deflación, mientras que Japón lucha por recuperarse. Los BRICs, con la estrella china a la cabeza, también están desacelerándose. 

“El gran desafío político es manejar las expectativas de la población en medio de un escenario difícil. Hay que mejorar la eficiencia gubernamental para seguir la tendencia de reducir la pobreza y mantener los logros alcanzados”, afirmó. 

En este sentido, García de la CAF sostuvo que si Latinoamérica sigue creciendo sólo a un ritmo del 2% será imposible cerrar la brecha con los países industrializados. 

Por ello, según el ministro  Bergara, es indispensable rescatar el rol del mercado, para generar inversión, y del Estado para permitir que los procesos de crecimiento incidan en una mejor calidad de vida de la población. “La contribución al crecimiento en el futuro debe estar enfocada en productividad, innovación y tecnología, hay que hacer inversión productiva en el capital humano”, agregó. 

De esta forma, se puede contribuir a reducir la desigualdad que aún sigue siendo muy alta en la región. “Tenemos un enorme reto para sostener a la clase media emergente y esto es dar servicios de más calidad y promover la solidaridad, no solo con los pobres sino con esas nuevas clases medias”, según dijo el brasileño Ferraz. 

Moreno del BID coincidió con Familiar en que en el desafío central es preparar a los latinoamericanos para una época de menos crecimiento a través de una mejor calidad de educación, que provea sobre todo a los jóvenes  las habilidades necesarias para enfrentarse a un mundo cada vez más competitivo. 

Sobre la posibilidad de una integración regional para estimular y satisfacer la demanda interna y depender menos de los vaivenes de las turbulencias globales  Ocampo subrayó que  “Tenemos que mirar más hacia los mercados internos en un contexto de economía internacional vulnerable. Con una clase media mejorada podríamos repetir la historia de la Europa de la postguerra, pero esto requiere de una integración regional seria que no existe actualmente.”   

En cambio,  Bergara y Familiar coincidieron en que esta integración en Latinoamérica, si bien necesaria es difícil alcanzar. “Hasta que los países grandes de la región se convenzan de que tienen que favorecer a todos, difícilmente se convertirá en el motor de crecimiento”. sentenció el ministro uruguayo.