Publicado por primera vez en Listín Diario
Las tecnologías digitales están cambiando el mundo rápidamente, pero ¿qué sucede cuando la mitad de la población queda fuera de esta transformación? En República Dominicana, las mujeres y niñas están subrepresentadas en áreas clave como tecnología, ciencia, matemáticas e ingeniería. Esta realidad frena el desarrollo social y económico del país.
Según datos del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (CEG-Intec), el 18% de los estudiantes universitarios dominicanos en carreras TIC son mujeres. La disparidad es aún más alarmante considerando que apenas el 5% de las dominicanas graduadas de educación superior obtiene títulos en carreras STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), frente a un 28% de los hombres, de acuerdo con las fichas de puntuación de género del Banco Mundial.
La trayectoria de las niñas y mujeres en las TICs puede entenderse con la metáfora de una tubería que pierde agua en diferentes tramos. Las niñas suelen tener buenos resultados académicos durante la primaria, pero la falta de modelos femeninos visibles en STEM y las expectativas sociales limitan el potencial percibido de las niñas desde edades tempranas.
La situación empeora cuando menos mujeres se gradúan de la escuela – como señalamos en otras publicaciones -, y muchas menos acceden a programas universitarios en STEM.
En el ámbito laboral, pocas acceden a empleos y cargos gerenciales en estos sectores. Según nuestro diagnóstico de género, las condiciones laborales en TIC y STEM suelen ser poco compatibles con la vida familiar. Esto afecta a las mujeres dominicanas debido a la desproporcionada carga de responsabilidades domésticas y de cuidado. De hecho, estos campos predominantemente masculinos pueden ser hostiles hacia las mujeres, reforzando las barreras de género y generando discriminación laboral.
¿Cómo avanzar hacia la inclusión de las niñas y mujeres en la era digital?
Desde el Banco Mundial, estamos comprometidos en potenciar la vida de las niñas y mujeres dominicanas. El proyecto INSPIRE está ayudando a vincular a los jóvenes, especialmente a las mujeres, con empleos asalariados y oportunidades de emprendimiento que pueden ponerlos en el camino hacia medios de vida sostenibles.
Sin embargo, aún quedan muchas fugas en las tuberías.
Para garantizar la participación equitativa de mujeres y niñas en las TICs y carreras STEM, recomendamos:
- Combatir activamente los estereotipos de género en la enseñanza, promoviendo desde edades tempranas una identidad científica y tecnológica en las niñas.
- Aumentar la visibilidad de mujeres referentes en STEM, mostrando casos exitosos que inspiren a nuevas generaciones.
- Facilitar financiamiento específico mediante becas y pasantías para mujeres estudiantes e investigadoras, asegurando su permanencia y progreso profesional.
- Promover entornos laborales inclusivos y amigables con la familia, eliminando prácticas discriminatorias y ofreciendo condiciones laborales flexibles.
La oportunidad es ahora
Estamos viviendo un momento histórico para alentar la inclusión de las niñas y mujeres jóvenes en estudios y profesiones en el campo de las carreras tecnológicas.
El reciente informe “El Futuro del Trabajo en América Central y la República Dominicana" destaca que las carreras STEM serán cruciales en los mercados laborales del futuro. Estos sectores presentan algunos de los empleos de mayor crecimiento y mejor remunerados, y están estrechamente relacionados con la innovación y la productividad económica.
Es hora de garantizar que las niñas y mujeres dominicanas estén preparadas para ocupar estos puestos, algo que no solo responde a una necesidad del mercado laboral, sino que representa una oportunidad en la que todos ganan: las mujeres, sus familias y la República Dominicana, que busca posicionarse a la vanguardia del desarrollo tecnológico y económico. La oportunidad es ahora.