La reconstrucción y el desarrollo para promover la estabilidad forman parte de la capacidad técnica del Grupo Banco Mundial (GBM), institución que tuvo sus orígenes tras la Segunda Guerra Mundial. En respuesta a un panorama de fragilidad cada vez más complejo, el GBM adopta un enfoque más amplio con respecto a la FCV con el objeto de abordar las causas de la inestabilidad y de crear resiliencia. Además, mantiene sus actividades cuando existen conflictos activos, así como en los países en proceso de recuperación y transición. Para lograr resultados satisfactorios es fundamental una colaboración más estrecha con asociados en los ámbitos humanitario, del desarrollo y de la promoción de la paz.
Con el fin de enfrentar los distintos desafíos de carácter nacional que experimentan los países más pobres, se aprobó en diciembre de 2021 un récord de USD 33 000 millones en financiamiento para los países afectados por FCV en el marco de la vigésima reposición de recursos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). Estos fondos se destinarán a, entre otras tareas, brindar apoyo para evitar el agravamiento de los conflictos, mantener la colaboración con los países durante y después de las crisis para preservar el capital humano y las instituciones clave, y ayudar a generar oportunidades de desarrollo para los refugiados y las comunidades que los reciben. Este financiamiento amplía el cambio estratégico que en 2016 duplicó los recursos de la AIF para reducir el riesgo de fragilidad y conflicto.
Sobre la base de estos avances, el GBM está preparando una estrategia integral para abordar los factores que generan FCV en los países afectados, así como su impacto en las poblaciones vulnerables, con el objetivo último de contribuir a la paz y la prosperidad.
Si bien el mandato del GBM es el desarrollo a largo plazo, la institución actúa con rapidez cuando es necesario. A principios de marzo de 2022, el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó un apoyo presupuestario de rápido desembolso para Ucrania como parte de un próximo paquete de USD 3000 millones para este país y los países vecinos que reciben refugiados.
Cuando países de todo el mundo trabajan para controlar la propagación y los impactos de la COVID-19, el GBM ha adoptado medidas rápidas y de amplio alcance con el fin de ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su respuesta frente a la pandemia y sus sistemas de atención sanitaria. Casi un tercio de los proyectos del Banco Mundial destinados a combatir la pandemia se encuentran en más de 30 países afectados por FCV. A finales de junio de 2021, la AIF había comprometido USD 14 000 millones para países con entornos frágiles y afectados por conflictos. Los países de ingreso bajo y mediano reciben el apoyo del GBM para administrar las vacunas a los refugiados junto con el resto de la población.
Su apoyo se basa en el análisis y la estrategia de los países afectados por FCV, donde se compromete a:
· abordar las causas básicas de la fragilidad antes de que se transforme en un conflicto;
· continuar la labor en situaciones de crisis a fin de proteger el capital humano y las instituciones clave;
· fortalecer el contrato social entre los ciudadanos y el Estado;
· garantizar la inclusión de los más vulnerables y marginados.
Igualmente, para aumentar la eficacia del Banco en los entornos más inseguros, se requiere más y mejor financiamiento a escala.
El Fondo para la Construcción de los Estados y la Consolidación de la Paz (SPF) (i), creado en 2008, es el mayor fondo fiduciario mundial de múltiples donantes del GBM que apoya intervenciones en contextos de FCV. En consonancia con la Estrategia del GBM sobre FCV, la capacidad del SPF de responder rápidamente a las nuevas necesidades y su flexibilidad para trabajar en todos los países y territorios —incluidos países de ingreso mediano con focos de fragilidad, países no miembros y países en mora— ha permitido ampliar la capacidad del Banco Mundial para trabajar en estos entornos. El enfoque del SPF, basado en la demanda, le permite seguir siendo flexible y centrarse en la innovación y el financiamiento catalizador.
Para ayudar a los países de ingreso mediano a abordar la crisis de los refugiados, el Servicio Mundial de Financiamiento en Condiciones Concesionarias (GCFF) (i), establecido en asociación con las Naciones Unidas y el Banco Islámico de Desarrollo y administrado por el Banco Mundial, ha proporcionado hasta ahora más de USD 746 millones en donaciones para movilizar más de USD 5500 millones en financiamiento en condiciones concesionarias. Estas donaciones benefician a los refugiados sirios y a las comunidades jordanas y libanesas que los acogen, fomentando la creación de empleo y ampliando servicios públicos e infraestructuras vitales. También brindan apoyo a las necesidades de los ciudadanos venezolanos que huyeron de la crisis que afecta a su país, y de sus comunidades de acogida en Colombia y Ecuador.
Para cumplir su cometido, el Banco está profundizando sus conocimientos y ampliando su “conjunto de herramientas” en el ámbito de la FCV (i), lo que incluye (i):
· Un enfoque de desarrollo para los desplazamientos internos provocados por conflictos (i): en este se plantean varias recomendaciones para intensificar el apoyo a las personas que se ven desplazadas internamente a causa de los conflictos y a quienes las reciben.
· Evaluaciones de riesgos y de resiliencia: sirven de base para las intervenciones a nivel de los países y para la preparación de los diagnósticos sistemáticos de los países y los marcos de alianza con los países. Además, procuran abordar distintos tipos de riesgos y crisis importantes.
· Evaluaciones para la recuperación y la construcción de la paz: son una plataforma para ayudar a los Gobiernos y a sus asociados internacionales a identificar las actividades de recuperación y construcción de la paz, priorizarlas y establecer un orden de secuencia, y a coordinar el apoyo para su planificación y ejecución.
· Estudio conjunto de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, Pathways for Peace: Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict (Opciones de paz: Planteamientos inclusivos para prevenir los conflictos violentos) (i): se publicó en marzo de 2018 y busca ayudar a comprender mejor la manera en que los procesos de desarrollo interactúan con la seguridad, la diplomacia y otros factores para evitar que los conflictos se tornen violentos.
· Estudio emblemático Forcibly Displaced (Desplazados por la fuerza) (i): se analizan los datos disponibles para comprender mejor la magnitud del desafío, y se sugiere un enfoque del desarrollo que brinda apoyo a los refugiados y a las comunidades de acogida con soluciones duraderas.
La Corporación Financiera Internacional (IFC) (i) trabaja con el Banco Mundial, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otros asociados para identificar soluciones y oportunidades del sector privado en beneficio de los refugiados y sus comunidades de acogida. Tiene cuatro objetivos: crear empleo mediante la promoción del acceso a financiamiento y el espíritu empresarial, mejorar la prestación de servicios básicos como la educación y la energía, fomentar políticas favorables a las empresas en las zonas de acogida de refugiados, y compartir las enseñanzas adquiridas al tiempo que se afianzan las asociaciones.
Última actualización: Abr 13, 2022