CONSTRUIR
Los sistemas de protección social ayudan a las personas y las familias, en particular de sectores pobres y vulnerables, a hacer frente a las crisis, encontrar empleo, mejorar la productividad e invertir en la salud y la educación de sus hijos, y protegen a la población de edad avanzada. Los programas de protección social son esenciales para impulsar el capital humano de las personas más vulnerables del mundo. Les permiten mantenerse saludables, educarse y buscar oportunidades para salir de la pobreza junto a sus familias.
Los sistemas de protección social bien diseñados e implementados son herramientas potentes, pues fortalecen el capital humano y mejoran la productividad, reducen las desigualdades, generan resiliencia y ponen fin al ciclo de la pobreza intergeneracional. Estos sistemas y herramientas tienen un potencial transformador, ya que ayudan a los pobres y más vulnerables a mitigar las crisis económicas y fiscales, y les dan la oportunidad de salir de la pobreza y convertirse en miembros productivos de la sociedad. Cuando las personas pobres y vulnerables tienen la oportunidad de mejorar su situación y la de su familia, son menos propensas a trasladarse en busca de una mejor calidad de vida. Los programas de protección social bien estructurados son eficaces en función de los costos y representan en promedio alrededor del 1,5 % del producto interno bruto (PIB).
PROTEGER
La protección social fue clave en esta iniciativa y muchos países han adoptado instrumentos de este ámbito (por ejemplo, diversos programas) como medio para aprovechar el capital humano. Además de proporcionar ingresos complementarios a las familias en dificultades, las redes de protección social también amplían el acceso a la información y a los servicios, mejoran la productividad, protegen a los ancianos y apoyan a las personas mientras buscan trabajo.
La naturaleza rápidamente cambiante del trabajo en los países de todos los niveles de ingreso exige un enfoque totalmente nuevo en las políticas de protección social y empleo, según el informe Protecting All: Risk-Sharing for a Diverse and Diversifying World of Work (Protección para todos: Distribución del riesgo en un mundo laboral diverso y en proceso de diversificación) (i). En este documento se propone un enfoque sobre la protección del trabajador y la seguridad social más adaptado a un mundo laboral cada vez más diverso y variable.
DAR EMPLEO
La protección social ayuda a las personas a ser productivas y desarrollar su capital humano. La agenda del empleo es un elemento central del Proyecto de Capital Humano (PCH). Todos los meses, 2 millones de jóvenes se unen a la fuerza laboral, un desafío que se ve agravado por el hecho de que 200 millones de personas no tienen empleo y buscan trabajo. De aquellos que trabajan, el 65 % está “atrapado” en empleos de baja productividad. Las perturbaciones causadas por la COVID‑19 en las vidas de los trabajadores, los mercados laborales y los medios de subsistencia han puesto de manifiesto nuevamente la importancia de la agenda de empleo.
Para lograr la transformación económica en los países más pobres es prioritario prepararse para los trabajos del mañana al tiempo que se concretan hoy las inversiones cruciales en capital humano. Como parte del PCH, el Banco Mundial ayuda a los Gobiernos a dotar a la próxima generación de trabajadores de las habilidades necesarias para desempeñarse en los tipos de empleos que se requerirán en el cambiante mundo laboral. Esto exige, además, darles las herramientas para que puedan pasar de actividades poco productivas a tareas de mayor productividad, bajo el liderazgo de un sector privado dinámico y con el apoyo de políticas públicas.
PROTECCIÓN SOCIAL UNIVERSAL
El Grupo Banco Mundial apoya el acceso universal a la protección social y lo considera un elemento central para lograr sus objetivos de poner fin a la pobreza e impulsar la prosperidad compartida.
La protección social universal incluye: asistencia social a través de transferencias monetarias a quienes las necesitan, particularmente los niños; beneficios y apoyo para las personas en edad de trabajar en caso de maternidad, discapacidad, accidentes laborales o desempleo, y cobertura de pensiones para los ancianos. La asistencia se otorga mediante mecanismos de seguro social, beneficios sociales financiados con impuestos, servicios de asistencia social, programas de obras públicas y otros sistemas que garantizan la seguridad del ingreso básico.
Los sistemas de protección social ocupan un lugar destacado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En el Objetivo 1.3 se insta a “poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos, y, para 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los más vulnerables”.
Desde abril de 2020, las operaciones de protección social del Banco Mundial alcanzaron los USD 12 500 millones y beneficiaron a casi 1000 millones de personas de todo el mundo. Con estos recursos se respaldan programas de protección social, como transferencias monetarias, obras públicas y esquemas de alimentación escolar.
Junto con los programas de protección social universal, las intervenciones focalizadas resultan muy útiles para ayudar a alcanzar una cobertura universal. En un nuevo informe titulado Revisiting Targeting in Social Assistance: A New Look at Old Dilemmas (Revisión de la focalización en la asistencia social: Una nueva perspectiva sobre dilemas antiguos) se ofrece un análisis exhaustivo de los beneficios y costos de la focalización de la protección social, así como de las ventajas y desventajas de diversos métodos de focalización sobre la base de la experiencia de más de 130 países.
Hoy, los sistemas de protección social ofrecen asistencia social y seguros a los pobres y vulnerables, los vinculan con los empleos, les permiten mejorar la productividad e invertir en la salud y la educación de los hijos, y protegen a la población de adultos mayores. Si bien se han logrado avances en cuanto al diseño y la promoción de los programas de asistencia social y los sistemas de prestación de servicios, es igualmente importante hacer grandes inversiones en iniciativas dirigidas a mejorar las oportunidades de empleo y de generación de ingresos, y ampliar los programas de seguro social.
Respuesta a la COVID‑19
Los sistemas de protección social eficaces son cruciales para resguardar a la población pobre y vulnerable cuando se produce una crisis. En respuesta a la COVID‑19, el Grupo Banco Mundial está trabajando con rapidez para implementar intervenciones de protección social que resguarden a los pobres y vulnerables de los países en desarrollo frente a los impactos adversos de la pandemia.
Durante la pandemia, la institución ha aprovechado los sistemas de protección social vigentes en los países para ayudar a las familias y las empresas a recuperar sus ingresos, preservar los medios de subsistencia y compensar el aumento de los precios y los gastos médicos imprevistos. También continúa ayudando a los países a preparar más adecuadamente sus sistemas de protección social y a generar resiliencia para enfrentar crisis futuras.
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Última actualización: Mar 28, 2022