ARTÍCULO

Movilizar miles de millones y billones de dólares para el financiamiento relacionado con el clima

Abril 18, 2015


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Las autoridades del Grupo Banco Mundial, el FMI y las Naciones Unidas dieron la bienvenida a ministros de 42 países, que asistieron a una reunión sobre el clima.


TITULARES
  • Las sesiones de las Reuniones de Primavera 2015 del Grupo Banco Mundial y del FMI congregaron a representantes de los Gobiernos, los inversionistas, las empresas y la sociedad civil para analizar maneras de movilizar los billones de dólares que se necesitan a nivel mundial para abordar el cambio climático.
  • La fijación del precio del carbono y la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles son dos medidas que los Gobiernos pueden adoptar para liberar y aumentar los fondos públicos. En otras sesiones se analizó el papel que pueden desempeñar los bancos de desarrollo y los bancos centrales para fomentar una mayor inversión en el crecimiento con bajos niveles de emisiones de carbono.

Todas las sesiones relacionadas con el financiamiento de la transición a un crecimiento con bajas emisiones de carbono y resiliente se caracterizaron por tres aspectos que distinguieron a  las Reuniones de Primavera 2015 del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI): hubo una gran cantidad de asistentes; en ellas se manifestó una mayor claridad de objetivos y un mayor sentido de urgencia, y contaron con la participación de todos los sectores de la economía, incluyendo a representantes de los Gobiernos, bancos centrales, instituciones de desarrollo, empresas, inversionistas y la sociedad civil.

La reunión ministerial sobre el clima, (i) que también tuvo esas tres características, congregó a 42 ministros de Finanzas y Desarrollo, autoridades del Grupo Banco Mundial, el FMI y las Naciones Unidas, y dirigentes empresariales e inversionistas, quienes debatieron acerca de cómo satisfacer las necesidades de financiamiento relacionado con el clima en el mundo y de qué manera la fijación del precio del carbono puede reducir las emisiones y aumentar los fondos públicos para un desarrollo limpio y con capacidad de adaptación.

En otras sesiones se dieron a conocer  mecanismos de los bancos centrales para incentivar las inversiones con bajo nivel de emisiones de carbono y se analizó cómo los objetivos a largo plazo para la energías renovable y la eficiencia energética y los conjuntos de medidas de políticas, incluida la reforma de los subsidios a los combustibles fósiles, pueden orientar las inversiones hacia fuentes más limpias. En todas, se señaló la necesidad de que exista un crecimiento limpio con bajas emisiones de carbono y maneras de reducir las emisiones y aumentar el financiamiento relacionado con el clima.

“En menos de nueve meses, los negociadores sobre el clima estarán en París para finalizar un acuerdo internacional destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y comenzar a frenar los impactos del cambio climático. Su éxito dependerá en gran medida de cómo los líderes, muchos de ellos presentes aquí en las Reuniones de Primavera, formularán las políticas económicas y catalizarán el financiamiento para responder a los riesgos de nuestro planeta que se calienta rápidamente”, dijo Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial, a los invitados de los sectores público y privado en una reunión sobre financiamiento climático, (i) organizada en forma conjunta con el Banco Europeo de Inversiones.

Magnitud del desafío

Durante los próximos 15 años, la economía mundial requerirá aproximadamente US$89 billones (i) en inversiones de infraestructura urbana, energética y de los sistemas de uso del suelo, además de US$4,1 billones en inversiones adicionales para la transición a bajos niveles de carbono de modo que el aumento de temperatura no exceda los 2 °C y se mantenga dentro de este límite acordado a nivel internacional.

Además, los países desarrollados están trabajando para cumplir con un compromiso adquirido en 2010 de movilizar US$100 000 millones anuales antes de 2020, procedentes de fuentes públicas y privadas, para la mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo. Mostrar las vías para cumplir con ese compromiso de US$100 000 millones será importante para generar confianza y seguridad en torno a las negociaciones sobre el clima en París que se espera den como resultado un nuevo acuerdo internacional a fines de este año.


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La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, se dirige a los asistentes de la reunión ministerial sobre el clima, realizada durante las Reuniones de Primavera del Grupo Banco Mundial y del FMI.


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Laurence Tubiana, representante especial del ministro francés de Asuntos Exteriores ante la Conferencia sobre el Clima de París 2015 (COP21) y embajadora de Francia para las negociaciones climáticas, habla en un encuentro sobre la fijación del precio del carbono, organizado por el Gobierno de Suecia.


Fijación del precio del carbono y combustibles fósiles

La fijación del precio del carbono y la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles son dos medidas que los Gobiernos pueden adoptar para liberar y aumentar los fondos públicos. Si tan solo un pequeño porcentaje del dinero ahorrado, gracias a la  eliminación de los subsidios, o de los ingresos obtenidos del impuesto sobre el carbono o los mercados del carbono se destinara al financiamiento climático, los Gobiernos podrían ayudar a cumplir con el compromiso de los US$100 000 millones y otras necesidades en materia de mitigación y adaptación.

La reunión ministerial sobre el clima estuvo encabezada por el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim; la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. En la ocasión, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, y ministros de China, India, Brasil, Sudáfrica y otros países escucharon a ejecutivos empresariales que explicaron cómo un precio estable del carbono puede incentivar la innovación y la adopción de medidas para fomentar un crecimiento ecológico. Además, la primera ministra de Columbia Británica, Christy Clark, también expuso sobre la experiencia de esta provincia canadiense, donde se aplica un mecanismo de precios del carbono que es neutro en relación con el contribuyente, que ha permitido reducir los impuestos personales y los impuestos sobre las empresas, y donde también existe un crédito para ayudar a compensar los costos para los pobres.

Varios ministros expresaron su preocupación acerca de la necesidad de asegurar el flujo de financiamiento. Otros analizaron la importancia de la fijación del precio del carbono en el fomento de la innovación y la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero.

A comienzos de la jornada, la ministra de Finanzas de Suecia, Magdalena Andersson, describió a otra sala llena de funcionarios gubernamentales y líderes empresariales y de la sociedad civil cómo su país había implementado un elevado impuesto al carbono a la medida de su economía y, con el tiempo, había desvinculado el crecimiento de las emisiones. (i)

“Esto ha impulsado el crecimiento económico y el aumento de la eficiencia en Suecia”, dijo Andersson. “Se puede combinar el crecimiento económico sostenido con una reducción de los gases de efecto invernadero”.

La coalición “Simpatizantes de la Reforma de los Subsidios a los Combustibles Fósiles”, integrada por ocho países, junto a Francia se hicieron cargo de otra fuente potencial de financiamiento climático y reducción de los gases de efecto invernadero. El grupo dio a conocer un comunicado, (i) en que se instó a la eliminación gradual de los subsidios antes de la conferencia de París, argumentando que los nocivos subsidios estimulan la generación de residuos y benefician de manera desproporcionada a los hogares más ricos. Los casi US$550 000 millones anuales que se gastan en subsidios a los combustibles fósiles pueden ser destinados a  otros usos públicos, como el financiamiento relacionado con el clima para un desarrollo sostenible.

Bancos centrales

Respecto de la transformación económica, UNEP Inquiry impulsó un debate acerca de "una revolución silenciosa" en marcha destinada a rediseñar los sistemas financieros para un crecimiento con bajos niveles de carbono. Los entes reguladores financieros, los órganos normativos y los bancos se están replanteando las normas que rigen los sistemas financieros desde una perspectiva de la sostenibilidad, dijeron los oradores.

Ma Jun, economista jefe del Banco Popular de China, dio a conocer un panorama general sobre algunas de las innovaciones que se consideran en su país con motivo de la elaboración del decimotercer plan quinquenal chino. En los próximos cinco años, dijo, China necesitará alrededor de 2 billones de yuanes (US$322 000 millones) en inversiones anuales. El sistema fiscal puede satisfacer aproximadamente el 15 % de esa cantidad, agregó, dejando un gran porcentaje que debe ser cubierto por el sector privado.

China está analizando un mayor uso de los bonos verdes, la entrega de préstamos descontados para proyectos que no afectan el clima y el desarrollo de bancos y fondos ecológicos. Actualmente, tiene siete mercados piloto de carbono y prevé lanzar un mercado nacional del carbono en 2016. El economista jefe planteó que el financiamiento proveniente tanto del sector público como privado podría ayudar a aumentar la participación de los inversionistas privados en proyectos de infraestructura.

Inversión privada

Las reuniones pusieron de manifiesto que existe una comprensión cada vez mayor en los sectores privado y público acerca de los riesgos que el cambio climático plantea para las cadenas de suministro, los activos empresariales y la sociedad en general. Los inversores, especialmente los inversores a largo plazo como los fondos de pensiones, que estuvieron representados en las reuniones, han aumentado la presión sobre las empresas para que prefieran inversiones más limpias y eviten los activos con alto nivel de emisiones que pueden quedar inmovilizados en una economía que intenta alejarse de los combustibles fósiles.

Atiur Rahman, gobernador del Banco Central de Bangladesh, dijo en el evento del Banco Europeo de Inversiones y del Banco Mundial que observa un cambio de mentalidad en los bancos del país y un apoyo cada vez mayor a los proyectos verdes. Explicó que un factor clave ha sido el liderazgo desde que el banco central comenzó a centrarse en el impacto climático.

Los inversores señalaron en varias sesiones que los activos inmovilizados plantean otro riesgo. Esto surgió por ejemplo en el debate de Carbon Tracker acerca de los límites a la cantidad de reservas de combustibles fósiles del mundo que pueden ser quemadas y aún así evitar que la temperatura del planeta aumente más de 2 °C y lo que eso significa para la construcción de fuentes de energía en la actualidad.

La magnitud de los desafíos en materia de financiamiento en el futuro y los debates revelaron la necesidad de basarse en los trabajos de los otros y establecer metas, dijo Rachel Kyte, vicepresidenta y enviada especial para el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial. “Una cosa que quedó muy clara es que hay que saber hacia dónde uno se dirige. Hay que tener objetivos claros a nivel nacional”, señaló Kyte. Hacer que el mundo siga una trayectoria de desarrollo más inocuo para el medio ambiente requerirá nada menos que una transformación económica.


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