El poder de los primeros días
En los departamentos de Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y Totonicapán, todos con altos niveles de pobreza, personal de salud, comadronas, trabajadores sociales, educadores y nutricionistas trabajan cada día con un enfoque en los primeros días de vida, desde la concepción hasta los dos años, que son determinantes para el desarrollo infantil. Allí cobra relevancia el Proyecto Crecer Sano, una iniciativa del Gobierno de Guatemala, con apoyo del Banco Mundial, que busca mejorar los indicadores de nutrición infantil en el país.
“Iniciamos con la alimentación del niño desde el día uno de vida- con lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses. Es de suma importancia y es el único alimento que el niño necesita en ese periodo”, comenta Yoselin Mendoza, nutricionista en el Puesto de Salud de Potrero Viejo III, en Quiché, que tiene clara la importancia de una buena nutrición desde edades tempranas.
Además, añade que “la lactancia materna está siempre disponible, no tiene costo. Aporta vitaminas, minerales y es lo mejor para el niño”. Y anota que “afortunadamente, en las comunidades que atendemos “me atrevería a decir que la mayoría de las madres brindan lactancia materna. Tenemos madres primerizas, y otras con varios niños y han podido dar leche materna sin dificultad”, explica.
Señales de cambio: más lactancia exclusiva
Los cambios ya se sienten en las comunidades. , superando la meta del 65 % y marcando un avance claro frente al 59.4 % registrado en 2022.
“Nos enseñan a dar leche materna, y como dicen las enfermeras, si no les damos leche - entonces - no crecen sanos, y se vuelven débiles”, comenta Laura Guarcas, madre de la comunidad de Semejá II.
Uno de los pilares del proyecto es el monitoreo del peso y la talla. “monitoreamos el crecimiento de los niños menores de 2 años de manera mensual”, explica Yoselin Mendoza. “Nos enfocamos en los primeros 2 años de vida… si este niño alcanza su desarrollo máximo, su crecimiento será mucho más adecuado… y le afectarán menos las enfermedades respiratorias y diarreicas que frenan su desarrollo e impactan directamente su nutrición.”
Sara Pacajoj, auxiliar de enfermería, añade “desde que la mujer está embarazada, iniciamos el control para que su bebé tenga un peso y talla adecuados al nacer. Si detectamos bajo peso, orientamos a la madre sobre cómo debe ser su alimentación en casa.”
Este monitoreo permite intervenciones tempranas, especialmente en zonas donde los recursos son limitados y el acceso a atención médica es escaso. Verónica Orozco, Coordinadora del Distrito Municipal de Salud de Zacualpa añade que “la desnutrición crónica afecta el desarrollo psicomotor y el sistema nervioso… lo que lleva a problemas de aprendizaje, a la deserción escolar, limitando sus oportunidades en la vida adulta.”