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África: Panorama general

África subsahariana es una región sumamente diversa, conformada por países de ingreso bajo, mediano bajo, mediano alto, y alto —de los cuales 22 son frágiles o están afectados por conflictos— y 13 pequeños Estados que se caracterizan por ser poco poblados y tener un capital humano limitado y una superficie terrestre reducida. Dotado de ricos recursos naturales, de la mayor zona de libre comercio del mundo y de un mercado de 1200 millones de personas, el continente puede forjar una nueva vía de desarrollo, aprovechando el potencial de sus recursos y sus habitantes.

Sin embargo, la región enfrenta varios desafíos de desarrollo. Según el informe actualizado sobre la economía de la región, se prevé que el crecimiento de África subsahariana bajará del 3,6 % en 2022 al 2,5 % en 2023. El aumento de los conflictos y la violencia en toda la región ejerce un efecto amortiguador en la actividad económica, y las crisis climáticas pueden exacerbar esta fragilidad. Alrededor de 462 millones de habitantes aún viven en situación de pobreza extrema en 2023. La reciente policrisis —cuestiones relacionadas con el clima, la pandemia de COVID-19 y los conflictos cada vez mayores— ha acelerado el aumento de la deuda. La región continúa haciendo frente a altos riesgos de sobreendeudamiento: 21 países se encontraban en alto riesgo de sobreendeudamiento externo o ya estaban en esa situación en junio de 2023. Varios países, entre ellos Chad, Zambia y Ghana, han iniciado esfuerzos de reestructuración de la deuda para restablecer la sostenibilidad y reconstruir el espacio fiscal.

El crecimiento sigue siendo desigual en todo el continente. Mientras que África oriental registrará una tasa de crecimiento del 1,8 % en 2023, se espera que África occidental crezca un 3,3 % este año. En general, el desempeño económico de África subsahariana todavía se ve frenado por resultados inferiores al promedio de los países más grandes del continente. Los cuellos de botella en el sector de la energía y el transporte continúan obstaculizando las actividades económicas en Sudáfrica, mientras que el modesto crecimiento de Nigeria puede atribuirse a los desafíos en su sector petrolero. Además, es probable que los conflictos y los golpes militares en países como Sudán, Níger y Gabón frenen el crecimiento de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central y de algunas naciones del Sahel.

Aprovechar el potencial de los recursos naturales proporciona una oportunidad para mejorar la sostenibilidad fiscal y de la deuda de los países africanos. Los recursos naturales (petróleo, gas y minerales) ofrecen una enorme oportunidad para las economías de África subsahariana durante la transición hacia una producción de energía con bajas emisiones de carbono.

África también puede allanar el camino hacia un crecimiento inclusivo invirtiendo en su potencial humano. En las próximas tres décadas, la región experimentará el aumento más rápido de la población en edad de trabajar de todas las regiones, con un aumento neto proyectado de 740 millones de personas para 2050. Hasta 12 millones de jóvenes ingresarán al mercado de trabajo en la región cada año a lo largo de los próximos decenios, aunque actualmente solo se crean unos 3 millones de nuevos empleos asalariados formales al año. A medida que las economías de la región se recuperen a un ritmo más rápido en los años venideros, las políticas deberían orientarse a distribuir los beneficios de crecimiento de manera más equitativa entre la población invirtiendo en capital humano, fomentando la diversificación económica y promoviendo un crecimiento favorable al empleo.