Durante las últimas dos décadas, Paraguay ha experimentado un crecimiento económico gracias a términos de intercambio favorables que permitieron mejoras en los precios de los productos que el país exporta y a políticas macroeconómicas sólidas, que incluyen reformas institucionales como el mecanismo de metas de inflación y la legislación de responsabilidad fiscal.
A pesar de ello, las condiciones climáticas que afectaron las exportaciones agrícolas y de energía hidroeléctrica, el bajo desempeño de sus socios comerciales y la pandemia de la COVID-19 han afectado el crecimiento en los últimos años, reduciendo el crecimiento del PIB del promedio de 4,4% entre 2003 y 2018 a 0,7% entre 2019 y 2022.
El año 2022 cerró con un crecimiento de -0,3%, pero a medida que se normalicen las condiciones climáticas, se proyecta un crecimiento del 4,8% para 2023.
En este sentido, la tasa de pobreza se encuentra en un 19%, volviendo a sus niveles previos a la pandemia, pero la sequía, la alta inflación (9,8%) y la reducción de asistencia económica a los más humildes relacionadas con la pandemia, hicieron que la pobreza extrema aumentara del 4,1% en 2021 al 5,2% en 2022.
Para 2023, la inflación promedio se proyecta en 5,3% y se espera que disminuya para 2024-2025, siempre que los precios mundiales de combustibles y de alimentos sigan a la baja.
Si bien la estabilidad macroeconómica es altamente valorada, Paraguay tiene desafíos importantes.
Utilizando datos anteriores a la pandemia, el Proyecto de Capital Humano del Banco Mundial estimó que un niño nacido en Paraguay en el año 2020 solo alcanzaría el 53% de la productividad que podría haber alcanzado si tuviera pleno acceso a la salud y a la educación. Este resultado es inferior a los promedios regionales y a los de los países de ingresos medios altos.
Por otra parte, su alta vulnerabilidad al cambio climático requiere especial foco. En el futuro se espera que los eventos meteorológicos sean más frecuentes e intensos, por lo que se necesitan cambios estructurales para aumentar la productividad y la capacidad de recuperación. Para lograr esto, es importante fortalecer la gobernanza y hacer cumplir las regulaciones, así como invertir en capital humano e infraestructura, especialmente para adaptarse al cambio climático y aprovechar las oportunidades de una economía más verde. Para financiar estas y otras inversiones, Paraguay necesita generar más ingresos internos de manera justa y eficiente, mejorar la calidad del gasto público y atraer más inversión privada.
Última actualización: Abr 04, 2023