ARTÍCULO

Avanza con éxito la limpieza de restos de uranio en Mendoza

Septiembre 10, 2012


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Obra de restitución ambiental en Malargüe, provincia de Mendoza, Argentina.

Banco Mundial

TITULARES
  • Se trata de la primera obra en Argentina que encapsulará restos del mineral.
  • La iniciativa busca resolver un pasivo ambiental histórico en Malargüe.
  • Está prevista la construcción de un parque temático, una vez finalizado el proyecto.

Pocos minutos después de que el sol comienza a calentar los picos nevados de la cordillera de los Andes, en la ciudad de Malargüe, en Mendoza, arranca una jornada laboral atípica no sólo para la comunidad sino para todo el país. Sucede que allí se está llevando a cabo la primera obra de restitución ambiental de la minería del uranio en Argentina.

“La remediación se realiza con materiales naturales como la arcilla, la arena, la grava y la roca. Gracias a ellos, se logra encapsular las colas de mineral de uranio, que quedaron acumulados luego de que se cerró en 1986 el Complejo Fabril Malargüe, donde se procesó uranio para la fabricación de elementos combustibles para reactores o centrales nucleares”, explica Juan Guillermo Díaz, el jefe de ingeniería en Malargüe del Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU), que está a cargo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

En total, 710.000 toneladas de restos de suelos con minerales de uranio, que poseen muy baja radioactividad, resultarán encapsulados en un área de 12 hectáreas, que está situada en un predio de 42 hectáreas donde se prevé construir un parque temático.

“Un 15% del encapsulado ya está listo y se calcula que toda la obra estará terminada en el 2015”, afirma Díaz. Una vez concluido, el procedimiento evitará la dispersión del material al suelo, aire y agua, minimizando el contacto con el ambiente y la comunidad, donde habitan 28.000 personas.

“El proyecto busca reducir potenciales riesgos para la salud de la población que podrían resultar al entrar en contacto de forma prolongada con los residuos, sobre todo teniendo en cuenta que el sitio está en la periferia de la ciudad ”, cuenta Catalina Marulanda, Gerente del Proyecto por el Banco Mundial. Además, se fortalece a la CNEA en el manejo del cierre de este tipo de minas, de acuerdo a prácticas internacionales.

“En el país, hay otros siete sitios donde quedan pasivos ambientales y también dentro del proyecto, se estudiarán diferentes opciones de remediación junto a la CNEA y de acuerdo a buenas prácticas ambientales y sociales”, señala Marcelo Acerbi, Especialista Ambiental del Banco.


" Soy el único que trabaja en el sitio desde 1976, cuando funcionaba el complejo fabril. Ahora, como coordinador administrativo, espero ver el área descontaminada antes de jubilarme. "

Daniel Blajevitch

Trabajador de la obra

Un área bajo control

Aproximadamente 15 camiones por día se utilizan para trasladar materiales desde las canteras de arcilla y roca que se sitúan a pocos kilómetros de la obra y por el predio, donde distintos técnicos y operarios trabajan de manera ordenada y precisa. “Es importante respetar las condiciones de seguridad de los empleados y las rutinas de limpieza de los camiones”, señala Díaz.

Además de las tareas relacionadas al encapsulado, en el área se cumplen diversas funciones de monitoreo ambiental: se toman muestras de suelos y agua, hay controles radiológicos (gamma y radón) y se mide el material particulado en el aire. También se monitorean los terrenos vecinos  y se realizan mediciones en el agua hasta 40 kilómetros de distancia. “Todos estos resultados están dentro de los valores permitidos por la normativa vigente”, aclara Díaz.

Daniel Blajevitch, de 62 años, convirtió esta obra en un desafío personal. “Soy el único que trabaja en el sitio desde 1976, cuando funcionaba el complejo fabril. Ahora, como coordinador administrativo, espero ver el área descontaminada antes de jubilarme”, confiesa.

El Complejo Fabril Malargüe abrió en 1954 y fue la primera planta de concentrado de uranio de América Latina. El uranio provenía de las minas Huemul, a 50 kilómetros al sur de Malargüe, y de la mina Sierra Pintada, cerca de San Rafael, a 200 kilómetros.

El uranio es utilizado en centrales nucleares (como Atucha I y Embalse) que generan electricidad para uso doméstico e industrial y en reactores de investigación, que sirven en el área de la industria, el agro y la salud, como en el caso de la medicina nuclear.


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