La semana pasada se reunieron en la capital colombiana académicos y altos ejecutivos de medios públicos de toda América Latina para reflexionar sobre un desafío: Cómo garantizar la sostenibilidad económica, social y cultural de estos medios frente al avance de la cultura digital y de la multiplicidad de perfiles de los órganos de comunicación pública en la región.
No es un secreto que son pocos los medios públicos latinoamericanos que puedan competir en audiencia y en calidad de contenidos con los medios privados. A eso hay que sumarle que el número de dispositivos móviles en la región ya se acerca al 100% (uno por habitante), lo cual convierte prácticamente a cada latinoamericano en un generador de contenidos.
Los medios públicos latinoamericanos enfrentan, además, la percepción en muchos países de la región de que están al servicio no de la ciudadanía sino de quienes ocupan el gobierno.
La interrogante, entonces, parece pertinente: ¿cómo hacer que los medios públicos sean sostenibles en el tiempo?
Los expertos reunidos en Bogotá en el VI Foro Latinoamericano de Medios Públicos plantearon una serie de propuestas que apuntan a que los medios públicos sean realmente de todos, representen a las minorías sin dejar de hablarles a las mayorías, hagan un servicio público y contribuyan a fortalecer el desarrollo y la inclusión social en el continente.
La ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garcés Córdoba, anfitriona del evento, propuso que la televisión pública se ponga al servicio de la gente y habló de los esfuerzos de su gobierno para que este medio llegue a todos “sin ninguna restricción y ningún costo”.
El vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar, explicó en su intervención por qué la institución que representa –enfocada en temas de desarrollo – ha respaldado este encuentro en seis ocasiones.
Con más latinoamericanos saliendo de la pobreza e incorporándose a la clase media, crece no solo la demanda de mejores servicios sino también la aspiración a gobiernos más transparentes.
“Es en este contexto que reconocemos que el pluralismo y la diversidad de medios, de voces en los medios; la libertad de expresión; la circulación de ideas; el acceso a la información y la rendición de cuentas a la ciudadanía, son todos valores esenciales de la institucionalidad y constituyen un instrumento fundamental para el desarrollo con inclusión”, dijo Familiar.
Por su parte, John Jairo Ocampo, recientemente designado director de RTVC (el sistema de medios públicos de Colombia) afirmó que “los medios públicos le hablan a los ciudadanos, no a los consumidores”. Desde esta posición, destacó el papel de los medios públicos en el fortalecimiento de la democracia en Colombia, se comprometió a impulsar el avance hacia la televisión digital y prometió que en su país habrá televisión pública “para rato”.
Guilherme Canela, Consejero regional de Comunicación e información para la UNESCO, presentó los cuatro indicadores que según ese organismo debe tener un medio público:
- independencia editorial de los poderes públicos y económicos,
- un sistema de gobernanza que atienda las exigencias de los verdaderos dueños del medio público: los ciudadanos,
- un mecanismo de financiación que evite presiones de quienes aportan los fondos, y
- un contenido que esté al servicio de la ciudadanía.
“El rompecabezas de los ecosistemas de medios de comunicación depende de la existencia de medios privados independientes, de medios comunitarios también independientes, pero también de medios públicos robustos y potentes”, dijo Canela.
Añadió que sin esas condiciones no es posible ofrecer un componente esencial para la ciudadanía, que es una sociedad informada y con acceso a entretenimiento de buena calidad.
