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Tanzanía: en la remota aldea de Gidewari, la energía solar es una solución para el problema del agua

Junio 06, 2017


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  • Las bombas de agua que funcionan con energía solar están cambiando las vidas de los aldeanos que solían caminar más de 8 kilómetros diarios para conseguir agua dulce.
  • Las bombas solares siguen operando incluso después del término de los proyectos de instalación de las mismas, porque son mucho más asequibles para los pobladores que las bombas diésel o las bombas eléctricas.
  • Recolectar agua potable en un grifo o una bomba en las cercanías de sus viviendas permite a las mujeres ahorrar varias horas al día.

La población de3600 habitantes de la aldea de Gidewari atravesó hace un tiempo una situación muy irónica: pese a vivir al lado de un lago, los habitantes debían caminar más de 8 kilómetros cada día para conseguir agua. El lago Gidewari es muy salino y, por tanto, su agua no es apta para el consumo humano o animal.

“Mi primera tarea todos los días era ir muy temprano a buscar un bidón de 20 litros de agua a la iglesia católica de Dareda, que está a cinco kilómetros de mi casa, y luego volver a mi hogar”, dijo Rosalie Margwe, esposa y madre de tres hijos. “El agua no estaba limpia, pero no teníamos otra opción”.

Para quienes no podían caminar esa distancia a la iglesia, la alternativa era comprar tres bidones de 20 litros de agua por 1000 chelines (equivalentes a USD 0,44 centavos) o 330 chelines el bidón si el vendedor lo vendía al detalle. “Eso es mucho dinero aquí para gastarlo en un solo día”, señaló Margwe.

La estación de lluvias era un alivio muy bienvenido por esta comunidad, en su mayoría conformada por pastores. “En esos momentos podíamos recoger agua en los ríos estacionales, aunque es agua era turbia y poco segura porque también la utilizaban nuestras vacas. Como resultado, muchas personas contrajeron enfermedades transmitidas por el agua, y los tratamientos eran muy caros”, agregó.

Gidewari se encuentra a 50 kilómetros de la ciudad de Babati en la región de Manyara, al norte de Tanzanía. El distrito de Babati se alza sobre la escarpadura de Dabil-Dareda en el Gran Valle del Rift y se ubica al lado del Parque Nacional de Tarangire, muy rico en recursos naturales. El lago Babati, con sus famosos hipopótamos, y el lago Manyara, con una variada vida silvestre, atraen a muchos turistas.

“Teníamos que cuidar nuestros jardines, pero incluso con la ayuda de toda la familia ocupábamos al menos cuatro horas diarias en la recolección de agua para uso doméstico y para nuestros animales. A veces era necesario que los niños faltaran a la escuela o que llegaran tarde, para que ayudaran a traer el agua”, relató Elizabeth Safari, una habitante de la aldea de Getamur.

La ayuda para los aldeanos finalmente llegó en noviembre de 2016 con el proyecto hídrico Birisima. Esta iniciativa, financiada por Water Mission, el Banco Mundial y el Fondo Nórdico de Desarrollo, forma parte de un grupo de comunidades rurales pioneras que emplean ahora bombas de energía solar (i) para el abastecimiento de agua en las zonas rurales de Tanzanía.

Hasta hace poco, la mayoría de los proyectos de agua comunitarios utilizaban electricidad o generadores diésel.

Avanzar hacia el uso de la energía solar

El uso de la energía solar ha tenido un impacto financiero notable en las operaciones de abastecimiento de agua en las zonas rurales. Si bien las tecnologías que funcionan con electricidad y diésel representan una carga financiera que ha demostrado ser muy cara e insostenible para las comunidades rurales en Tanzanía, la energía solar puede considerarse como un subsidio energético por un periodo de 20 años. A través de la energía solar, una aldea podrá tener energía de forma gratuita durante todo el periodo que dure el sistema hídrico solar, y ahorrar para futuras reparaciones y necesidades de mantenimiento.

“Nunca esperé en mi vida ver una llave de agua tan cerca de mi casa”, dijo Nada Gidatu, un anciano que forma parte del comité de 14 miembros que supervisa el proyecto. “Nuestro estilo de vida ha cambiado mucho debido que ahora el agua está a nuestro alcance”.

La capacidad de producción de la bomba de agua solar es cerca de 24 000 litros diarios, sobre la base de 6,5 horas de bombeo. “El agua es segura y está limpia ya que se la trata con cloro”, explicó Jason Asugu, coordinador del proyecto.

El agua para el proyecto Birisima proviene de los manantiales naturales ubicados en las colinas de Endamit, en la frontera que separa los distritos de Babati y Hanang, a casi 18 kilómetros de Gidewari. Desde el 30 de noviembre de 2016, se ha proporcionado agua potable segura a 2000 de los 3500 habitantes de seis caseríos en la aldea de Gidewari por un precio de solo 30 chelines el bidón, lo que representa un ahorro enorme en tiempo y costo, que ya está teniendo un impacto positivo en la población.

Entre los caseríos beneficiados se encuentran Gidewari, Endebenye, Getamur, Qwowy y Endadu, así como el internado Birisima, de propiedad estatal, y la escuela primaria de Gidewari; estas dos últimas instituciones recogen ahora su agua en el punto de recolección de Busta. El 15 % de los ingresos de los seis puntos de recolección se destina a la remuneración de los operadores de estos lugares, mientras que los fondos restantes se depositan en una cuenta bancaria separada para el mantenimiento del proyecto.

Isack Abdiel, quien supervisó la implementación del proyecto en representación de Water Mission, ha sido testigo del cambio radical producido en las comunidades locales. “Hay altos niveles de pobreza en esta aldea”, dijo. “Pero con el agua potable, y los ahorros en tiempo, la salud y el bienestar en general de las personas solo pueden mejorar. Ya podemos ver que se están abriendo pequeñas tiendas en los alrededores de Gidewari”.


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