Pregunta: ¿Cuándo y por qué empezaste a trabajar con los Pueblos Indígenas?
Martin: Comencé en 1972, cuando fui a la Amazonía colombiana y viajé durante seis meses en canoa. La gente hablaba idiomas que no entendía, pero nos comunicábamos a través de sonrisas. Fue durante ese viaje que vi cómo las culturas indígenas estaban siendo destruidas por la invasión de la cosmovisión occidental y decidí hacer algo al respecto. Con los ancianos, intercambiamos mitos de los orígenes, hablando de héroes, dioses, vida y naturaleza, lo que me permitió acceder y empezar a entender su cosmología y prácticas tradicionales para salvaguardar el medio ambiente.
Mi plan original era quedarme un par de años, pero 45 años después todavía estoy aquí. Pude relacionarme con ellos y ganarme su confianza; y luego me volví más político e inicié mi lucha por el reconocimiento de los territorios colectivos indígenas—resguardos— y los derechos indígenas (incluidos los relacionados con la protección de sus lenguas). Actualmente, los Pueblos Indígenas en la Amazonía colombiana poseen un territorio del tamaño del Reino Unido y sus derechos están protegidos por la Constitución. Tal vez su mayor logro es que han recuperado su dignidad y entienden que el mundo occidental no es superior y que su cultura es igualmente válida. Ahora debemos ir más allá de simplemente reconocer sus derechos y trabajar con ellos de la mano, en igualdad de condiciones para proteger la selva tropical.
P: ¿Cuál es la relación entre las lenguas y conocimientos indígenas con la conservación de la biodiversidad?
Martin: La visión del mundo de los Pueblos Indígenas es la creencia fundamental de que los seres humanos, los animales, las plantas, la tierra y los ríos se equilibran entre sí como partes integrales de la vida. Esta comprensión holística del mundo se expresa y se mantiene viva a través de sus lenguas, rituales y mitología. Su lenguaje es parte de su identidad y es el espíritu de sus culturas. A través del lenguaje, no solo se refleja su conocimiento, sino la manera íntima de entender la naturaleza y cómo los seres humanos se relacionan con ella.
La forma actual predominante de los pueblos no indígenas de entender la naturaleza y cómo conservarla es incompleta, ya que se basa en que los seres humanos perciben a las plantas y animales como objetos y no como sujetos que integran el sistema. Este enfoque desconoce la intuición y el profundo sentimiento y comprensión de cómo las personas se relacionan con nuestro entorno de manera integral.
Los Pueblos Indígenas tienen esta profunda comprensión y fortalecen su conexión con la tierra, bosques, ríos, etc. Es una forma de entender y vivir en flujo armónico con la naturaleza. Esta cosmovisión los ha hecho resilientes, y el uso y manejo sostenible de sus recursos naturales les ha ayudado a sobrevivir a la dominación y la destrucción. Afortunadamente, estamos empezando a entender, a partir de esta cosmovisión, que la naturaleza es un sistema integrado y que, si queremos sobrevivir, todo el ecosistema debe sobrevivir.
Comprender nuestra dependencia de la naturaleza para sobrevivir ha planteado la idea de transformarla de ser un objeto sin derechos a convertirse en un sujeto con el derecho a existir y florecer. Algunos de nosotros hemos tenido la suerte de aprender y de inspirarnos con los Pueblos Indígenas y la forma como ellos entienden y expresan su mundo a través del lenguaje.
P: ¿Cuáles son las estrategias más exitosas para apoyar la supervivencia de los Pueblos Indígenas, particularmente en la Amazonia?
Martin: En el caso de Colombia, el 55 % de la Amazonia pertenece a los Pueblos Indígenas. A partir de su comprensión sistémica y holística del bosque lo están cuidando. Al norte de la Amazonia , por ejemplo, se encuentra el bosque continuo más grande del mundo, conservado en gran medida como área protegida y territorio colectivo de los Pueblos Indígenas. El involucramiento de los jóvenes ha sido fundamental. Una estrategia reciente ha sido ayudar a los jóvenes líderes indígenas, hombres y mujeres, a investigar y sistematizar el conocimiento de su cultura, idioma y rituales de sus mayores, para que se transmita a las futuras generaciones. El proceso también ha generado en ellos un sentido de orgullo en su cultura e idiomas.
Una estrategia diferente se relaciona con lo que el historiador cultural y defensor del medio ambiente Thomas Berry explicó: "El universo no es una colección de objetos, sino una comunidad de sujetos". La existencia se deriva y se sostiene por la relación de cada ser con el otro. Esto significa que los árboles, las plantas, los animales y el agua son una manifestación del universo y, en ese sentido, todos somos una comunidad que debe vivir en equilibrio. Lo que recibimos de la naturaleza, tenemos que devolver a la naturaleza. Consistente con esta idea, en Colombia se han realizado progresos significativos para reconocer áreas específicas de alta biodiversidad, como la región amazónica, como sujetos de derechos, lo que a su vez ha derivado en acciones de política positivas. Ejemplos en Ecuador y Bolivia son aún más contundentes: Ecuador fue el primer país en incluir los derechos de la naturaleza en su Constitución, y en 2010 Bolivia adoptó la histórica Ley de la Madre Tierra.
La estrategia clave para proteger a la Amazonía se relaciona con su conectividad y eso es lo que los Pueblos Indígenas entienden profundamente. La región es un ecosistema conectado entre plantas, animales, agua y seres humanos cuyo flujo es necesario para su supervivencia. La Amazonía es un órgano clave en todo el sistema planetario. El agua que fluye por los ríos se devuelve en ríos voladores (movimiento de grandes cantidades de vapor de agua transportadas en la atmósfera a otras partes de Sudamérica y hasta tan lejos como el medio oeste de Estados Unidos) y mantiene el clima regulado como parte de todo el sistema. (Este video de Gaia Amazonas describe el proceso y la cosmovisión de los pueblos indígenas.)
La conectividad en la Amazonía no es solo biológica, sino también cultural. Se están haciendo esfuerzos para conectar áreas protegidas, incluidos los territorios indígenas. Pero las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos deben cooperar y actuar conjuntamente sobre esta idea de conservar y restaurar la conectividad. Aprender lo que los Pueblos Indígenas han practicado a lo largo de los años puede ayudar a transformar los paradigmas de desarrollo. Respetar los valores, pensamientos y conocimientos indígenas y reconocer su visión holística pueden ayudar a proteger la región amazónica.
Su conocimiento iluminará nuestro camino para conservar la Amazonía.