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ARTÍCULO Noviembre 11, 2019

Trabajar sobre comportamientos: nuevo enfoque para lograr objetivos de desarrollo

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Participantes del proyecto piloto "Desafiando el Destino".

Banco Mundial


Tres ejemplos en Argentina muestran el impacto positivo de incorporar las ciencias del comportamiento cuando se trabaja con jóvenes y el medio ambiente.

Desinterés, frustración y falta de perseverancia son algunos de los factores comportamentales que influyen en cómo pensamos, decidimos y actuamos. Cada vez más el desarrollo de políticas públicas está teniendo en cuenta estas características para así lograr mayor impacto.

“Tradicionalmente, las políticas públicas han supuesto objetividad y racionalidad absolutas en la toma de decisiones de sus beneficiarios. La realidad es que constantemente actuamos impulsivamente y que nuestras decisiones dependen de visiones subjetivas del mundo y del comportamiento de quienes nos rodean. Así, las ciencias del comportamiento contribuyen a expandir las herramientas disponibles en el diseño e implementación de políticas públicas, brindando soluciones más afines a la forma en que efectivamente decidimos”, analiza Jorge Luis Castañeda, economista de eMBeD, la unidad de ciencias del comportamiento del Banco Mundial.

En Argentina, tres experiencias recientes permitieron diseñar soluciones creativas para enfrentar desafíos complejos y diversos en las áreas de prevención de embarazo en la adolescencia, el manejo y reciclaje de residuos y la empleabilidad de los jóvenes.

1.       Prevención de embarazo adolescente

El proyecto piloto "Desafiando el Destino" trabajó con 900 adolescentes de 13 a 15 años, que en 2018 asistían a primer y segundo año del secundario en escuelas públicas de Salta y Tucumán. En estas provincias, la tasa de fecundidad adolescente alcanza 83 nacimientos por cada mil adolescentes en Salta, y 72 en Tucumán, ambas superando el promedio nacional de 68.

La intervención buscaba ampliar el conocimiento de las adolescentes en comunidades vulnerables sobre una toma de decisiones responsable y la definición de metas para sus vida. Así, a través de diversos talleres, se trabajó en el desarrollo de habilidades socioemocionales, incluyendo las aspiraciones educativas y laborales de las asistentes. Se apuntó a fortalecer mejoras en la autoimagen y autoestima, fomentar capacidades para enfrentar desafíos, revisar los roles y estereotipos de género y trabajar sobre el desarrollo de proyectos de vida que pusieran en valor la educación como prioridad para el desarrollo personal.

“Las conclusiones del estudio son alentadoras. Se observaron efectos positivos claros sobre creencias y actitudes más equitativas respecto a los roles de género tradicionales. Las participantes de los talleres mayormente apoyan visiones donde la maternidad es vista como un rol más de las mujeres y no el principal; los celos no se ven como muestra de afecto y las mujeres también pueden contribuir financieramente al hogar”, cuenta Vanina Camporeale, Especialista de Salud del Banco Mundial que lideró esta iniciativa.

A diferencia de estudiantes en escuelas que no recibieron los talleres, las asistentes a las sesiones incrementaron su capacidad de autorregulación, de empatía y respeto, de mentalidad de crecimiento y de autonomía. En cuanto a actitudes y prácticas sexuales más responsables, después de asistir a los talleres, un 23% de las estudiantes dejó de considerar que estaba mal pedir a su pareja usar protección y, para aquellas iniciadas sexualmente, hubo un mayor uso declarado de anticonceptivos.

“Una intervención aislada no permite reducir las tasas de maternidad temprana, pero este nuevo enfoque puede contribuir a potenciar los efectos de los programas de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia que siguen un enfoque tradicional y que están siendo implementados en la actualidad en Argentina”, sostiene Camporeale.

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2. Manejo de residuos y reciclaje

En el municipio de Trelew, en la provincia de Chubut, cuenta actualmente con una moderna planta de reciclaje y con un sistema de recolección de residuos diferenciado. Sin embargo, sólo un tres por ciento de los residuos se reciclan.

“Decidimos poner en marcha una iniciativa bajo el enfoque de las ciencias del comportamiento para entender cuáles son los obstáculos a la hora de reciclar. Así, con la información recolectada, pudimos diseñar una estrategia de comunicación que enfrente directamente esos obstáculos”, contó Carole Megevand, Líder del Programa de Desarrollo Sostenible e Infraestructura en Argentina, Paraguay y Uruguay.

En colaboración con la Municipalidad de Trelew y el Instituto Alemán de Desarrollo (DIE), se distribuyeron cartas con mensajes simples y motivacionales junto a calendarios con imán para recordar los días de recolección a cerca de 5.000 hogares y negocios pequeños.  Dos semanas después, se recogieron y evaluaron los residuos de 900 hogares seleccionados al azar. ¿El resultado? Se duplicó la cantidad de familias que separaron los residuos y los desecharon el día correcto de la semana.

Además, el proyecto fue altamente rentable, con un costo promedio de sólo US$0,55 por hogar participante, comparado con los beneficios económicos y ecológicos que resultan de un manejo más sustentable y efectivo de los residuos.

3. Empleabilidad de jóvenes

Entre 2017 y 2019, se llevó a cabo un proyecto piloto dentro del programa “Jóvenes con Más y Mejor Trabajo”, del Ministerio de Producción y Trabajo. El objetivo fue abordar algunas dificultades enfrentadas por los jóvenes beneficiarios, como el desconocimiento de los requisitos y beneficios del programa, el complejo proceso de inscripción y las erróneas expectativas de los aspirantes.

El proyecto llegó a 6.700 participantes de más de 50 municipalidades en todo el territorio, quienes recibieron una capacitación más focalizada en fomentar su motivación y en brindar estrategias prácticas de planificación y consecución de objetivos, además de trabajar en la idea de que la mejora de las habilidades es posible con esfuerzo y dedicación. En consecuencia, los jóvenes asistentes a las sesiones aumentaron su inscripción a otras prestaciones del programa en un 20%.

“La iniciativa resultó un exitoso ejemplo de colaboración con las distintas unidades de implementación del Ministerio y mostró que las intervenciones mejor estructuradas en contenidos y más activas en el acompañamiento y apoyo los participantes hacen la diferencia”, opinó Marcela Salvador, gerenta del proyecto por parte del Banco Mundial.

[1] Ministerio de Salud de la Nación (MSAL) y UNICEF. (2016). Situación de salud de las y los adolescentes en Argentina. Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia (PNSIA) del MSAL.



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