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ARTÍCULO Noviembre 30, 2020

Una alianza para llevar la educación a otro nivel


Universidades colombianas y extranjeras están desarrollando macroproyectos de investigación en materia de salud, economía, alimentación, energía sostenible y el tejido social

En los últimos años el número de instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad en Colombia ha venido creciendo significativamente. Sin embargo, solo el 22% de las instituciones de educación superior están acreditadas. Es por ello, que el país ha estado incrementando sus esfuerzos para seguir mejorando esta cifra. A través de la acreditación, el Estado reconoce los programas e instituciones que cumplen los más altos estándares de calidad, lo que permite, entre otras cosas, que la universidad pueda lograr mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Para lograr la acreditación se tienen en cuenta aspectos relacionados con la calidad de los docentes, la investigación y la internacionalización de las universidades. Estos son los tres aspectos que busca fortalecer Colombia Científica, un programa pionero en Latinoamérica lanzado en 2018 para mejorar la calidad de la educación superior a través de alianzas estratégicas entre universidades colombianas (acreditadas y no acreditadas) e internacionales, el sector productivo y centros de investigación.

Con estas alianzas se busca implementar macroproyectos de investigación que permitan fortalecer las capacidades científicas y tecnológicas de las instituciones educativas, la formación de sus alumnos y docentes, y desarrollar soluciones innovadoras en retos de país que contribuyan al desarrollo de las regiones colombianas. Este programa, apoyado por el Banco Mundial, permite además el fortalecimiento de las universidades a través del acompañamiento durante el proceso para obtener la acreditación.

“La ausencia de universidades acreditadas en zonas alejadas o el alto costo de las matrículas excluyen a jóvenes de bajos ingresos y aumenta las inequidades en el acceso a una educación superior de calidad. Es por esto, que el programa Colombia Científica, a través de estas alianzas, representa una oportunidad para reducir estas brechas”, dijo Pedro Cerdán-Infantes, especialista senior de Educación del Banco Mundial.

Cómo funcionan las alianzas

Para la selección de las alianzas, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación junto con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, realizó convocatorias abiertas para que las universidades colombianas presentaran propuestas de macroproyectos en los retos de país junto con una propuesta de alianza.

Cada alianza debía contar, como mínimo, con una universidad acreditada, una no acreditada, una universidad o centro de investigación internacional, y una entidad del sector productivo. La propuesta incluía definir la universidad acreditada que sería la líder del proceso (universidad ancla), así como los productos esperados de cada aliado dentro de la alianza.

Los retos de país se dividieron en cinco focos:

· Salud - nanotecnología para el tratamiento del cáncer de colon.

· Energía sostenible para la industria y el transporte - aprovechamiento de los recursos solar, eólico y la biomasa.

· Bioeconomía - elaboración de productos naturales a partir de plantas para la agricultura y la salud.

· Alimentos - cultivos agrícolas sostenibles

· Sociedad - reconstrucción del tejido social en zonas de posconflicto en Colombia e inclusión social y productiva.

Se seleccionaron ocho macroproyectos con un total de 127 entidades participantes (18 en promedio por alianza), lo que incluye 22 universidades acreditadas y 17 no acreditadas, 35 empresas del sector productivo y 59 universidades y/o centros internacionales. El programa cuenta con participación de universidades de la mayoría de las regiones de Colombia.

“Colombia Científica ha superado todas las expectativas, al haber logrado la conformación y puesta en marcha de estas alianzas. Sabemos que el proceso no ha sido fácil, pero también conocemos del gran compromiso de las instituciones. Asimismo, al finalizar el programa en 2022 cada institución contará con una red de aliados que compartirán intereses comunes y seguirán trabajando juntos durante mucho tiempo”, agregó Cerdán-Infantes.

Los aliados del sector productivo y universidades internacionales también han sido clave para la transferencia de conocimientos, incorporación de mejores prácticas y para que las investigaciones sean relevantes para su entorno.

“Este proyecto trata de apalancar universidades que tienen poca experiencia a través de los avances que se han desarrollado en universidades con una alta experiencia. Nosotros nos agarramos de la universidad ancla para empezar a mejorar nuestros indicadores en ciencia y tecnología y poder ser competitivos incluso frente a esas universidades ancla”, dijo Marlon Bastida, docente de la Universidad de La Guajira.

Nanotecnología para diagnosticar y tratar el cáncer de colon

La Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), en la ciudad de Medellín, es una de las ocho universidades ancla del programa de Colombia Científica. La UPB viene trabajando en el proyecto NanoBioCáncer que busca desarrollar tecnologías para la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento del cáncer de colon.

La nanobioingeniería se utiliza a nivel global para usar moléculas de materiales vivos o inertes para la fabricación de productos diminutos o a microescala. En el caso de la UPB, se está utilizando para desarrollar herramientas diagnósticas y de intervención en este cáncer que es uno de los cinco más comunes en Latinoamérica y específicamente en Colombia, junto al de mama, próstata, pulmón y cuello uterino.

Un componente importante del proyecto es la prevención, para lo que la UPB trabaja con colegios de la ciudad para capacitar a niños, padres y profesores sobre tipos de meriendas saludables. Así mismo, hace un seguimiento durante dos años para estudiar el efecto de las dietas saludables sobre la salud de los niños.

Para la etapa de diagnóstico, la UPB está buscando desarrollar nanosensores o partículas muy pequeñas que permitan detectar el cáncer antes de que el paciente presente los síntomas. Para la fase de tratamiento, que es la etapa más compleja, están estudiando moléculas sintéticas o a partir de compuestos naturales (como frutas o proteínas de bacterias) para determinar su capacidad anticancerígena.

El objetivo es encapsular estas moléculas anticancerígenas de tal manera que el medicamento pueda llegar directamente al colon del paciente sin que se degraden en el tracto gastrointestinal. En otras palabras, que la píldora que se tome el paciente llegue directamente al colon sin descomponerse en el camino. Además de esto, la píldora va a contener nano anticuerpos (anticuerpos de un tamaño mucho menor a los normales) que van a permitir que los compuestos del medicamento lleguen directamente a la célula tumoral haciendo más eficaz el tratamiento.

“Varios investigadores con distintas fortalezas y de diferentes universidades pudimos unirnos en un equipo de trabajo muy fuerte, respetando y reconociendo las capacidades de cada uno. Entonces para mí, además de los logros científicos, la ganancia más grande que tiene el programa ha sido la solidaridad entre todos los equipos”, dijo Luz Elena Cano, directora científica del Programa de NanoBioCáncer de la UPB.

Cinco recomendaciones universales para prevenir el cáncer de colon

1. Dieta rica en frutas, verduras y fibras

2. Evitar al máximo fumar

3. Bajas dosis de alcohol

4. Hacer ejercicios

5. Evitar al máximo las carnes rojas

 


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