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ARTÍCULOJulio 13, 2022

Lo que debe saber acerca de los informes sobre el clima y el desarrollo de los países

Series explicativas sobre el clima

En 2021, el Grupo Banco Mundial anunció la elaboración de un nuevo informe de diagnóstico básico —los informes sobre el clima y el desarrollo de los países (CCDR)—, para analizar de qué manera se pueden alcanzar los objetivos de desarrollo de cada país en el contexto de la mitigación del cambio climático o la adaptación a este. ¿Qué tipos de investigación y análisis se incorporan en la elaboración de un CCDR? ¿Cómo ayudarán los CCDR a los países a conseguir los objetivos climáticos y de desarrollo? ¿Y de qué manera pueden contribuir a liberar el financiamiento que tanto se necesita para lograr una transición resiliente y con bajas emisiones de carbono? Con el fin de obtener algunas respuestas, conversamos con Stephane Hallegatte, asesor sénior en cambio climático; Geneviève Boyreau, asesora económica, y Carolina Monsalve, especialista principal en cambio climático.

¿Por qué el Grupo Banco Mundial introdujo un nuevo informe de diagnóstico para vincular el desarrollo y el cambio climático? ¿No son cuestiones diferentes que los países deben abordar por separado?

El cambio climático está profundamente vinculado con el desarrollo y el bienestar humano. Si no se controla, sus impactos podrían empujar a132 millones de personas a la pobreza (i) en los próximos 10 años. El cambio climático también interactúa con otras presiones sociales, económicas y ambientales —como se desprende ahora de la mayor frecuencia de fenómenos y desastres naturales extremos— lo que hace surgir varios riesgos combinados que pueden aumentar la vulnerabilidad, exacerbar los reclamos y profundizar la fragilidad preexistente. Y a pesar de ser los que menos contribuyen a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), los países en desarrollo son especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.

Pero no solo el cambio climático representa una grave amenaza para el desarrollo sostenible, en el presente y en el futuro, ya que lo contrario también es válido: los países pueden lograr buenos resultados de desarrollo (i), por ejemplo, reduciendo la pobreza e impulsando el crecimiento sostenible, al tiempo que toman medidas sobre el clima. Sin embargo, para lograrlo se necesita una comprensión clara de qué intervenciones tendrán el mayor impacto, cuáles serán los costos, cuáles son las decisiones difíciles en materia de políticas que quizás son necesarias; y eso es lo que pretenden proporcionar los CCDR. El desarrollo es crucial también para enfrentar el cambio climático: los países tendrán que financiar inversiones y para ello el crecimiento económico es esencial.

Consideramos que la acción climática es fundamental para aliviar la pobreza e impulsar la prosperidad compartida de una manera sostenible, una misión que es central en el mandato de desarrollo del Grupo Banco Mundial. Esa forma de pensar se refleja en nuestro Plan de Acción sobre el Cambio Climático (PDF, en inglés) para el período 2021-25, en que se hace un esfuerzo concertado para ayudar a los países y los clientes del sector privado a abordar de manera conjunta los desafíos en materia de clima y desarrollo. Se parte de la premisa de que el clima y el desarrollo deben estar integrados (i), tanto para facilitar el éxito de la mitigación y la adaptación como para garantizar la sostenibilidad del desarrollo económico. Creemos que representa un cambio real de paradigma en el Grupo Banco Mundial para promover el desarrollo verde, resiliente e inclusivo (PDF, en inglés), incorporando el clima en nuestro ADN del desarrollo, por así decirlo.

Los nuevos informes sobre el clima y el desarrollo de los países (CCDR) tienen como objetivo lograr este enfoque integrado, vinculando el clima y el desarrollo. ¿Cómo lo harán?

Nuestro nuevo informe de diagnóstico —los informes sobre el clima y el desarrollo de los países—, tiene como objetivo ayudar a los países a comprender mejor el riesgo climático que enfrentan, así como a planificar cómo abordarlo, al mismo tiempo que logran sus objetivos de desarrollo.

Los CCDR parten de las propias prioridades de desarrollo y los compromisos climáticos de cada país para identificar las medidas más eficaces que los países pueden adoptar para avanzar en los objetivos climáticos y de desarrollo. Proporcionan una base analítica sólida y rigurosa a nivel de los países a partir de la cual considerar las vías para la transición resiliente y con bajos niveles de emisión de carbono. Se enfocan en las personas y las comunidades porque ellas determinarán el éxito y la sostenibilidad de cualquier política o transición centrada en el clima: por ejemplo, en ellos se evalúa cómo los riesgos climáticos afectan a las personas y las comunidades y de qué manera aumentar la resiliencia de estas. Son intencionalmente selectivos y no abarcan todos los aspectos de la acción climática, centrándose en lo que el Grupo Banco Mundial considera que son las áreas de intervención de mayor impacto en un determinado país.

Con esta sólida base analítica, los CCDR están en buena posición para contribuir al conocimiento público sobre las cuestiones relacionadas con el cambio climático, y pretendemos que ayuden a orientar, priorizar y secuenciar la acción climática. A medida que se elaboran, también buscamos relacionarnos con múltiples audiencias, incluidos Gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, círculos académicos, el sector privado y asociados en la tarea del desarrollo. También pueden utilizarse para ayudar a los países a preparar e implementar sus propias metas climáticas: las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y las estrategias a largo plazo (ELP).

Y en el Grupo Banco Mundial, se integran en nuestras herramientas de interacción de los países con los clientes: los diagnósticos sistemáticos de los países (i) y los marcos de alianza con los países (i), otros diagnósticos y, en última instancia, en nuestro financiamiento, aumentando así el impacto climático de nuestras intervenciones.

¿Cuál es el proceso de elaboración de un CCDR? ¿Qué tipos de datos y análisis se utilizan?

Los CCDR son un producto analítico básico del Grupo Banco Mundial que se prepara en estrecha colaboración con autoridades nacionales, el sector privado y el mundo académico, entre otros. Se espera que los CCDR se actualicen cada cinco años, para ayudar a subsanar las deficiencias de conocimientos a medida que nuestra comprensión evoluciona, y para mantenerlos al día.

A fin de proporcionar a los responsables de formular políticas recomendaciones confiables sobre diversas políticas relacionadas con el clima, el Grupo Banco Mundial utiliza un conjunto diverso y complementario de modelos, seleccionados en función del contexto del país, y que incluyen los riesgos climáticos y las fortalezas y oportunidades económicas locales. Los análisis abarcan desde la evaluación de los efectos agregados, sectoriales y de bienestar de las medidas de mitigación hasta la evaluación de las necesidades de adaptación específicas de cada país y la consideración de los impactos climáticos, entre ellos los efectos de fenómenos meteorológicos extremos.

Los principales indicadores incluyen resultados macroeconómicos y distributivos (PIB, consumo, pobreza, inflación, tipos de cambio, impactos fiscales, deuda); indicadores sectoriales (precios de la energía; producción del sector industrial, agrícola y de servicios) y cobeneficios (mejora de la salud y la productividad a partir de la reducción de la contaminación atmosférica, y aumentos de la eficiencia fiscal cuando los ingresos del impuesto sobre el carbono permiten eliminar un impuesto distorsionador).

Estos conocimientos se están compartiendo con los principales interlocutores, incluidos los responsables de formular políticas en el Gobierno, los socios del sector privado, los jóvenes y otros asociados de la sociedad civil.

También es importante considerar esto como un proceso iterativo: el proceso para elaborar los CCDR no es unidireccional, sino que contribuye a incorporar los conocimientos especializados sobre el clima en todas las áreas del Grupo Banco Mundial. Al integrar el análisis sobre el cambio climático y las políticas climáticas con los indicadores económicos y de desarrollo, también estamos desarrollando eficazmente nuestra propia capacidad como institución —los equipos de todas nuestras regiones están mejorando rápidamente sus habilidades— y aumentando aún más el impacto climático de nuestras operaciones.

¿Puede profundizar un poco en cómo funcionará en la práctica esta conexión entre el clima y el desarrollo? ¿Nos puede dar unos ejemplos?

Los CCDR están diseñados específicamente para identificar y analizar las desconexiones entre las políticas climáticas y de desarrollo, identificar las medidas de mayor impacto para reducir las emisiones de GEI y generar resiliencia. En ellos se exploran tres amplios espacios normativos que sirven de fundamento a un marco para el establecimiento de prioridades.

En primer lugar, se analizan las políticas e inversiones sectoriales y macroeconómicas que crean sinergias entre la acción climática y los objetivos de desarrollo a corto y mediano plazo. Por ejemplo, mejorar el transporte público puede reducir las emisiones, así como la congestión del tráfico y la contaminación atmosférica.

En segundo lugar, se examinan las posibles soluciones de compromiso entre ciertos objetivos climáticos —tanto para la reducción de las emisiones de GEI como para la generación de resiliencia /adaptación— y otros objetivos, y se identifican políticas e inversiones necesarias para prevenir o gestionar estas soluciones de compromiso. Por ejemplo, el desmantelamiento de infraestructuras relacionadas con el carbón es fundamental para reducir las emisiones de GEI, pero esto podría tener impactos sociales adversos sin apoyo específico adicional para las comunidades locales.

En tercer lugar, en los CCDR se analizan oportunidades, reformas, inversiones e instrumentos normativos para aprovechar recursos y soluciones del sector privado tanto para la mitigación del cambio climático como para la adaptación a él.

A modo de ejemplo, veamos el CCDR de Türkiye (i), en el que se expone una estrategia ilustrativa para un camino de desarrollo resiliente y con cero emisiones netas para el país, analizándose los costos y beneficios de invertir en la adaptación al cambio climático y cumplir el compromiso de Türkiye de lograr cero emisiones netas de carbono para 2053. Se llegó a la conclusión de que el país podría obtener beneficios significativos de la acción climática (i) —tanto de adaptación como de mitigación— a corto y largo plazo, que abarcan desde hacer que la economía sea más resiliente a los impactos climáticos y a las tendencias de descarbonización, hasta desbloquear las oportunidades de productos verdes y mejoras tecnológicas, aire y agua más limpios, y ciudades donde las personas puedan desplazarse, respirar y ser productivas. Estas medidas requieren inversiones significativas y podrían representar USD 146 000 millones en beneficios netos para Türkiye en los próximos 20 años.

O veamos el CCDR de Vietnam (i). Para que Vietnam logre sus objetivos de desarrollo y, al mismo tiempo, cumpla sus compromisos climáticos, en el informe se proponen medidas en dos frentes: adaptarse a los impactos climáticos y perseguir una estrategia de crecimiento que aparte a la economía de la producción que requiere un uso intensivo del carbono. Las principales orientaciones normativas (i) incluyen un programa regional para el vulnerable delta del Mekong, que contribuye al 50 % de la producción de arroz del país y a un tercio del PIB agrícola; un plan integrado para proteger las zonas urbanas costeras y las conexiones de transporte de las condiciones meteorológicas extremas; un programa de contaminación atmosférica para la zona de Hanoi, así como la aceleración de la transición a la energía renovable, y la ampliación de las protecciones sociales para contrarrestar los impactos económicos que pueden tener las medidas climáticas en las personas más vulnerables.

Los CDDR de Turquía y Vietnam son los primeros informes que se han publicado; este año se darán a conocer otros 20, y en una fecha más cercana a la COP27, también tenemos la intención de publicar un documento de síntesis sobre las conclusiones iniciales.

¿De qué manera los CCDR ayudarán a liberar financiamiento para inversiones en mitigación y/o adaptación?

Los CCDR podrían ayudar a desbloquear el financiamiento de varias maneras.

En lo que respecta al Grupo Banco Mundial, los CCDR tienen por objeto orientar las conversaciones con los clientes sobre las prioridades del trabajo del Grupo Banco Mundial en los países y los préstamos que otorga.

Sin embargo, más allá de nuestro propio financiamiento, la publicación de estos informes puede servir como una importante plataforma a los Gobiernos, otros bancos multilaterales de desarrollo y los inversionistas del sector privado para identificar y generar consenso en torno a las prioridades y estrategias clave.

De este modo, los CCDR pueden ayudar a identificar las inversiones urgentes y de alto impacto a las que se debe dar prioridad para tener acceso a recursos en condiciones concesionarias y a financiamiento para el desarrollo, incluidos fondos de donantes no tradicionales y del sector privado.

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