WASHINGTON, 8 DE NOVIEMBRE DE 2011 – El Banco Mundial confirmó hoy que desembolsó US$50 millones para ayudar a El Salvador a enfrentar la emergencia causada por la depresión tropical que golpeó al país el mes pasado, desplazando a miles de personas de sus hogares y causando US$840 millones en daños.
Los US$50 millones, que fueron desembolsados inmediatamente después de la declaración del Estado de Emergencia, forman parte del Préstamo para Políticas de Desarrollo para mejorar la Gestión del Riesgo de Desastres con opción de desembolso diferido ante catástrofes (CatDDO, por sus siglas en inglés), aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial el 2 de febrero de 2011 y ratificado por la Asamblea Legislativa de El Salvador el 10 de abril de 2011. Esta suma representa una fuente de liquidez inmediata para el Gobierno salvadoreño y complementa su esfuerzo por cubrir las necesidades más urgentes de los miles de afectados y mantener la provisión de servicios públicos.
La depresión tropical 12-E fue uno de los desastres naturales más dañinos en la historia de El Salvador, inundando el 10 por ciento del país y obligando a más de 50.000 personas a abandonar sus hogares. De acuerdo al Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, las evaluaciones preliminares indican que los daños totales representan 4 puntos del PIB.
El Préstamo para Políticas de Desarrollo para mejorar la Gestión del Riesgo de Desastres es una de las operaciones establecidas en la Estrategia de Alianza del Banco Mundial con el País para el período 2010-2012 tendientes a mejorar su vulnerabilidad ante desastres naturales. Además, se ha respaldado al Programa de Gestión del Riesgo de Desastres de El Salvador a través de otros proyectos de inversión y asistencia técnica, incluyendo:
- El “Proyecto de Fortalecimiento de Gobiernos Locales” de US$80 millones que tiene por objetivo mejorar las capacidades de los municipios para ampliar la prestación de servicios públicos y mejorar la gestión del riesgo de desastres, y
- El “Proyecto Modelación probabilista de riesgo sísmico para el área metropolitana de San Salvador”, que busca aumentar las capacidades institucionales en el país para la evaluación del riesgo sísmico y el diseño e implementación de medidas de reducción de vulnerabilidad
La televisión pública ha jugado un papel decisivo a la hora de mantener informada a la población durante la emergencia. El Banco —a través de una donación del Fondo Español para América Latina y el Caribe— también ha respaldado la profesionalización de los medios públicos en el país
