- Organismo presentó resultados del cálculo de la huella de carbono anual de su oficina en Lima.
- Informó que implementará medidas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) cada año hasta lograr la neutralidad de carbono para sus actividades en Perú.
- Además, compensará las emisiones generadas mediante el apoyo a proyectos en Perú de alto impacto ambiental y social.
El Banco Mundial adquirió este mes 455 créditos de carbono a favor del proyecto REDD+ Parque Cordillera Azul en compensación por las emisiones de gases de efecto invernadero (tCO2eq) generadas por el desarrollo de sus actividades en la oficina de Lima durante 2018. Los créditos adquiridos equivalen a 27 hectáreas de bosque protegidas, un área similar a la de 27 campos de fútbol, y compensan emisiones semejantes a las de 97 vehículos de pasajeros circulando por un año.
Esta medida contribuirá además a la preservación de más de 1,3 millones de hectáreas de bosques amazónicos -hábitat crítico para 28 especies de alto valor de conservación y reserva hídrica de 45 microcuencas- así como a mejorar la calidad de vida de 5,000 familias y 34 comunidades.
“La adaptación al cambio climático y la gestión de los recursos naturales son pilares fundamentales de nuestro trabajo en el Perú. En consecuencia, debemos partir con el ejemplo desde nuestros lugares de trabajo y hogares. Por ello, nos trazamos como meta reducir la huella de carbono de nuestra oficina un 10% cada año y compensar el remanente hasta que nuestras operaciones sean carbono neutrales”, afirmó Alberto Rodriguez, director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
Durante 2018, 32% del financiamiento del Grupo Banco Mundial alrededor del mundo estuvo dirigido a enfrentar el cambio climático. Con un récord de US$ 20,5 mil millones, continúa incrementando su apoyo a los países en desarrollo para reducir las emisiones de GEI y aumentar la resistencia a los impactos del cambio climático.
Las emisiones de GEI generan costos ambientales y sociales que introducen riesgos y afectan las economías de los países. Las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático son cruciales para el desarrollo sostenible y pueden traducirse en importantes beneficios económicos. La transición hacia economías resilientes y con bajo nivel de emisiones de carbono podría traducirse en beneficios económicos en todo el mundo equivalentes a US$ 26 billones al año 2030 de acuerdo con la Comisión Global sobre la Economía y el Clima.