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COMUNICADO DE PRENSAAbril 15, 2024

La incertidumbre, en medio del conflicto y el endeudamiento, repercute sobre los pronósticos del Oriente Medio y Norte de África

WASHINGTON, 15 de abril de 2024. En el nuevo informe actualizado sobre la economía del Oriente Medio y Norte de África (i) del Banco Mundial, titulado Conflict and Debt in the Middle East and North Africa (Conflicto y deuda en el Oriente Medio y Norte de África), se muestra que el deslucido crecimiento, el endeudamiento creciente y la incertidumbre intensificada en el Oriente Medio están afectando a las economías de toda la región.

Según el informe, se prevé que las economías del Oriente Medio y Norte de África vuelvan a un nivel de crecimiento bajo, similar al que mostraron durante la década anterior a la pandemia. Se pronostica que el producto interno bruto (PIB) de los países del Oriente Medio y Norte de África aumentará hasta el 2,7 % en 2024, lo que representa un crecimiento modesto desde el 1,9 % de 2023. A partir de 2023, se prevé que los países importadores y exportadores de petróleo crecerán a tasas menos dispares que en 2022, cuando los precios más altos del petróleo impulsaron el crecimiento de los exportadores de este producto. Para los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), el repunte de crecimiento de 2024 refleja las expectativas de la sólida actividad del sector no petrolero y de la atenuación de los recortes en la producción petrolera hacia finales del año. Se prevé la desaceleración del crecimiento del PIB en casi todos los países importadores de petróleo.

En el informe, se analiza el impacto económico del conflicto en el Oriente Medio sobre la región. La actividad económica en Gaza llegó casi a la paralización. El PIB de la Franja de Gaza cayó un 86 % durante el último trimestre de 2023. La Ribera Occidental se vio sumergida en una recesión, con crisis simultáneas en los sectores público y privado. En un  informe del Banco Mundial reciente, se profundiza en los perjuicios que sufre la Franja de Gaza y los impactos catastróficos sobre su población.

El impacto económico del conflicto sobre el resto de la región se mantuvo relativamente contenido, pero se observó un aumento en la incertidumbre. Por ejemplo, la industria del transporte de mercancías lidió con las perturbaciones del transporte marítimo mediante el desvío de las embarcaciones a otras rutas alejadas del mar Rojo, pero todas las alteraciones prolongadas sobre las rutas que atraviesan el canal de Suez podrían generar un aumento en el precio de los productos básicos a nivel regional y global.

En el informe, también se analiza el endeudamiento creciente de la región del Oriente Medio y Norte de África. Entre 2013 y 2019, la mediana de la relación deuda-PIB para las economías del Oriente Medio y Norte de África aumentó más de 23 puntos porcentuales. La pandemia empeoró la situación, ya que la disminución de los ingresos, junto con el gasto relacionado con la respuesta a la pandemia, aumentó las necesidades económicas de muchos países.

Este endeudamiento creciente se concentra de manera notoria en los países importadores de petróleo, que tienen hoy en día una relación deuda-PIB un 50 % más alta que el promedio global de los mercados emergentes y las economías en desarrollo. Los países importadores de petróleo del Oriente Medio y Norte de África, cuya deuda se acerca al 90 % del PIB en 2023, tienen una relación deuda-PIB casi tres veces más alta que los países exportadores de petróleo de la región.

En el informe, se presentan pruebas de que los países importadores de petróleo del Oriente Medio y Norte de África no fueron capaces de desendeudarse ni de disminuir su deuda mediante inflación, lo que vuelve fundamental a la disciplina fiscal para frenar el endeudamiento. De manera crítica, las partidas fuera de presupuesto, que tuvieron un rol importante en las economías del Oriente Medio y Norte de África, han tenido un efecto negativo sobre la deuda y la transparencia fiscal. La dificultad para los países exportadores de petróleo se relaciona con la diversificación económica y del ingreso fiscal, dado el cambio estructural que se produjo en los mercados globales del petróleo y la creciente demanda de fuentes de energía renovables. En general, los países del Oriente Medio y Norte de África tienen que emprender reformas estructurales, entre las que se destaca la transparencia, para desbloquear el crecimiento y forjarse un camino sostenible de cara al futuro.

Contacto

En la ciudad de Washington:
Ashraf Al-Saeed

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