Buen día. Me siento muy complacido de estar hoy aquí con ustedes de forma virtual. A continuación, haré algunas observaciones y luego responderé con gusto las preguntas que tengan.
En nuestro informe Perspectivas económicas mundiales publicado la semana pasada se advirtió que la recuperación económica es desigual. El crecimiento se concentra en unas pocas economías importantes. La desigualdad se está agravando porque la mayoría de los países en desarrollo están quedando rezagados.
Ayer dialogué con los líderes del Grupo de los Siete (G-7) sobre la labor del Grupo Banco Mundial en materia de salud y preparación.
Aplaudí el trabajo vital del G-7 y sus donaciones de vacunas que salvarán vidas en todo el mundo. Pero es necesario hacer mucho más.
Para fines de junio, el Banco Mundial habrá aprobado programas de vacunación en más de 50 países. Es vital que pongamos el excedente de vacunas a disposición de los países que puedan usarlas. Se trata de un gran desafío en términos contractuales y de logística.
El viernes anuncié nuestro trabajo conjunto sobre esto con el programa de vacunación del Equipo de Trabajo Africano para la Adquisición de Vacunas (AVATT) de la Unión Africana.
Estamos conformando un grupo de trabajo con el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Salud para ayudar a seguir de cerca los suministros, coordinar la entrega y acelerar la distribución.
El aumento de la oferta también es vital. La Corporación Financiera Internacional está liderando un consorcio para respaldar la capacidad regional de producción y fabricación de vacunas de África, lo que incluye inversiones de varias instituciones financieras de desarrollo del G-7. Asimismo, la labor dirigida a lograr inversiones en Sudáfrica, Senegal y Rwanda se encuentra ya en una etapa avanzada.
Más allá de las vacunas, desde el inicio de la pandemia, el Grupo Banco Mundial ha comprometido más de USD 125 000 millones para ayudar a los países a responder a la COVID-19. Esta ha sido la respuesta más rápida y de mayor envergadura de nuestra historia, que está ayudando a más de 100 países a abordar las necesidades sanitarias de emergencia, fortalecer la preparación ante la pandemia, proteger a los pobres y resguardar los empleos, y poner en marcha sin demora una recuperación respetuosa del clima.
Hoy hablaré con los líderes del G-7 acerca de la labor del Grupo Banco Mundial sobre el clima, las soluciones basadas en la naturaleza y la biodiversidad.
Durante mis primeros dos años como presidente, el Grupo Banco Mundial ha incrementado el financiamiento climático hasta niveles sin precedentes. Actualmente, proporcionamos más de la mitad de todo el financiamiento multilateral para el clima destinado a los países en desarrollo y dos tercios del financiamiento para la adaptación al cambio climático.
En los próximos cinco años gastaremos mucho más. Hacemos explícita nuestra intención de lograr que este gasto genere la mayor cantidad de resultados posible en lo que se refiere a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y llevar adelante una adaptación exitosa.
Nuestro plan de acción sobre el cambio climático ayudará a los países a establecer un orden de prioridades para el gasto climático e integrar el clima y el desarrollo en un enfoque holístico que incluya soluciones basadas en la naturaleza.
Estamos trabajando con los países para que sus contribuciones determinadas a nivel nacional estén más orientadas a los resultados y se integren mejor con sus planes de desarrollo.
Los incentivos económicos son importantes, y estamos trabajando para ayudar a los países a dejar de subsidiar los combustibles fósiles y comenzar a aplicar impuestos al carbono.
Trabajaremos con los principales emisores para determinar las mejores formas de aplanar la curva de emisiones y acelerar la tendencia descendente.
Nuestro plan incluye el apoyo a una transición justa hacia la eliminación del uso de carbón. Esto significa nuevas habilidades y empleos para los mineros del carbón y otras personas que dependen del carbón, así como nuevas fuentes de carga base para la red eléctrica.
Al menos la mitad de nuestro financiamiento climático se destinará a la adaptación, lo que reviste especial importancia para los países de ingreso bajo.
Estamos alineando nuestros flujos de financiamiento con lo establecido en el Acuerdo de París.
Estamos elaborando diagnósticos para ayudar a los países a establecer prioridades; en este sentido, quiero mencionar nuestros nuevos informes sobre el clima y el desarrollo de los países, que permitirán analizar en profundidad el objetivo de reducir el carbono y aumentar la cantidad de empleos al mismo tiempo.
Tenemos previsto realizar 25 informes de este tipo. A principios de este mes estuve en Moscú, y las autoridades rusas han acordado trabajar con nosotros en uno de los primeros informes sobre el clima y el desarrollo de los países.
En la esfera del cambio climático, así como en otras áreas, promoveremos la transparencia. Apoyaremos la creación de bonos verdes y mercados de créditos de carbono que estén respaldados por un impacto climático demostrable y no respondan a una mera campaña de “ecoblanqueo”.
En lo que respecta a la biodiversidad, voy a hacer apenas un breve comentario. Muchos países en desarrollo dependen de la naturaleza para la obtención de alimentos y materias primas, la pesca, la polinización y la filtración de agua, entre otras cosas.
Gran parte de los recursos naturales está en peligro, y estamos trabajando para revertir las tendencias. El Grupo Banco Mundial respaldará tanto el 26.o período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 26) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático como la 15.a reunión de la Conferencia de las Partes (CP 15) en el Convenio sobre la Diversidad Biológica.
La urgencia es clara, y celebro el apoyo del G-7 a estos programas de importancia crítica.
Ahora sí, con mucho gusto responderé las preguntas que tengan.