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Panorama general

La malnutrición (i) es uno de los problemas de desarrollo más graves del mundo y al que se ha prestado menos atención. Sus costos humanos y económicos son enormes y afectan más a los pobres, las mujeres y los niños. En 2022, 148 millones de niños sufrían retraso del crecimiento (i) (baja estatura para su edad), lo que no solo indica la imposibilidad de lograr el potencial genético de altura de una persona, sino que también es una variable que predice muchas otras limitaciones en el desarrollo, como déficits cognitivos y menos oportunidades económicas en el futuro, incluida la capacidad de un país de acumular capital humano.

En los últimos 30 años, la prevalencia mundial del retraso del crecimiento disminuyó del 40 % en 1990 al 22 % en 2022. Sin embargo, las alteraciones en los sistemas de salud y alimentarios provocadas por la pandemia de COVID-19 han causado retrocesos en los años de avances en materia de malnutrición infantil; se estima que, para 2022, otros 9,3 millones de niños sufrirán malnutrición aguda y 2,6 millones, retraso del crecimiento (i). Las tasas mundiales se han estancado en los últimos cinco años, y a medida que se acerca la fecha intermedia para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el mundo se está alejando cada vez más de la trayectoria necesaria para reducir las tasas de retraso del crecimiento en 2030 (estimaciones conjuntas de la malnutrición infantil para 2022 [i]). Asia meridional y África subsahariana son las regiones más afectadas: en esta última se registró un desafortunado aumento de más de 2 millones de personas en 2022 en comparación con 2020. No obstante, esto podría no ser el panorama completo: como un indicador rezagado, es probable que el impacto adverso de las crisis recientes en la malnutrición crónica aún no se haya manifestado plenamente.

Además, el número total de niños con retraso del crecimiento en África aumentó durante el mismo período como resultado de las altas tasas de fecundidad y las menores tasas de disminución del retraso del crecimiento.

El retraso del crecimiento en la primera infancia puede ocasionar daños irreversibles en el desarrollo cognitivo de un niño, con consecuencias en la educación, los ingresos y la productividad que perduran hasta la vida adulta. Los costos económicos de la desnutrición, en términos de pérdidas de productividad y de crecimiento económico de un país, son significativos; la economía y la sociedad pierden USD 3 billones anuales por la disminución de la productividad, que oscila entre el 3 % y el 16 % (o más) del producto interno bruto (PIB) en algunos contextos de ingreso bajo. Además, el consorcio mundial de expertos (i), que incluye al Banco Mundial, calculó que las pérdidas en la productividad económica equivalen a USD 29 000 millones a nivel mundial en 2022, como resultado de la carga adicional de malnutrición atribuible a la pandemia de COVID-19.

Afortunadamente, estas pérdidas se pueden prevenir en gran medida si se realizan suficientes inversiones en intervenciones de eficacia comprobada, en particular aquellas que se centran en garantizar una nutrición adecuada en el período crítico de 1000 días desde el inicio del embarazo hasta el segundo año de vida del bebé.

Al mismo tiempo, se registra un proceso de transición en materia de nutrición mundial que conduce a cambios rápidos en los sistemas alimentarios, el medio ambiente y las condiciones de vida en muchos países de ingreso bajo y mediano. Estos cambios han provocado un acelerado aumento del sobrepeso y la obesidad (i), que anteriormente se consideraba un problema de los países ricos. De hecho, en los últimos 30 años, las tasas de sobrepeso han aumentado más rápido en los países de ingreso bajo y mediano que en los países de ingreso alto, y en todas las regiones se ha observado algún grado de aumento de la prevalencia de sobrepeso en los menores de 5 años. En 2020, 38,9 millones de niños menores de 5 años sufrían de sobrepeso y obesidad. En general, se estima que el sobrepeso y la obesidad tienen un costo social y económico de USD 2 billones a nivel mundial.

Si bien la atención se centra en el retraso del crecimiento y la emaciación, el aumento progresivo del sobrepeso entre los niños menores de 5 años a menudo se pasa por alto: una cifra asombrosa de 37 millones de niños se ven afectados por sobrepeso en todo el mundo, un aumento de casi 4 millones desde 2000, lo que amplía la brecha entre la  trayectoria actual y la meta del ODS 2 de reducir el sobrepeso a menos del 3 % para 2030.

Solo Europa y Asia central parecen registrar una tendencia positiva. América Latina y el Caribe, Asia oriental y el Pacífico, y Oriente Medio y Norte de África (MENA) se erigen como claras prioridades que exigen una acción inmediata. MENA encabeza la lucha, con nada menos que 1 de cada 10 niños afectados por sobrepeso u obesidad, y un retroceso de los avances logrados en el pasado.

Por lo tanto, los países ahora están empezando a experimentar la doble carga del sobrepeso y el retraso del crecimiento. Actualmente, la cantidad de personas con sobrepeso es mayor en los países de ingreso bajo y mediano que en los países de ingreso alto, y no hay datos que indiquen que el aumento de la obesidad disminuirá en los primeros. A medida que los países crecen y logran la condición de país de ingreso mediano y de ingreso mediano alto, sus habitantes pobres son los más afectados por la carga del sobrepeso y de la obesidad, lo que aumenta su vulnerabilidad frente a las crisis sanitarias y económicas. Tanto la obesidad como la desnutrición son factores críticos que impiden mejorar el capital humano, un motor central del crecimiento sostenible y la reducción de la pobreza, y pueden tener un efecto considerable sobre el Índice de Capital Humano (ICH). Es urgente garantizar que los pobres del mundo tengan acceso a los conocimientos, los recursos y los servicios necesarios para lograr una nutrición óptima.

El mundo está lejos de alcanzar las metas de desnutrición y obesidad para 2030 y, a menos que se tomen medidas urgentes a gran escala, no se lograrán los objetivos globales. Por lo tanto, se deben abordar simultáneamente la desnutrición y la obesidad a través de estrategias integrales que incluyan intervenciones de alto impacto más amplias, políticas fiscales (como impuestos [i]), reglamentaciones sobre marketing, y etiquetado de alimentos poco saludables, como las bebidas azucaradas (i), y educación nutricional para los consumidores. Muchos países ya están comenzando a realizar lo anterior (consulte la Base de datos mundial sobre impuestos a las bebidas azucaradas [i]), pero se necesitan llevar a cabo más acciones para promover un futuro más saludable y sostenible.

La nutrición también está estrechamente relacionada con el cambio climático (i): las mujeres, que son las guardianas de la seguridad alimentaria y nutricional del hogar, deben soportar la carga más pesada de las adversidades relacionadas con el clima, el aumento de los precios de los alimentos y las presiones inflacionarias. Según recientes estimaciones sobre la anemia en mujeres en edad reproductiva, el 30 % de las mujeres sufría este trastorno en 2019 (una cifra alarmante de 7 puntos porcentuales por encima de la trayectoria necesaria para alcanzar la meta del ODS 2 antes de 2030), y nuevos datos (aunque incompletos) indican que las tasas de anemia entre las mujeres pueden, de hecho, ir en aumento.

Es necesario adoptar medidas urgentes que aborden el vínculo de la nutrición con el cambio climático. El financiamiento a escala es clave. Dado que los presupuestos nacionales y la asistencia oficial para el desarrollo son limitados, es fundamental movilizar financiamiento innovador (i), incluso del sector privado. Con la ampliación del programa de nutrición, el mundo necesita destinar más dinero a la nutrición, y obtener más nutrición por ese dinero, garantizando un uso más eficiente de los recursos disponibles, a través de herramientas como la herramienta Optima Nutrition (i), los presupuestos que tienen en cuenta la nutrición (i) y los exámenes del gasto público en nutrición (i).
 

ENLACES RELACIONADOS

INFOGRAFÍA: Índice de Capital Humano: La historia (PDF, en inglés)

INFOGRAFÍA: Informe sobre la nutrición mundial (i)

BLOG: Medidas para abordar el elevado nivel de retraso del crecimiento en Pakistán (i)

Panel Global de Seguridad Alimentaria y Nutricional (i)

Última actualización: Jun 29, 2023

Recursos adicionales