ARTÍCULO

Ciudades sostenibles: Un nuevo programa se centra en la urbanización sostenible, tanto en materia económica como ecológica

Junio 26, 2009


TITULARES
  • La urbanización de los países en desarrollo es un rasgo característico del siglo XXl.
  • Si bien permitió el crecimiento económico, contribuyó también al cambio climático, a la contaminación, a la congestión y al crecimiento de los barrios de tugurios.
  • Ciudades Eco² del Banco Mundial se propone cambiar la manera en que se desarrollan las ciudades, evitando un crecimiento que promueva el uso ineficiente de la energía y de los recursos.

26 de junio de 2009—El mundo tardó cientos de años en construir el espacio urbano actual de 400.000 kilómetros cuadrados de ciudades.

Se tardará sólo 30 años en construir la misma cantidad de espacio urbano en los países en desarrollo, según nuevas proyecciones de urbanización.

Esta rápida urbanización podría ser “la mayor oportunidad y desafío de desarrollo de nuestro siglo”, dice el informe que describe el nuevo programa del Banco Mundial denominado Eco² Cities: Ecological Cities as Economic Cities (Ciudades Eco²: ciudades ecológicas vistas como ciudades económicas) puesto en marcha hoy en Singapur.

El informe subraya que al mismo tiempo que la urbanización permitió el crecimiento económico, también favoreció los problemas ambientales y socioeconómicos, tales como el cambio climático, la contaminación, la congestión y el rápido crecimiento de los barrios de tugurios.El programa de ciudades Eco² se propone, en efecto, cambiar la manera en que se desarrollan las ciudades, evitando un crecimiento que promueva el uso ineficiente de la energía y de los recursos. Al mismo tiempo, las ayuda a convertirse en centros económicos favorables para el clima. Y esto debe hacerse con rapidez.

“Tenemos una oportunidad única para planificar, desarrollar, construir y administrar ciudades que sean al mismo tiempo más sostenibles en cuanto a la ecología y a la economía”, dijo Katherine Sierra, vicepresidente de desarrollo sostenible del Banco Mundial.

“El programa de ciudades Eco² se complementa con los esfuerzos que está desplegando el Banco Mundial y sus asociados en materia de cambio climático y desarrollo sostenible”.

El programa de ciudades Eco² brinda un marco para el desarrollo urbano

Jim Adams, vicepresidente del Banco Mundial en la región de Asia oriental y el Pacífico, agregó que el ritmo de la urbanización sólo en Asia señala la necesidad urgente de estrategias económicas y ecológicas integradas para el desarrollo de las ciudades.

“Eco² se pone en marcha en una coyuntura histórica crítica: la urbanización en los países en desarrollo es un rasgo característico del siglo XXI”, dijo Adams. “Hay muy poco tiempo para lograr un efecto positivo en la forma de producir este desarrollo”.

El programa de ciudades Eco² acaba de completar su primera fase, un libro integral dividido en tres partes que presenta el marco analítico y operacional general del programa.

El paso siguiente es aplicar este marco en varias ciudades e integrar el programa oportunamente a través de estrategias de desarrollo urbano a nivel nacional.

Los representantes de Vietnam, Filipinas e Indonesia conocerán el programa en forma directa esta semana durante su presentación en Singapur.

El jefe del equipo de ciudades Eco², Hiroaki Suzuki y el jefe conjunto del equipo, Arish Dastur, dijeron que el programa reconoce que las ciudades exitosas crean oportunidades económicas para sus ciudadanos de una manera inclusiva, sostenible y con un uso eficiente de los recursos, en tanto que también protegen y fomentan para las generaciones futuras la ecología local y los bienes públicos mundiales, tales como el medio ambiente.

La sostenibilidad urbana brindará muchos beneficios

Algunas ciudades, como Curitiba en Brasil, Estocolmo en Suecia y Yokohama en Japón, demostraron que pueden mejorar en gran medida la eficiencia de sus recursos al mismo tiempo que reducen la contaminación perjudicial y los residuos innecesarios.

“Al hacerlo, mejoraron la calidad de vida de sus ciudadanos, aumentaron su competitividad y resistencia económica, fortalecieron su capacidad fiscal y crearon una cultura duradera de sostenibilidad”, dijo Suzuki.

“Lo que es alentador es que la mayoría de las soluciones imaginativas y prácticas que usaron estas ciudades son asequibles y generan ingresos económicos que incluyen beneficios directos e indirectos para los pobres”.

“El planeamiento urbano sostenible es, de hecho, una inversión en el futuro de la economía y bienestar de la ciudad. Un enfoque organizado que consolide y transfiera estas lecciones a los países que se están urbanizando con rapidez, puede afianzar los beneficios económicos para las generaciones actuales y venideras”, dijo Dastur.

Las ciudades desarrollan su propia vía hacia Eco²

“El marco de Eco² permite su adaptación a las condiciones locales. Cada ciudad que participe en el programa deberá usarlo para desarrollar su propia vía hacia Eco², teniendo en cuenta su conjunto único de dificultades y limitaciones”, dijo Suzuki.

El Banco Mundial tiene previsto proveer asistencia técnica a través de estudios de diagnóstico que examinen la manera en que la ciudad utiliza sus recursos e identifiquen dónde pueden realizarse mejoras.

“Los diagnósticos examinarían también los sistemas de infraestructura, la forma urbana, las políticas y las reglamentaciones de la ciudad, a fin de determinar qué oportunidades hay para promover más sinergia a través de la integración y coordinación de estos elementos”, dijo Dastur.

La asistencia técnica del Banco promoverá también el uso de los costos del ciclo vital, un método que examina los costos totales, incluidos el agotamiento de los recursos y el impacto ambiental

“Un ingrediente fundamental en el proceso es la voluntad política de hacer verdaderamente un cambio, que las autoridades de la ciudad y otras partes interesadas tengan el deseo sincero de invertir en el futuro de la ciudad y en el bienestar de los ciudadanos”, dijo Suzuki. “Si partimos de esta base, ya contamos con el conocimiento y los métodos y existe un apoyo cada vez mayor”.

La ciudad ideal del futuro ofrece un estilo de vida conciso

El programa Eco² forma parte integral de la nueva estrategia urbana del Banco Mundial, cuya aprobación formal está prevista para septiembre. La estrategia estudia cómo ayudar a las ciudades a aprovechar el crecimiento económico para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

“Si se administran y planifican de manera sostenible, las ciudades tienen el potencial de ofrecer una elevada calidad de vida con el menor consumo de recursos. También son lugares más agradables para vivir”, dijo Abha Joshi-Ghani, gerente de sector de la unidad urbana del Banco Mundial.

“Lo que produce la contaminación es el estilo de vida orientado al consumo de los residentes, y no las ciudades en sí mismas. Las ciudades compactas y bien administradas reducen la necesidad de poseer automóviles y realizar largos viajes diarios, y son probablemente mucho más eficientes en la provisión de servicios tales como el agua, el saneamiento y el refugio para numerosas personas”, dijo Abha Joshi-Ghani. “La ciudad ideal del futuro es económica y ecológicamente sostenible”, agregó.

“Es una ciudad que optimiza su potencial de crecimiento al crear trabajo y atraer a las personas, pero al mismo tiempo eleva el nivel y calidad de vida, brinda servicios tales como el agua, el saneamiento y el alcantarillado. También está menos orientada hacia el consumo y bien administrada, tiene un financiamiento sólido y es verde y responsable ecológicamente”.

“Es verdaderamente una ciudad que ofrece un estilo de vida muy compacto y conciso”.

Se espera un 90% de crecimiento urbano en los países en desarrollo durante los próximos tres decenios y para ello se necesita un “cambio de paradigma”, según Suzuki y Dastur.

“Estamos construyendo, a los efectos prácticos, todo un nuevo mundo a una velocidad diez veces superior, en países con graves limitaciones de capacidad. Al mismo tiempo, sabemos ahora qué se necesita para que las ciudades sean más ecológicamente sostenibles, económicamente dinámicas y socialmente viables. Sería una pérdida irremediable el no aprovechar esta oportunidad. Hay muchísimo en juego”.

Eco² se basa en casos reales

  • Curitiba, Brasil, absorbió de manera sostenible un aumento de la población que fue de 361.000 (en 1960) a 1.797.000 (en 2007), mediante medidas innovadoras en el planeamiento urbano y del transporte y en la administración de la ciudad. Curitiba tiene la tasa más alta de usuarios del transporte público de Brasil (45%), las pérdidas económicas más bajas relacionadas con la congestión del tránsito y también goza de los porcentajes más bajos de contaminación del aire. Aunque conserva la densidad y la vitalidad urbanas, Curitiba invirtió en grandes parques como patrimonio ecológico para la recreación y prevención de inundaciones. La recolección de residuos y los programas de reciclado permiten a los pobres intercambiar los residuos recolectados por cupones de transporte y alimentos.
  • Estocolmo, Suecia, demostró que la planificación y administración integradas y en colaboración pueden transformar una antigua zona urbanizada industrial en un distrito atractivo y sostenible en materia ecológica. Los planes ambientales y de infraestructura centrales fueron desarrollados en conjunto por tres organismos urbanos que supervisaban el agua, la energía y los residuos. El objetivo era crear un sistema cíclico que optimizara el uso de recursos y minimizara los desechos. Por ejemplo, el biogás se produce en la planta de aguas residuales a partir de la digestión de desperdicio orgánico y lodo y se utiliza como combustible en automóviles y autobuses ecológicos. Algunos resultados iniciales fueron un 30% de reducción en el uso de energía no renovable, un 41% de disminución en la utilización de agua y un 29% de descenso del potencial de calentamiento global.
  • Yokohama, la segunda ciudad más grande de Japón, demostró que un enfoque integrado de la gestión de desechos junto con la cooperación de las partes interesadas, en particular los ciudadanos, puede reducir el desecho sólido en un 38.7% durante un período en el que la población aumentó en 170.000. La ciudad se ocupó de la educación ambiental y de las actividades de promoción para aumentar la concientización pública y solicitar medidas de colaboración. La reducción de residuos resultante permitió a Yokohama que dejaran de funcionar dos incineradores, lo que permitió a la ciudad ahorrar US$1.100 millones, como así también US$6 millones en costos anuales de operación y mantenimiento.

 

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