- Las inundaciones son el desastre natural más frecuente, causando devastación generalizada, daños económicos y pérdida de vidas humanas.
- La región de Asia oriental y el Pacífico es particularmente vulnerable: En los últimos 30 años, la cantidad de anegaciones en Asia representó aproximadamente el 40% del total mundial.
- La inundación urbana es cada vez más costosa y difícil de manejar durante la transición de los países de ingreso bajo y mediano de la región a sociedades mayoritariamente urbanas, con una mayor concentración de personas y bienes en las ciudades.
- Además de los daños económicos directos, estos desastres tienen consecuencias a largo plazo como la pérdida de oportunidades de educación, propagación de enfermedades y alteraciones en la nutrición, que pueden debilitar los objetivos de desarrollo.
- La rápida urbanización crea barrios más pobres que carecen de viviendas, infraestructura y servicios adecuados, haciendo que sus pobladores, especialmente las mujeres y los niños, estén más desvalidos frente a las inundaciones.
- El método más eficaz para gestionar el riesgo de inundaciones es adoptar un enfoque integrado que combine medidas estructurales y no estructurales.
- Esto incluye:
- Construcción de canales de drenaje y para desviar las aguas de las inundaciones;
- Incorporación de “áreas verdes” como humedales y reservas ambientales;
- Creación de sistemas de alerta de inundaciones, y
- Planificación del uso de la tierra para la prevención de estas.
- La clave es mantener un equilibrio apropiado, porque los riesgos actuales podrían cambiar en el futuro a medida que se aceleren los efectos de la urbanización y el cambio climático, demandando soluciones flexibles.
- Es necesario considerar diversos aspectos del impacto de estas medidas, que incluyen la degradación del medio ambiente, la biodiversidad, la equidad, el capital social y otras posibles soluciones de compromiso.
- Una gestión exitosa del riesgo de inundaciones requiere una toma de decisiones sólida, con una mayor coordinación entre los diferentes niveles de Gobierno, los organismos públicos, la sociedad civil y los sectores de la educación y privado, entre otros.
- Herramientas como los mapas de zonas de riesgo de inundaciones y las técnicas de simulación y visualización pueden ayudar a los responsables de la toma de decisiones a entender mejor el riesgo y el peligro de las inundaciones, predecir los resultados y evaluar los costos.
- Las comunicaciones también juegan un papel importante en la creación de conciencia y el refuerzo de la preparación. La guía advierte que los desastres menos graves se pueden olvidar en menos de tres años.
- Dado que el riesgo de inundaciones no puede ser eliminado por completo, también es necesario planificar una pronta recuperación, utilizando la reconstrucción como una oportunidad para construir comunidades más seguras y fuertes que tengan la capacidad de soportar mejor estos desastres en el futuro.