ARTÍCULO

¿Deberíamos preocuparnos por la fuga de cerebros en Latinoamérica?

Agosto 27, 2012


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TITULARES
  • La retención del talento latinoamericano será clave para el desarrollo de la región
  • Bajos salarios o poco reconocimiento profesional hace que latinoamericanos preparados emigren a otros países
  • Los países de la OCDE son los principales receptores de profesionales latinoamericanos

Es más de medianoche en Buenos Aires. Las casas que se dejan ver desde el Parque Chass emiten luces intermitentes de televisores aun encendidos. Calle abajo, en un edificio de tamaño no muy grande, la luz de una lámpara se mantiene firme y ajena al movimiento de imágenes que la rodean. Nos metemos por esa ventana y vemos a un joven licenciado en computación, de 33 años, concentrado en su escritorio.

Durante un mes, Andrés Quijano trabajó sin pausa en esa habitación para desarrollar una aplicación informática –Ecofacts- que le valió el reconocimiento internacional del concurso de “Aplicaciones por el Clima” (i) del Banco Mundial, por delante de competidores de todos los lugares del planeta. “Desde cualquier lugar del mundo se puede crear una buena aplicación… aunque obviamente si uno vive en Silicon Valley es mucho más fácil”, dice cuando se le pregunta sobre las posibilidades de desarrollar su talento en Argentina.

Al otro extremo de Latinoamérica, en Colombia, al sol de Cali el ingeniero Ernesto Girón también desarrolló una aplicación que le valió para colarse entre los quince finalistas del concurso que se llevó Andrés para Buenos Aires. Con quince años de experiencia en el mundo de la programación, diseñó WBPanorama, que entre otras ventajas dice la temperatura que tendremos en los próximos años. Aunque su ciudad natal le llama, confiesa que le tienta armar su maleta y marcharse a trabajar a Estados Unidos, donde los salarios son más altos y se encuentran más oportunidades en el mundo de las nuevas tecnologías. ¨La investigación en Latinoamérica es limitada y pocas empresas ofrecen trabajo¨, se lamenta.

Andrés y Ernesto son dos ejemplos visibles del talento que está brotando a lo largo y ancho de la geografía de la región, especialmente en el ámbito de las nuevas tecnologías, un sector en boga y con cada vez más relevancia a nivel internacional. Además de trasnochadas, cafés y códigos de computación, ambos comparten la incertidumbre de si deben quedarse o marcharse de sus países de orígen para desarrollar su carrera profesional. 

¿Por qué? Bajos salarios, poco reconocimiento profesional, desempleo o falta de apoyo a la investigación, se presentan como principales inconvenientes para quedarse.

Lo paradójico -y preocupante- de la situación es que, a pesar de haber brillado en un concurso internacional, los dos desarrolladores latinoamericanos no tienen una estabilidad laboral acorde a su talento.


" ¨La investigación en Latinoamérica es limitada y pocas empresas ofrecen trabajo¨ "

Ernesto Girón

Desarrollador informático

¿Qué hacen los países para retener el talento?

Tal y como explica David McKenzie, del Banco Mundial, la fuga de cerebros, en cifras globales, está creciendo a nivel mundial. Su informe muestra que el número de inmigrantes de sur a norte aumentó de 14 millones en 1960 a 60 millones en 2000. De la misma manera, el número de inmigrantes con educación terciaria creció drásticamente. 

El salario base, el prestigio del empleador y las oportunidades de desarrollo profesional son un arma de doble filo, ya que son causantes tanto de que un profesional decida quedarse o marcharse de una empresa. En este sentido, el talento latinoamericano que decide buscar mejores oportunidades lejos de su país de origen opta mayoritariamente por los países más ricos, pues son los que tienen una mayor capacidad para atraer talento.

Pero el panorama económico internacional está cambiando. La crisis financiera del 2008 creó nuevas prioridades y generó nuevos requerimientos tanto para empleadores como para empleados. Según un informe de The Economist Intelligence Unit, Chile se encuentra a la cabeza de los países de la región que tiene un mejor clima para atraer y retener talento, seguido de México, Brasil, Costa Rica, Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, República Dominicana y Ecuador.

Una de las medidas más prácticas para retener el talento es crear un sistema de becas sólido. En Chile, por ejemplo, muchas de las becas tanto de formación como de doctorado tienen la condición retornar a trabajar al país durante cierto tiempo una vez que finaliza la ayuda económica. De esta manera se asegura el regreso de capital humano, vital para el desarrollo y la innovación. 

Otro ejemplo es el que se practica en la Unión Europea, donde las subvenciones para estudiar en los países miembros permiten una mayor movilidad y facilitan la ejecución de estudios avanzados. 

Durante los próximos años, los países de la región deberán encontrar espacios donde se fomente, proteja y retenga el talento para lograr así que este capital humano tan valioso contribuya al desarrollo de los países. Esta será la clave para que personas como Andrés y Ernesto logren desarrollar su talento en un entorno laboral que les resulte gratificante y que a la vez contribuya al desarrollo de sus países.

La fuga de cerebros en cifras

Las cifras de sobre cualificación profesional en Latinoamérica varían según los diferentes países, desde un 5% en Costa Rica hasta el 14% registrado en Argentina –en Canadá, Estados Unidos o España, la tasa supera el 15%. Según el Banco Mundial, 30 millones de latinoamericanos viven fuera de sus países de origen, un 5,2% de la población, y en los países del Caribe, de media, más del 70% de los profesionales cualificados emigran en busca de mejores oportunidades. 

A la cabeza de los países de la región con mayor número de emigrantes se encuentran Argentina, Venezuela, México, Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Chile, Paraguay y Bolivia. La gran mayoría de estos migrantes –cerca de un 90%- se dirigen a los países de la OECD con mayores ingresos porque en sus países pueden encontrar empleos que les gratifiquen.


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