ARTÍCULO

América Latina: la región con más agua, la más castigada por la sed

Mayo 13, 2015

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Dos personas beben agua del sistema de abastecimiento de agua en Bella Vista, Las Lomas , provincia de Coclé, Panamá. 

Foto: Gerardo Pesantez / Banco Mundial

Con las mayores reservas de agua dulce en el mundo, es una de las más afectadas por el cambio climático.

En 2050, cerca de mil millones de personas vivirán en ciudades sin suficiente agua, según datos del Banco Mundial. Esto sucederá en gran medida por el aumento de la población y, en consecuencia, la creciente demanda.

 

A pesar que Latinoamérica cuenta con alrededor del 31 por ciento de los fuentes de agua potable en el mundo, podría ser una de las regiones más afectadas en una eventual crisis provocada por cambio climático.

 

¿Qué se puede hacer ante una eventual crisis en el suministro de agua? ¿Cómo se puede garantizar agua para el futuro? Entrevistamos a Wambui Gichuri, gerente de recursos hídricos para América Latina y el Caribe del Grupo Banco Mundial:

 

Pregunta. ¿Cómo está posicionada América Latina y el Caribe en materia de agua y saneamiento en comparación con otras regiones?

Respuesta. América Latina y el Caribe cuentan con la cobertura más alta de agua potable de las regiones en desarrollo (94 por ciento). Sin embargo, los índices de cobertura varían ampliamente entre países y entre las zonas rurales y urbanas de un mismo país.

Por ejemplo, en Uruguay más del 96 por ciento de la población cuenta con acceso a instalaciones de saneamiento mejoradas, frente a menos de la mitad de la población en Bolivia (46 por ciento) y casi la cuarta parte (24 por ciento) en Haití.

Aproximadamente 37 millones de personas carecen de acceso a agua potable, y casi 110 millones no tienen acceso a saneamiento. Los países con el menor acceso al agua potable de América Latina son: Haití, República Dominicana, Nicaragua, Ecuador, Perú y Bolivia.

En algunos países, como el Perú, en donde cerca del 90 por ciento de la población cuenta con abastecimiento de agua, el servicio presenta importantes limitaciones, con un suministro intermitente, baja presión y calidad deficiente del agua potable.

P. Algunos expertos y especialistas advierten constantemente sobre "una crisis del agua" a mediano plazo. ¿Qué tan cierto es? ¿Cuál es el futuro de los recursos hídricos en la región?

R. A pesar de contar con alrededor del 31 por ciento de las fuentes de agua dulce en el mundo, Latinoamérica será una de las regiones más afectadas por el cambio climático, por el posible aumento de las inundaciones y sequías, la reducción de la superficie agrícola y una posible pérdida de terrenos ubicados en zonas de baja altitud. Aún no se conoce el impacto de estos cambios en toda su magnitud, pero los expertos coinciden en que la disminución de las reservas de agua será uno de los primeros efectos en manifestarse, y uno de los más dramáticos.

Por ejemplo, las proyecciones muestran que habrá escasez de agua en los Andes, donde el retroceso de los glaciares y las sustanciales reducciones de los patrones de precipitaciones han afectado el suministro de agua significativamente durante los últimos siete años. El desafío es mejorar la forma en que se gestiona los recursos hídricos y se construye la infraestructura, por ejemplo, sistemas de almacenamiento y distribución, así como formas de asignar el agua a toda la gama de sectores productivos, con la finalidad de fomentar el crecimiento económico de una manera sostenible ecológicamente y socialmente incluyente.


" Aproximadamente 37 millones de personas carecen de acceso a agua potable, y casi 110 millones no tienen acceso a saneamiento. Los países con el menor acceso al agua potable de América Latina son: Haití, República Dominicana, Nicaragua, Ecuador, Perú y Bolivia.  "

Wambui Gichuri

Gerente de recursos hídricos para América Latina y el Caribe del Grupo Banco Mundial

P. El uso del agua está directamente relacionado con la energía y la agricultura. En vista del crecimiento demográfico, ambos sectores están demandando mayores recursos. ¿Qué se está haciendo para garantizar el acceso al agua en el futuro?

R. La respuesta estriba en la adopción de un "enfoque integrado" para la gestión de los recursos hídricos y en lograr una mayor eficiencia en el uso de los mismos. – El Banco Mundial está trabajando con los gobiernos en la prestación de servicios más eficientes, asequibles, resilientes y amigables con el medio ambiente.

Según estimados del Consejo Mundial de Energía, para el 2050 América Latina incrementará su producción de energía eléctrica en un 550 por ciento, mientras que el consumo asociado de agua se elevará en un 360 por ciento. Estos incrementos serán necesarios para suplir la creciente demanda de agua para operar las plantas de energía hidroeléctrica, enfriar las centrales termoeléctricas y las plantas nucleares y extraer y refinar los combustibles.

Asimismo es importante reconocer que la agricultura, el agua y la seguridad alimentaria se encuentran interconectados. Los impactos del cambio climático están multiplicando la frecuencia e intensidad de las sequías en muchas regiones. Los proyectos de infraestructura de riego elevan considerablemente la producción agrícola y la estabilizan, creando empleo, mejorando los ingresos de los agricultores y contribuyendo de manera importante a la seguridad alimentaria, especialmente en el caso de la agricultura de subsistencia. Asimismo, debemos trabajar en proyectos que incidan especialmente en la forma en que se gestionan los recursos hídricos.

P. Reciclar el agua puede ser muy beneficioso para la sostenibilidad de los recursos hídricos. ¿Qué se debe hacer en los países latinoamericanos para contar con plantas de tratamiento de aguas residuales para la agricultura y la generación de energía?

R. Ciertamente la reutilización del agua es una fuente importante de este recurso, que sin embargo en la región de América Latina es una práctica aún incipiente. Se debe trabajar más y apoyar decididamente proyectos de tratamiento de aguas servidas que tengan una perspectiva más amplia, integradora, y que, por ende, consideren componentes esenciales como la reutilización del agua.

No obstante es preciso insistir en la necesidad de mejorar dramáticamente los índices actuales de tratamiento de aguas servidas. La falta de dicho tratamiento ocasiona daños ambientales, afecta la salud humana y genera pérdidas económicas.

Actualmente, únicamente el 20 por ciento de las aguas residuales de América Latina recibe tratamiento. Por ejemplo, el gobierno de Brasil está realizando una fuerte inversión en plantas de tratamiento de agua. Como parte de la segunda fase del Programa de Aceleración del Crecimiento Nacional de Brasil, se está financiando la construcción y modernización de infraestructura, que contempla soluciones para el sector de agua y aguas residuales a un ritmo vertiginoso y a enorme escala.

 

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