ARTÍCULO

Trece empresas privadas compiten por la obtención de USD 13 millones en la subasta para el clima del Banco Mundial

Enero 11, 2017


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La tercera subasta del Mecanismo Piloto de Subasta para la Mitigación del Cambio Climático y la Reducción de las Emisiones de Metano se concentró en las reducciones de óxido nitroso. © Chemoproject Nitrogen


Se pone fin a la fase piloto para centrarse en la ampliación y la reproducción

Las subastas permiten la reunión de compradores y vendedores para acordar un precio para bienes o servicios que de otro modo son difíciles de valorar. En el ámbito del financiamiento para el clima se puede hacer uso de las subastas inversas a fin de producir el mayor rendimiento —mediante la invitación a las empresas privadas a competir entre sí por fondos públicos escasos para el clima con el objetivo de producir la mayor cantidad de reducciones de emisiones al menor costo.

El Grupo Banco Mundial asignó ayer USD 13 millones a través de la tercera subasta del Mecanismo Piloto de Subasta para la Mitigación del Cambio Climático y la Reducción de las Emisiones de Metano (PAF, por sus siglas en inglés). (i) Trece empresas de nueve países participaron en la subasta en línea, y cinco se adjudicaron contratos que les dan el derecho a vender sus créditos de carbono futuros al PAF a un precio fijo. En caso de rescate, estos contratos reducirán el equivalente de 6,2 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Mientras que las dos primeras subastas, que tuvieron lugar en 2015 y 2016, se orientaron a las emisiones de metano provenientes de los vertederos, la tercera se concentró en las reducciones de óxido nitroso. Ambos gases de efecto invernadero son muy potentes, y el último tiene un potencial de calentamiento del planeta de casi 300 veces que el del dióxido de carbono. Un ejemplo de emisiones de óxido nitroso serían las derivadas de la producción industrial de ácido nítrico, que se utiliza para producir fertilizantes. Las reducciones de emisiones derivadas de la producción de ácido adípico no eran elegibles para la subasta realizada ayer.

El PAF se estableció hace dos años para demostrar cómo pueden las subastas encauzar eficazmente fondos a proyectos que reduzcan las emisiones. En su calidad de mecanismo piloto, el PAF tiene por fin promover el aprendizaje mediante la demostración de múltiples formas de subasta, con la esperanza de que otros reproduzcan este modelo. La tercera subasta, a diferencia de la primera y la segunda, se dividió en dos subsubastas, con un "segmento nuevo" para proyectos en que no se habían instalado tecnologías no contaminantes antes de la fecha de la subasta, y otro "segmento abierto” para proyectos tanto nuevos como en ejecución.

Los adjudicatarios del segmento abierto de la tercera subasta recibieron contratos que les daban el derecho a vender créditos de carbono al PAF a razón de USD 2,10 por crédito de carbono. Las ofertas correspondientes a este segmento partieron de USD 5 por crédito de carbono, y a este precio la demanda de los oferentes quintuplicó con creces la oferta disponible. El PAF bajó el precio en el transcurso de siete rondas antes de llegar al precio de equilibrio.


En el caso del segmento nuevo, que fue inmediatamente anterior al segmento abierto, las ofertas partieron de USD 6 por crédito de carbono. La demanda de créditos de los oferentes en el segmento nuevo no fue suficiente para cerrar la subasta. En consecuencia, la totalidad del presupuesto correspondiente al segmento nuevo se transfirió al segmento abierto a fin de garantizar el máximo de reducciones de emisiones por dólar.

Los adjudicatarios de la tercera subasta obtuvieron contratos denominados “Pagarés por Reducción de Emisiones del Mecanismo Piloto de Subasta" (i), o PAFERN, por sus siglas en inglés, que se pueden rescatar entre 2017 y 2020. Hasta la fecha, el PAF ha asignado un total de USD 53 millones en financiamiento para el clima y mediante la venta de PAFERN, y ha obtenido un monto adicional de USD 12,5 millones para su reinversión en proyectos inocuos para el clima. Los PAFERN cuentan con el respaldo de financiamiento de los Gobiernos de Alemania, Estados Unidos, Suecia y Suiza.

El Banco Mundial ahora está poniendo su mira en el futuro, más allá de la fase piloto. El PAF ha demostrado eficazmente que las subastas pueden permitir la asignación eficiente de fondos públicos escasos, maximizar el impacto climático del financiamiento en condiciones concesionarias, promover el descubrimiento de precios de la reducción de emisiones, y ayudar al sector privado a mitigar los riesgos. Según un estudio de IFC (i) reciente, en el Acuerdo de París se identificaron casi USD 23 billones en oportunidades de inversiones respetuosas del clima en las economías emergentes. Las subastas para el clima son instrumentos ágiles que podrían encauzar dicho financiamiento para el clima, motivar al sector privado a reducir las emisiones, y elevar las ambiciones de las contribuciones nacionales de cada país.



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