ARTÍCULO

Mujeres en la agricultura: las agentes del cambio en el sistema alimentario mundial

Marzo 07, 2017

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Una mujer en un campo agrícola en Mozambique. © Banco Mundial


Las mujeres son la columna vertebral de la economía rural, especialmente en los países en desarrollo, ya que ellas representan casi la mitad de los agricultores del mundo, y en las últimas décadas han ampliado su participación en la agricultura. El número de hogares dirigidos por mujeres también ha aumentado a medida que más hombres han emigrado a las ciudades. Como cuidadoras principales de sus familias y comunidades, las mujeres son responsables de proveer alimentos y nutrición, y son el nexo que vincula las explotaciones agrícolas y los comedores de los hogares.

Mientras la comunidad mundial procura alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) −entre ellos, el ODS 2, cuyo propósito es poner fin al hambre y la malnutrición a más tardar en 2030− las mujeres pueden convertirse en los agentes del cambio fundamentales en los ámbitos de la agricultura, la nutrición y el desarrollo rural. Con un mejor acceso a la información, la capacitación y la tecnología, ellas pueden transformar la producción y el consumo de alimentos para que la tierra y los recursos se utilicen de manera sostenible.

Durante el Día Internacional de la Mujer, el Grupo Banco Mundial centra su atención en las mujeres que son ejemplo del lema de este año: #BeBoldForChange (Actúa con audacia para lograr el cambio). En visitas de campo y proyectos, hemos conocido a mujeres que son agentes de cambio en sus aldeas y comunidades. Ya sea que trabajen en una explotación agrícola o en un laboratorio, las mujeres de todo el mundo están transformando la agricultura para que el sector sea más resiliente y sostenible.

Kenya

Gracias a los programas de capacitación en que se enseñan prácticas agrícolas inteligentes en relación con el clima, las agricultoras de Kenya como Mercy Wairimu (i) y Catherine Akinyi Owiti (i) han podido ampliar y convertir sus explotaciones agrícolas en empresas prósperas y sostenibles. Wairimu ha sido productora avícola durante 10 años. “Solía tener algunos pequeños pollos autóctonos aquí y allá, corriendo por mis instalaciones”, dijo. “Pero cuando empezó el Proyecto de agroindustria y productividad agrícola de Kenya (KAPAP), mi mente y mi negocio se ampliaron. Ahora tengo 1000 aves”. Con las ganancias que obtiene producto de sus faenas agrícolas, Wairimu puede enviar a sus tres hijos a la escuela y a la universidad.

Owiti preside un grupo de mujeres que administra una explotación agrícola donde la comunidad acude a aprender técnicas agrícolas inteligentes en relación con el clima que les permiten aumentar sus cosechas y su resiliencia frente al cambio climático. En su propio terreno, de un cuarto de acre, esta madre de cinco hijos produce ahora seis veces más alimentos que antes usando técnicas con un enfoque acertado en relación con el clima.

Samoa

Dos de cada tres samoanos trabajan en el sector agrícola, criando ganado, cultivando plantas, o realizando ambas actividades. Después de una gran disminución de las tasas de reproducción animal en el país, se importó ganado para aumentar el número y mejorar la genética ganadera en el país. Agnes Meredith, (i) veterinaria en jefe del Ministerio de Agricultura de Samoa, ayudó a gestionar el proyecto, que permitió que por primera vez ingresara ganado por vía aérea desde Australia. “Creo que [este proyecto] va a aumentar la tasa de reproducción entre un 60 % y un 80 % en los próximos cinco años”, dijo Agnes Meredith. “Estamos avanzando y esto es un nuevo comienzo al traer este nuevo ganado. Es realmente muy bueno para nuestros agricultores”.

Bolivia

Rozzana Medina ha gestionado el laboratorio de cultivo in vitro del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) de Bolivia durante casi 10 años. Este laboratorio almacena toda la colección de tubérculos andinos bolivianos, entre otros cultivos. “Nosotras las mujeres demostramos tantas o mejores capacidades que nuestros colegas varones en la investigación agrícola, cuando nos dan la oportunidad”, dijo Medina. “Aumentar el número de mujeres en INIAF enriquecerá el trabajo de la institución”.

Benin

En Benin, Eugénie Faïzoun (i) administra una explotación agrícola multiuso donde se están aplicando prácticas agrícolas y piscícolas innovadoras. Ella, con 21 años de experiencia, es reconocida por sus conocimientos en la cría de peces, y trabaja con varias instituciones para capacitar a futuros piscicultores. “Ya he capacitado a 227 personas en distintos proyectos financiados por Japón y el Grupo Banco Mundial”, dijo. Faïzoun, que también preside la Union régionale des coopératives de pisciculteurs de l’Atlantique, puso en marcha recientemente un proyecto para ampliar su planta de producción.

Senegal

“Yo no soy agricultora, pero provengo de una región donde la agricultura es muy importante y emplea a muchas mujeres”, señaló Fatoumata Bineta Diop, (i) coordinadora de la Junta Nacional de Mujeres Ganaderas de Senegal. Diop, a través de eventos y programas de capacitación, procura que mujeres y hombres jóvenes se interesen en trabajar en el sector agrícola. “Es importante que las generaciones mayores de agricultores transmitan sus conocimientos a las nuevas y que las nuevas generaciones aporten conocimientos y técnicas adicionales para mantener el sector vivo y rentable”.

Côte d'Ivoire

El fufu, un plato rico en almidón que se elabora a menudo con harina de yuca y plátano, es un alimento básico en Côte d'Ivoire y otros países de África occidental. Gnagne Hadiouwe Eliane, bioquímica de la Université d'Abobo-Adjamé, inventó recientemente una harina de plátano para elaborar fufu que dura un periodo más largo que otras harinas, es segura para el consumo y más fácil de cocinar. Ella es solo una de muchas científicas agrícolas en África occidental (i) que trabajan en el desarrollo de nuevas tecnologías y técnicas para aumentar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria y nutricional.


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