ARTÍCULO

Apoyar a las vendedoras de pescado en Mauritania

Junio 06, 2017


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Banco Mundial

TITULARES
  • Las mujeres que trabajan en la industria pesquera de Mauritania tienen un acceso limitado a los mercados y al crédito, no cuentan con las mismas capacidades que los mayoristas y sufren aislamiento físico.
  • Un nuevo proyecto del Grupo Banco Mundial ayuda a las mujeres a desarrollar habilidades en materia de procesamiento y manipulación del pescado, gestión empresarial y comercialización.
  • La integración plena de las mujeres en el mercado pesquero de Mauritania puede ayudar a aumentar los ingresos y la independencia de estas, y a reducir la pobreza en el país.

Ciudad de Washington, 6 de junio de 2017. La industria pesquera de Mauritania cumple una función importante en la economía del país, aportando el 25 % de los ingresos públicos y hasta el 5 % del producto interno bruto (PIB). El sector de la pesca genera 53 000 empleos en todo el país; las mujeres realizan cerca del 30 % de las faenas.

En la ciudad septentrional de Nouadhibou, muchas mujeres que trabajan en la industria pesquera lo hacen por necesidad económica para mantener a sus familias. Las mujeres suelen tener altas calificaciones, pero se ven obligadas a laborar en malas condiciones. (i) En la tribu Imraguen, por ejemplo, las mujeres son famosas por su preparación de poutargue, un tipo de pescado en escabeche muy valorado en los mercados europeos.

A pesar de sus contribuciones y habilidades reconocidas, las mujeres de Mauritania aún no han sido incluidas de manera plena en la economía, (i) y están excluidas prácticamente de todos los segmentos del mercado pesquero.

“Dado que las mujeres no realizan las faenas de la pesca en sí, rara vez tienen acceso directo a la materia prima, es decir los peces”, dijo Alexandre Laure, especialista superior en desarrollo del sector privado del Grupo Banco Mundial. “No desempeñan casi ninguna función en el sector exportador, donde se obtienen los mayores beneficios. Ellas solo actúan a nivel del mercado local donde la demanda es limitada y los pescados de mayor calidad se reservan para los mayoristas”.

Esto es particularmente difícil para las personas que manipulan el pescado en pequeña escala, ya que según ellas son expulsadas del mercado por los mayoristas ricos que abastecen a las plantas de procesamiento, que aumentan cada día más en el país.

“Ni siquiera podemos negociar con los intermediarios que venden a las fábricas porque saben que no podemos costear el hielo o el almacenamiento en frío, así que tenemos un plazo de entrega mucho más estricto”, dijo Kouba Taleb, una vendedora de pescado de Nouadhibou. “Por lo que nuestras ganancias son aún más bajas”.

Estos problemas se agravan debido al aislamiento físico. El mercado artesanal de Nouadhibou está saturado de tal manera que las vendedoras de pescado no tienen espacio formal para ofrecer sus productos y se ven obligadas a trabajar en la calle, en las afueras del recinto. Además, la exposición a diversos elementos ambientales deprecia el valor de sus productos. Debido a ello, suelen vender sus mercaderías en ferias más pequeñas cerca de sus hogares donde hay menos compradores y los productos se compran a precios más bajos.

Estas malas condiciones de trabajo, además del acceso limitado al capital, la tierra y los equipamientos, obligan a muchas mujeres a reducir el número de días de trabajo o a abandonar el sector pesquero.


" Las mujeres pueden proyectarse más allá del corto plazo y ampliar su base de clientes con la adquisición de conocimientos sobre desarrollo empresarial y habilidades empresariales y comerciales "

Alexandre Laure

Especialista superior en desarrollo del sector privado del Grupo Banco Mundial

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Foto : Vincent Kienzler

Desarrollo de nuevas habilidades empresariales y en materia de procesamiento y manipulación del pescado

Para ayudar a resolver algunos de los desafíos a los que se enfrentan las vendedoras de pescado en Mauritania, y fortalecer el crecimiento del sector privado y la creación de empleo, el Grupo Banco Mundial lleva a cabo el Proyecto ecológico de agrupaciones de empresas de productos marinos de Nouadhibou (i) en colaboración con el Programa de Innovación e Industrias Competitivas (CIIP) (i). El proyecto, puesto en marcha en marzo de 2016, tiene como objetivo apoyar el desarrollo de un grupo de empresas de productos marinos en Nouadhibou que promueva la gestión sostenible de la pesca y genere valor para las comunidades locales. La iniciativa, liderada por el Departamento de Prácticas Mundiales de Comercio y Competitividad del Banco Mundial y apoyada por el Departamento de Prácticas Mundiales de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ayudará a reforzar la infraestructura portuaria de Nouadhibou y ampliar sus actividades de procesamiento de pescado en tierra. Además, se llevarán a cabo sesiones de capacitación específicas para ayudar a las mujeres a aprovechar sus habilidades en materia de procesamiento, manejo de productos, administración de negocios y comercialización. El propósito es ayudar a las mujeres a aumentar su capacidad de organizar, formalizar y hacer crecer sus negocios.

“Las mujeres pueden proyectarse más allá del corto plazo y ampliar su base de clientes con la adquisición de conocimientos sobre desarrollo empresarial y habilidades empresariales y comerciales”, dijo Alexandre Laure del Grupo Banco Mundial, que dirige el proyecto.

Laure informó que el proyecto también implementará una novedosa capacitación en iniciativa personal, haciendo hincapié en la importancia de la persistencia y de tener iniciativa propia para tener éxito en los negocios. El programa de capacitación se basa en los excelentes resultados de otro proyecto apoyado por el Grupo Banco Mundial en Togo, en que más de 500 mujeres emprendedoras participaron en sesiones de capacitación. Se determinó que las mujeres, que participaban en el programa de capacitación en iniciativa personal, tenían más activos y empleados, introducían mayor cantidad de productos y servicios nuevos y podían obtener préstamos de mayor monto, en comparación con las mujeres que solo recibían capacitación en administración de negocios.

Las iniciativas que desarrollan habilidades empresariales que se necesitan para empoderar económicamente a las mujeres respaldan los dos objetivos del Grupo Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. En Mauritania, aumentar la capacidad de las mujeres y apoyar sus actividades en la industria pesquera ofrece la oportunidad de resolver dos de los desafíos de desarrollo más apremiantes del país: la pobreza y el desempleo.

“Mejorar la organización y la coordinación, guiando al mismo tiempo la formación de habilidades para satisfacer las demandas del mercado, sentará las bases para integrar a las mujeres en la industria pesquera”, dijo Laure. “Esto no solo mejorará los medios de subsistencia, sino que ampliará los esfuerzos del Gobierno mauritano dirigidos a generar un crecimiento del sector privado más inclusivo y más diversificado”.


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