Un latinoamericano puede llegar a perder entre tres y cuatro horas al día en viajar desde casa al trabajo o viceversa. Esto le puede costar el equivalente a dos horas de su salario, según los expertos.
Para aliviar el problema del tiempo de viaje y de la contaminación, diferentes ciudades en la región, algunas en cooperación con el Banco Mundial, han desarrollado sistemas de Buses de Tránsito Rápido, que, al contar con estaciones a lo largo de una vía exclusiva para su desplazamiento, facilitan la rapidez en el abordaje y en el transporte, similar a los procedimientos que se usan en los sistemas de metro y de trenes ligeros.
Estos sistemas de transporte público también reducen la contaminación local y las emisiones de gases de efecto invernadero promoviendo el desarrollo inclusivo. En México, por ejemplo, el Sistema de Transporte Rápido por Autobús fue el primer corredor de transporte masivo en superficie de la capital mexicana. A fines de 2012 y debido a la demanda, el sistema había alcanzado picos de más de 300.000 viajes diarios. En Colombia, el TransMilenio cuenta con 138 estaciones y 84 kilómetros de líneas segregadas para buses y, a diario, transporta a más de 2 millones de pasajeros.