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ARTÍCULO Enero 23, 2018

Cinco razones por las que Haití debería invertir en ciudades resilientes

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¿Cuál es la mejor respuesta que pueden dar las ciudades de Haití a la creciente demanda de servicios, puestos de trabajo y accesibilidad?

En los últimos 15 años, Haití experimentó una urbanización muy rápida, duplicando el número de residentes urbanos de 3 millones a 6 millones de personas. Haití ahora es el tercer país más urbanizado de América Latina y el Caribe, tras Trinidad y Tobago y México. Cada año más de 133.000 haitianos se mudan a la ciudad.

¿Qué significa esto para el futuro de los residentes urbanos? ¿Y cuál es la mejor respuesta que pueden dar las ciudades a la creciente demanda de servicios, puestos de trabajo y accesibilidad? Estas son algunas de las preguntas que el gobierno haitiano y los representantes de muchos otros países y ciudades se estarán durante la celebración del Foro Urbano Mundial, que tendrá lugar en Kuala Lumpur en febrero.

Para Anabela Abreu, directora del Banco Mundial para Haití, “las políticas e inversiones efectivas son clave para la construcción de ciudades sostenibles con la participación de los ciudadanos y las comunidades locales, ciudades del futuro donde las oportunidades económicas vayan de la mano con el crecimiento poblacional”.

Muchos residentes de Puerto Príncipe luchan por encontrar un lugar donde vivir a un precio accesible y con agua corriente, mientras que otros tantos pierden horas en el tráfico trasladándose a su lugar de trabajo cada día. Una encuesta realizada a través de la cuenta de Twitter de @WBCaribbean reveló que, para nuestra audiencia, la infraestructura resiliente y el acceso a servicios son las dos grandes prioridades para la construcción de ciudades resilientes en Haití.

A pesar de los desafíos derivados de la rápida urbanización, los niveles de pobreza extrema en Haití descendieron, mientras que la cobertura de ciertos servicios mejoró en las ciudades. Las grandes ciudades se encuentran conectadas a la principal red de carreteras, a la vez que mejoró el acceso a microcréditos.


"El informe busca fomentar un debate sobre el futuro de las ciudades haitianas, identificando áreas de acción prioritarias que puedan generar mejores servicios y oportunidades para los haitianos"
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Sameh Wahba
Director de las Prácticas Mundiales de Desarrollo Urbano, Rural y Social, y Resiliencia del Banco Mundial

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Estos son los cinco desafíos y oportunidades para la construcción de ciudades resilientes en Haití, según el nuevo informe Ciudades de Haití: actuar hoy de cara al mañana:

  1. El 64% de los haitianos vive en ciudades y el número de residentes urbanos podría aumentar de 6 millones a 11 millones de personas para el año 2050: Una urbanización tan rápida trae aparejada una demanda cada vez mayor de infraestructura, servicios y puestos de trabajo, pero más importante aún, también trae oportunidades económicas. Esto es especialmente llamativo en las calles de Puerto Príncipe, que rebosan de personas, pequeños vendedores ambulantes, tiendas telefónicas y coloridos tap tap, camionetas pintadas utilizadas como transporte público. Para aprovechar estas oportunidades, el informe recomienda un planeamiento urbano más resiliente para cerrar el déficit de infraestructura y servicios y prepararse ante el crecimiento urbano futuro.
  2. El acceso a los servicios básicos mejoró, en especial en las áreas urbanas, pero aún debe hacerse más para responder a necesidades en rápido crecimiento: Mientras que los residentes de Puerto Príncipe o de la segunda ciudad, Cabo Haitiano, tienen un mejor acceso a las escuelas, servicios de salud y electricidad, dos tercios de los residentes urbanos carecen de saneamiento mejorado y la tasa de recolección de residuos sólidos es muy baja. Fortalecer el financiamiento municipal les permitirá a los gobiernos locales realizar las inversiones necesarias e incluir a los ciudadanos en la toma de decisiones.
  3. Un sistema de transporte accesible y asequible es clave para poder tener más oportunidades económicas: El 60% de los hogares no utiliza transporte motorizado. Los tap tap son la forma de transporte público más común, sin embargo, algunas de las personas más vulnerables pueden gastar hasta el 73% de sus ingresos totales en boletos de tap tap tomando estas camionetas colectivas dos veces al día durante la semana. Invertir en caminos y mejorar la eficiencia y asequibilidad del transporte público, así como fortalecer el ordenamiento territorial urbano, serán clave a la hora de reducir el tiempo que las personas pierden en el tránsito y facilitar la accesibilidad a puestos de trabajo y mercados.
  4. Una serie de costosos desastres naturales erosionó los beneficios del proceso de urbanización: Más del 96% de los haitianos está expuesto a dos o más peligros naturales. Existe una alta concentración de construcciones en zonas sísmicas y la mitad está construida sobre terrenos expuestos a las inundaciones. Luego del terremoto de 2010, Haití desarrolló herramientas de información y planeamiento para la gestión de riesgos ante desastres naturales, como evaluaciones de riesgos ante múltiples amenazas, mapeo de zonas sísmicas y activos expuestos. También se lanzó la primera plataforma de datos de libre acceso —Haitidata.org— para asignar mejor los recursos públicos luego de un desastre natural.
  5. Se necesita de un sistema más robusto de financiamiento municipal para terminar con el déficit de infraestructura y servicios e incorporar a la creciente población urbana. Al día de hoy, apenas se dedica el 0,6% del PIB a las communes (municipios). A medida que las ciudades aumentan de tamaño y población, el desafío es financiar un crecimiento urbano sostenible e inclusivo.


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