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ARTÍCULO Febrero 14, 2019

De esto se trata todo: proteger la biodiversidad en África

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Este artículo forma parte de una serie que se publicará antes de la tercera edición de la cumbre One Planet que se realizará el 14 de marzo de 2019 en Nairobi, Kenya. En la cumbre se reunirán líderes mundiales, emprendedores y representantes de organismos internacionales y de la sociedad civil para ayudar a acelerar y centrar la atención en las inversiones climáticas de conformidad con los objetivos del Acuerdo de París. La cumbre se centrará en promover las energías renovables, fomentar la resiliencia y la adaptación, y proteger la biodiversidad en África. Siga la etiqueta #OnePlanetSummit para recibir actualizaciones, y conéctese el 14 de marzo para ver el evento en vivo.

DESAFÍO:

África alberga una rica y variada biodiversidad animal, vegetal y marina que proporciona servicios de los ecosistemas esenciales, impulsando la economía del continente y sirviendo como mecanismo de amortiguación del cambio climático. Sin embargo, el continente está experimentando una dramática pérdida de biodiversidad. Se estima (i) que, , así como provocar una disminución de entre el 20 % y el 30 % en la productividad lacustre (la vida vegetal y animal producida por un lago), y una pérdida significativa de especies de plantas. Aún más inmediatas son las actuales amenazas para la biodiversidad de África derivadas de la pérdida y la degradación de hábitats naturales (especialmente debido a la expansión agrícola), la sobreexplotación directa de especies de fauna silvestre y recursos pesqueros (incluida la caza y el comercio ilegales) y la propagación de ciertas especies invasoras no nativas. Esta pérdida de biodiversidad afecta los medios de subsistencia, el suministro de agua, la seguridad alimentaria y disminuye la resiliencia frente a fenómenos extremos, en particular de las personas que viven en zonas rurales y que suelen ser las más pobres.

SOLUCIÓN:

El Grupo Banco Mundial trabaja con los países para conservar mejor la biodiversidad y administrarla de manera sostenible. Esto incluye invertir en la gestión de cuencas hidrográficas y la gestión integrada de las zonas costeras y las áreas protegidas, a medida que los países se esfuerzan por lograr sus objetivos de desarrollo y planes de reducción de la pobreza. —por ejemplo, a través del turismo o los pagos por servicios ambientales— que puedan cubrir el costo de administrar la biodiversidad y mejorar las economías locales. Al mismo tiempo, el Grupo Banco Mundial trabaja también en estrecha colaboración con sus asociados para mejorar la gestión forestal y evitar los delitos contra la vida silvestre como una manera de proteger el valor del turismo basado en la naturaleza, que a su vez afecta la resiliencia de las personas que viven alrededor de las áreas protegidas. El Banco Mundial ha estado trabajando con varios países (i) de África para incorporar los valores físicos y monetarios del capital natural en los procesos de toma de decisiones.

RESULTADOS:

  • Con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), (i) el Banco Mundial constituye una de las principales fuentes de financiamiento para la conservación de la biodiversidad en África. La labor en materia de biodiversidad, por valor de aproximadamente USD 360 millones, se incluye en unos 50 proyectos que se implementan actualmente en la región de África.
  • En Mozambique, (i) el Banco Mundial apoya el Programa de Gestión de las Zonas de Conservación de la Biodiversidad y Fomento del Desarrollo (MozBio) implementado por el Gobierno. Las zonas de conservación de Mozambique han sido designadas (i) para proteger los diversos hábitats del país, que incluyen una costa con espectaculares arrecifes de coral y más de 6000 especies de plantas, aves y mamíferos. En la primera fase de MozBio (2015-19) resultaron beneficiadas más de 60 000 personas (casi la mitad son mujeres) en 10 áreas protegidas, incluidos los parques nacionales Chimanimani y Quirimbas, la Reserva Nacional de Gilé y la Reserva Especial de Maputo, y se movilizaron más de USD 500 millones en compromisos de inversión privada. La segunda fase del proyecto se extiende hasta 2023 y tiene como objetivo brindar más apoyo a las comunidades rurales y continuar los esfuerzos de conservación y biodiversidad. Hasta ahora, el programa MozBio ha ascendido a más de USD 100 millones.
  • En Gabón, el Banco Mundial ayudó a mejorar la conservación de la biodiversidad (i) en parques, zonas de amortiguación y humedales (i) con bosques. Los proyectos ampliaron los conocimientos y la experiencia de las entidades relacionadas con la conservación y pusieron en marcha un sistema de monitoreo eficiente para los ecosistemas de humedales, haciendo posible el manejo sostenible de los recursos. Las actividades que generan ingresos también redujeron la pesca ilegal y la caza furtiva y promovieron el comportamiento ecoresponsable en las comunidades adyacentes. Estos esfuerzos (i) contribuyeron a agregar nueve sitios naturales que permitieron alcanzar los 2,8 millones de hectáreas de sitios Ramsar.
  • En Tanzanía, (i) el Proyecto SWIOFish, apoyado por el Banco Mundial, por un valor de USD 220 millones ayuda a las comunidades pesqueras de Comoras, Madagascar, Mozambique, Seychelles, Tanzanía (i) y Maldivas a aumentar los beneficios económicos de la pesca, restablecer las poblaciones de peces y recuperar los medios de subsistencia. El proyecto también contribuyó significativamente a la reducción de las prácticas de pesca ilegal, como la pesca con explosivos (i) en Tanzanía.
  • En Sudáfrica, (i) el Banco Mundial, a través de una donación del FMAM, proporcionó apoyo de implementación al Parque del Humedal iSimangaliso, un sitio declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, para mejorar el funcionamiento ecológico del lago Santa Lucía. El programa también ayudó a crear oportunidades de trabajo sostenibles para la comunidad dentro y alrededor del parque, mediante 75 empresas compatibles con la conservación. Además, 185 personas recibieron capacitación en desarrollo de negocios, 77 jóvenes obtuvieron becas para asistir a cursos y 393 líderes locales aplicaron las habilidades adquiridas en la capacitación de gestión de recursos para mejorar la administración conjunta del parque. Actualmente se está preparando una segunda fase con financiamiento del FMAM-7, y se amplía el enfoque a otras áreas protegidas del país.



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