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ARTÍCULO Julio 11, 2019

¿Cómo ayudamos a que en las ciudades se respire mejor? Presentación del proyecto Autobuses Ecológicos


Este artículo forma parte de una serie referida a las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y a las ambiciosas iniciativas climáticas que los países están implementando para generar una transformación que permita reducir los niveles de emisión de carbono e incrementar la resiliencia frente al clima. Toma como base los proyectos respaldados por el Mecanismo de Apoyo a las CDN del Banco Mundial, un fondo fiduciario financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania.


DESTACADO

  • El proyecto Autobuses Ecológicos, que cuenta con el respaldo del Mecanismo de Apoyo a las CDN del Banco Mundial, ha demostrado las posibilidades de ampliar la movilidad no contaminante de manera eficaz en función de los costos en las ciudades latinoamericanas. El proyecto también ha contribuido a movilizar una comunidad multisectorial de dirigentes comprometidos con el logro de los objetivos de mitigación del cambio climático en la región.
  • Los menores costos de las baterías y una mayor participación de las fuentes de energía renovable en la red eléctrica son avances prometedores para superar los obstáculos que han estancado, por lo general, la adopción de vehículos eléctricos en América Latina y en otros lugares.
  • La capital de Chile, Santiago, es pionera en la adopción de autobuses eléctricos a batería en la región. El replanteamiento de los subsidios al combustible diésel y el aumento del financiamiento verde —esfuerzos que han realizado las autoridades en Santiago— ayudarán a otras ciudades latinoamericanas a ampliar el transporte no contaminante y lograr avances en sus CDN.

Este hecho fue pionero en la región, y las imágenes de la caravana de autobuses de última generación en dirección hacia la capital de Chile atrajeron la atención internacional.

Se espera que esta transformación ayude al país a cumplir con una de las metas incluidas en sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN), que se establecieron en el periodo previo al Acuerdo de París. Dicha meta consiste en reducir en 30 % las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por unidad de producto interno bruto (PIB) a más tardar en 2030, y el transporte es uno de los principales sectores que pueden ayudar en materia de mitigación.

La experiencia en Santiago, sin embargo, sigue siendo una excepción en la región. Aunque los países latinoamericanos han manifestado sus intenciones de promover un futuro con bajos niveles de emisión de carbono, la transición hacia el uso de vehículos de bajas emisiones y de cero emisiones ha sido lenta. Con el fin de comprender mejor los desafíos que se enfrentan para acelerar la adopción de tecnologías limpias en América Latina, el Banco Mundial proporcionó asistencia al proyecto Autobuses Ecológicos, que es respaldado por el Mecanismo de Apoyo a las CDN. (i)

El proyecto Autobuses Ecológicos se implementó en cinco ciudades del continente: São Paulo, Ciudad de México, Santiago, Buenos Aires y Montevideo, todas las cuales pertenecen a países miembros de la Alianza para las CDN. (i) Se realizó un diagnóstico en cada una de las ciudades para comparar los costos del ciclo de vida y las emisiones de GEI de tecnologías que abarcan desde el combustible diésel no contaminante (que equivale a la norma Euro 6) y el gas natural comprimido hasta autobuses eléctricos a batería y autobuses de pila de combustible de hidrógeno. Los autobuses eléctricos a batería surgieron como la opción energéticamente más eficiente entre todas las tecnologías, aunque su adopción continúa siendo cuestionada debido a dos factores: su intensidad de emisiones de carbono y sus altos costos iniciales. Sin embargo, el fuerte descenso en el último tiempo del costo de la tecnología de las baterías —el principal componente del costo de un autobús eléctrico— y la mayor participación de fuentes de energía renovable en la red eléctrica están ayudando a superar estos desafíos.

El proyecto también evaluó otros factores que influyen en la adopción de los autobuses eléctricos a batería, incluidos los subsidios a los combustibles, la competencia en el mercado, las características de los corredores de transporte y, lo que es más importante, la voluntad política en las cinco ciudades mencionadas. Entre otras cosas, las bajas tasas de interés y los procesos competitivos de licitación han ayudado a Santiago a tomar la delantera en el uso de los autobuses eléctricos a batería. Otras ciudades latinoamericanas pueden seguir su ejemplo promoviendo una mayor competencia en el sector del transporte público y adoptando modelos de concesión. Del mismo modo, el replanteamiento de los subsidios al combustible diésel y el aumento del financiamiento ecológico siguen siendo cruciales para enfrentar las principales barreras de políticas y en los mercados que impiden la adopción generalizada de los buses eléctricos.

El proyecto Autobuses Ecológicos ha desempeñado también un papel importante en materia de movilización, conectando a diversas partes interesadas comprometidas con el programa de la movilidad no contaminante, y que incluyen a representantes de los ministerios de Transporte, Energía, Medio Ambiente y Hacienda, así como a fabricantes privados de autobuses, operadores, empresas de gestión del transporte público e instituciones financieras comerciales. Estas nuevas redes han creado espacios innovadores para la participación de los interesados. Por ejemplo, con fondos del Mecanismo de Apoyo a las CDN, el Banco Mundial organizó un taller titulado “Green Your Bus Ride” (“Ecologiza tu viaje en autobús”) en Brasil, en asociación con el Instituto de Recursos Mundiales (i) y la Agencia Alemana de Cooperación Internacional, (i) que se centró en el tema del transporte sostenible en América Latina. En el evento participaron representantes de 12 ciudades de 9 países (financistas, fabricantes, asociaciones nacionales de operadores, organismos de tránsito y centros de estudios) que presentaron experiencias específicas de sus ciudades y analizaron soluciones para impulsar una adopción más amplia de la movilidad no contaminante.

Basándose en esta primera fase de investigación y debates sobre políticas, el Banco Mundial trabajará ahora en estrecha colaboración con ciudades de todo el continente para crear las condiciones adecuadas que permitan aumentar las tecnologías de vehículos ecológicos, teniendo en cuenta las oportunidades y limitaciones locales. El Mecanismo de Apoyo a las CDN (i) sigue comprometido a apoyar esta transición hacia un desarrollo con bajos niveles de emisión de carbono y promover los objetivos climáticos de los países latinoamericanos.

 

 

 

Jefas del equipo a cargo del proyecto:

Bianca Bianchi Alves es especialista superior en transporte urbano del Banco Mundial. Para contactarla, escribir a: bbianchialves@worldbank.org.

Kavita Sethi es economista superior especializada en transporte del Banco Mundial. Para contactarla, escribir a: ksethi@worldbank.org.



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