TITULARES
- Luz Adriana Rodríguez ha dedicado su vida a la Amazonía, combinando su pasión por la naturaleza con el trabajo comunitario en su Colombia natal.
- Sus años de experiencia en la Amazonía le han enseñado que un cambio significativo comienza con la creación de confianza en las comunidades locales y el respeto del delicado equilibrio entre la tradición, la sostenibilidad y la gobernanza.
- Como coordinadora del proyecto Corazón de la Amazonía, ha estado a la vanguardia en la promoción del uso sostenible de la tierra y el fortalecimiento de la gobernanza regional.
Luz Adriana Rodríguez nació en Bogotá, Colombia, pero la vida la llevó a vivir en la inmensidad de la Amazonía por muchos años. Desde temprana edad, sintió una profunda conexión con la naturaleza, lo que la impulsó a estudiar geografía; esto le permitió entender la intersección entre territorio, planificación y comunidad. En la década de 1980, decidió que su lugar estaba en el territorio, trabajando directamente con comunidades. Así comenzó su camino y trabajo en la región, siempre buscando contribuir a la gestión integral del territorio.
Cuando llegó a la Amazonía, su vida personal y profesional se entrelazaron: su primer hijo tenía seis meses, a quien llevó consigo en sus travesías de trabajo. Más tarde, con la llegada de su hija, consolidó en la Amazonía su segundo hogar. Criar a sus dos hijos en este entorno le dio una perspectiva única, marcada por la resiliencia y el respeto a la naturaleza, la diversidad y lo diferencial. El paso del tiempo en contacto con los desafíos que tenían estos territorios marginales para la mayoría de los colombianos despertó su misión de vida, como es el servicio y solidaridad, y la forjó como la líder carismática que es.
Luz Adriana y sus hijos en Raudal del Guayabero, San José de Guaviare en los años 1990
A lo largo de su carrera, ha recorrido casi toda la Amazonía colombiana y el país. La experiencia trabajando en el Plan Nacional de Rehabilitación, orientado por el gobierno nacional, posteriormente en la gobernación del departamento del Guaviare, el programa Raíz por Raíz muy cercano al sentir de las comunidades indígenas, el programa Bogotá Sin Hambre y su paso por Parques Nacionales reforzó su convicción que las transformaciones en el territorio hacia la sostenibilidad, se consiguen a través del trabajo sinérgico y coordinado entre las organizaciones locales de la sociedad civil, las comunidades y los entes públicos. Considera que el trabajo articulado a su vez permite fortalecer la gobernanza en zonas marginadas, así como un desarrollo real de la planeación participativa del territorio.
En este recorrido llegó al proyecto Corazón de la Amazonía, que inició acciones en el 2015. Allí ha podido plasmar su experiencia previa y coordinar el accionar de las entidades del Sistema Nacional Ambiental de Colombia en torno al fortalecimiento de la gobernanza institucional y comunitaria, el uso sostenible de la tierra y la conservación de la biodiversidad.
El proyecto se integró posteriormente como parte del Programa Paisajes Sostenibles de la Amazonía (ASL), financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), que reúne proyectos similares en otros países amazónicos. El intercambio de experiencias, retos y lecciones con otros países le permitió a Luz Adriana confirmar esa conexión que ya venía generando en Colombia, más allá de diferencias políticas y sociales, los países amazónicos comparten un bioma que exige una aproximación integral de paisaje. Como dice:
“La naturaleza no tiene fronteras, y eso se ha hecho evidente en cada paso del camino”.
Según Luz Adriana, uno de los mayores logros del ASL ha sido la creación de una comunidad de aprendizaje, donde el intercambio de conocimientos permite a los proyectos y sus miembros ampliar la visión sobre el territorio. Antes, cada país trabajaba dentro de su propio marco normativo, sin comprender que las decisiones en un país pueden tener efectos -positivos o negativos- en otros. Con el programa, la región se concibe como un todo, cuya conservación es clave para la estabilidad del planeta.
Luz Adriana en uno de los eventos del proyecto Corazón de la Amazonía
En este espacio de aprendizaje e intercambio generado por el ASL, el proyecto Corazón de la Amazonía, ha podido compartir sus logros y lecciones en relación con la participación y gobernanza comunitaria y la estructuración de estrategias que han generado acuerdos y cambios de comportamiento sostenibles y en pro de la conservación de los bosques.
Video: Emprendedoras en medio de la selva, publicado originalmente por El País y posteriormente compartido en la página de Facebook del proyecto Corazón de la Amazonía en 2020.
Uno de los casos más inspiradores que considera Luz Adriana es el de las mujeres del resguardo indígena Mirití-Paraná, cuyas acciones por recuperar semillas tradicionales se tradujo en oportunidades de recuperación y reconocimiento del conocimiento tradicional como sustento para la conservación, y a su vez fortalecer la gobernanza indígena. También, el trabajo con las comunidades indígenas que conforman los Ramsar de la Estrella Fluvial de Inírida (EFI) y Lagos de Tarapoto, con las acciones de monitoreo de pesca y fauna, proceso que ha evidenciado cómo la integración del conocimiento tradicional y las herramientas y capacidades científicas aportan a consolidar y potencializar liderazgos locales en estrategias de manejo sostenible.
A lo largo de estos años, para Luz Adriana ha quedado claro que la transformación real no depende solo de políticas gubernamentales, sino también de la gente. Cuando un campesino dice "mi bosque no se toca" o una comunidad apuesta por la conservación en lugar de la deforestación, se evidencia una transformación que permite avanzar hacia el cuidado y manejo de los territorios.
Mirando hacia el futuro, cree que la Amazonía no necesita más respuestas de corto plazo a los problemas actuales; requiere de políticas a largo plazo y de garantías para su implementación, que reconozcan el valor de la región más allá de lo económico. Imagina un territorio donde las comunidades sean protagonistas y donde conservación y bienestar humano no sean conceptos opuestos, sino una forma de vida.
Sabe que aún queda mucho por hacer, pero lo que ha aprendido con el ASL es que la Amazonía tiene voz propia y, cada vez más, hay quienes están dispuestos a escucharla y protegerla.
10 años Conectando la Amazonía
El proyecto Corazón de la Amazonía cumple 10 años de implementación trabajando por la conservación y el uso sostenible del bioma amazónico en Colombia. Este aniversario coincide con los 10 años del programa regional Paisajes Sostenibles de la Amazonía (ASL), al cual pertenece.
Para conmemorar este hito, celebramos a personas clave que han sido parte fundamental de este recorrido.