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OPINIONES Octubre 30, 2017

Para acabar con la pobreza, aprovechemos todo el potencial de las mujeres que inician negocios

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Kristalina Georgieva. © Banco Mundial

Cuando las mujeres trabajan, todos ganan. En todos mis viajes siempre me ha impresionado mucho la enorme contribución que hacen las mujeres a sus familias, comunidades y sociedades. 

Sabemos que , los hombres, las niñas y los niños. Y, sin embargo, las mujeres emprendedoras enfrentan numerosas dificultades. 

Se estima que las empresas de propiedad de mujeres representan poco más del 30 % de los negocios formales y registrados en todo el mundo. Peroo no consiguen servicios financieros en condiciones adecuadas para satisfacer sus necesidades. 

Las empresas formales de propiedad de mujeres enfrentan un déficit de crédito de alrededor de USD 300 000 millones. Además de la falta de financiamiento, en el caso de las pymes, se presentan otras dificultades, entre ellas el acceso limitado a la tecnología, la falta de redes y recursos de conocimientos, y obstáculos legales y normativos que impiden a las mujeres ser propietarias de una empresa o desarrollarla. 

Más allá de la actividad empresarial, las mujeres enfrentan restricciones en el empleo remunerado. En al menos 100 economías, ven limitadas sus posibilidades de realizar los mismos trabajos que los hombres, aun cuando, según investigaciones realizadas por el Grupo Banco Mundial, Las mujeres que trabajan ganan hasta un tercio menos que los hombres, en parte debido a que son más propensas a trabajar en sectores con menor remuneración, como el comercio minorista, o a que no son remuneradas, sobre todo en empresas y establecimientos agrícolas familiares. Las mujeres también disponen de menos tiempo para trabajar, dado que dedican el doble del tiempo que los hombres a tareas domésticas o a cuidados familiares no remunerados.

En todo el mundo estamos encontrando formas innovadoras de derribar estos obstáculos. En Kenya, donde solo el 1 % de las mujeres son propietarias, el Gulf African Bank permite a las mujeres utilizar joyas, animales y garantes, por ejemplo, como garantía para obtener préstamos de hasta USD 15 000.

Yvonne Ndeta creó TRON Enterprises, una empresa de transporte de cemento en Kenya, con apenas 5 empleados y 2 camiones. Hoy lidera una flota de 100 camiones y 15 empleados que transportan cemento y otros productos básicos por toda Asia oriental, y tiene previsto expandir sus operaciones a los distintos mercados de África al sur del Sahara.

El banco también respalda sucursales dedicadas a la atención exclusiva de las mujeres en las que se brindan no solo servicios bancarios sino también de asesoramiento. Ofrece talleres sobre gestión, planificación comercial, planificación tributaria y liderazgo. Desde que puso en marcha el programa hace dos años, el Gulf African Bank ha otorgado préstamos a mujeres por valor de USD 1,35 millones.

En la Asamblea Mundial para las Mujeres —la emblemática conferencia de Japón destinada a promover el empoderamiento de la mujer—, estamos haciendo hincapié en un nuevo esfuerzo mundial para liberar más de USD 1000 millones en financiamiento para mujeres emprendedoras de países en desarrollo. Tal como se anunció durante la reciente cumbre del Grupo de los Veinte, la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (We-Fi) ya ha recaudado más de USD 340 millones en compromisos de donantes —superando así nuestra meta en más de USD 100 millones— de sus 14 miembros fundadores: Japón, Alemania, Arabia Saudita, Australia, Canadá, China, Corea del Sur, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Rusia.

La iniciativa We-Fi llena un vacío importante: se trata del primer fondo importante comprometido con la tarea de alinear las reformas de los países con la inversión privada. Esto significa que, mientras invertimos en proyectos que respaldan a las empresas dirigidas por mujeres, trabajaremos con los Gobiernos para superar las barreras legales y regulatorias que afectan a las mujeres emprendedoras.

La primera reunión del Consejo Directivo de la iniciativa se celebró hace apenas unas semanas, y actualmente dicho órgano se encuentra en funciones. Espero con interés las ideas, propuestas y asociaciones que surjan de la iniciativa y de los debates que se lleven a cabo en Tokio, donde tengo previsto reunirme con líderes de todo el mundo para acelerar los esfuerzos dirigidos a crear una sociedad donde las mujeres puedan prosperar.

Es emocionante ver cómo las empresas, los Gobiernos, las instituciones financieras y las organizaciones sin fines de lucro están buscando formas de seguir derribando los obstáculos que frenan el desarrollo de las mujeres. La iniciativa We-fi representa una gran oportunidad para aprovechar el nuevo financiamiento y los nuevos conocimientos disponibles para brindar a las mujeres oportunidades de éxito reales y equitativas.

Kristalina Georgieva es la directora gerente del Banco Mundial; de nacionalidad búlgara, contribuyó a configurar el programa de trabajo de la Unión Europea a partir de 2010. Georgieva nació en Sofía, en 1953.

Publicado originalmente en The Yomiuri Shimbun.

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