COMUNICADO DE PRENSA

Muchas sociedades están eliminando gradualmente la discriminación por motivos de género, aunque se puede avanzar más, dice Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial

Septiembre 24, 2013




 

Londres, 24 de septiembre de 2013. En un nuevo informe del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) se llega a la conclusión de que los obstáculos legales y reglamentarios a la inclusión económica de la mujer han disminuido en los últimos 50 años en todo el mundo, pero todavía existen numerosas leyes que dificultan la participación femenina en la economía. Las leyes que restringen la actividad económica de la mujer prevalecen más que nada en las regiones de Oriente Medio y Norte de África, África al sur del Sahara y Asia meridional.

En el tercer informe de la serie, titulado Mujer, Empresa y el Derecho 2014: Eliminando Restricciones para Aumentar la Igualdad de Género, se siguen de cerca las regulaciones que afectan a empresarias y empleadas en 143 economías. En esta edición se destacan las reformas ejecutadas en los últimos dos años, se examina la evolución de los derechos de propiedad y la potestad legal de decidir de la mujer desde 1960, y se amplía el alcance de los temas analizados para incluir las protecciones legales que amparan a la mujer contra la violencia.

“El ideal de igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades económicas no representa solo una política social acertada, sino también una política económica inteligente”, dijo Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial. “Cuando mujeres y hombres participan en la vida económica en igualdad de condiciones, pueden aportar su energía para forjar una sociedad más cohesiva y una economía con mayor capacidad de recuperación. La forma más segura de contribuir a enriquecer las vidas de las familias, las comunidades y las economías consiste en permitir a cada persona desarrollar al máximo su potencial creativo”.

“La última edición de Mujer, Empresa y el Derecho muestra que numerosas sociedades han avanzado y están suprimiendo gradualmente formas arraigadas de discriminación contra la mujer”, señaló Kim. “Sin embargo, queda mucho por hacer”.

En el informe se determinó que 44 países introdujeron 48 cambios legales que permitieron aumentar las oportunidades económicas de la mujer en los dos últimos años. El mayor número de reformas se registró en Côte d’Ivoire, Malí, Filipinas y la República Eslovaca. Por ejemplo, en Côte d’Ivoire y Malí los maridos ya no pueden impedir unilateralmente que sus esposas trabajen; Filipinas ha eliminado restricciones al trabajo nocturno de la mujer, y la República Eslovaca elevó el porcentaje del salario pagado durante la licencia por maternidad.

Se comprobó también en el informe que los países de Europa oriental y Asia central son los que han establecido las listas más extensas de actividades que las mujeres no pueden realizar. Por ejemplo, no pueden conducir camiones para el sector agrícola en la Federación de Rusia, y tampoco pueden trabajar como carpinteras en Belarús ni como soldadoras en Kazajstán. Es posible que estas restricciones obedezcan al deseo de proteger a la mujer, pero pueden limitar sus opciones laborales. La publicación muestra que aquellas economías con más restricciones laborales para la mujer son las que presentan una menor participación femenina en la fuerza de trabajo.

“Se está acelerando el avance hacia la igualdad de hombres y mujeres ante la ley”, dijo Augusto López-Claros, director, Indicadores y Análisis Mundiales, Grupo del Banco Mundial. “Nuestros datos muestran que, en los últimos 50 años, países de todas partes del mundo comenzaron a eliminar restricciones de antigua data que impedían a la mujer participar más plenamente en la economía. Si bien el avance ha sido dispar, hay un reconocimiento generalizado de que el empoderamiento económico de la mujer es crucial para la competitividad y la prosperidad”.

Entre 1960 y 2010, en las 100 economías examinadas se eliminaron más de la mitad de las restricciones a los derechos de propiedad de la mujer y su capacidad para realizar actos legales. En tres regiones —África al sur del Sahara, América Latina y el Caribe, y Asia oriental y el Pacífico—esas restricciones se redujeron a la mitad. Si bien se suprimieron algunas limitaciones en Asia meridional y en Oriente Medio y Norte de África, estas dos regiones fueron las que ejecutaron menos reformas.

Otra innovación importante del informe es la recopilación de datos sobre la existencia y el alcance de leyes vinculadas a dos formas de violencia contra la mujer: el acoso sexual y la violencia doméstica. Los datos, que abarcan 100 países, indican que la prohibición del acoso sexual en el lugar de trabajo está muy difundida: 78 economías tienen legislación al respecto y, de ellas, más de la mitad han tipificado como delito ese comportamiento. Las leyes relativas a la violencia doméstica también están extendidas: 76 países cuentan con legislación que la prohíben. Oriente Medio y Norte de África es la región con el menor número de leyes sobre violencia doméstica.

En el informe se demuestra que una menor igualdad entre hombres y mujeres ante la ley va acompañada de una menor participación de la mujer en la propiedad de empresas, mientras que las políticas que alientan a la mujer a sumarse a la fuerza de trabajo y permanecer en ella se vinculan con una mayor igualdad de ingresos. Se señala también que, si bien se observan indicios de que las oportunidades económicas para la mujer están mejorando en el mundo entero, los países pueden hacer más para facilitar la participación femenina en la vida económica.

Acerca de la serie de informes Mujer, Empresa y el Derecho:

Mujer, Empresa y el Derecho mide la diferenciación entre mujeres y hombres establecida por las leyes, las regulaciones y las instituciones que puede afectar los incentivos o la capacidad de la mujer para trabajar o para constituir y administrar una empresa. Analiza las diferencias legales basadas en el género observadas en seis ámbitos en 143 economías: el acceso a las instituciones, el uso de la propiedad, la búsqueda de empleo, el manejo de los impuestos, la capacidad crediticia y la presencia en los tribunales. El proyecto ofrece una imagen clara de las desigualdades por motivo de género a partir de las diferencias legales de cada economía, pero no presenta un panorama exhaustivo de la brecha entre los géneros ni tampoco indica la importancia relativa de cada aspecto abordado. El informe de este año fue publicado por Bloomsbury Publishing.

Acerca del Grupo del Banco Mundial

El Grupo del Banco Mundial es una de las mayores fuentes de financiamiento y conocimientos para los países en desarrollo. Está formado por cinco instituciones estrechamente relacionadas: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que conforman el Banco Mundial; la Corporación Financiera Internacional (IFC); el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA); y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Cada una de esas instituciones cumple un papel bien diferenciado en la misión del Grupo del Banco Mundial de reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de la población del mundo en desarrollo. Para obtener más información, visite www.worldbank.org, www.miga.org y www.ifc.org.Para más información sobre el informe y sus conclusiones, visite: wbl.worldbank.org.

 

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En London
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COMUNICADO DE PRENSA N.º
2014/086/FPD

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