CIUDAD DE WASHINGTON, 23 de abril de 2025. Según la última actualización económica del Banco Mundial sobre Oriente Medio y Norte de África, titulada Shifting Gears: The Private Sector as an Engine of Growth in the Middle East and North Africa (Cambiar de rumbo: El sector privado como motor del crecimiento en Oriente Medio y Norte de África), se estima que en 2024 la región creció a un ritmo moderado del 1,9 % y que en 2025 crecerá moderadamente hasta alcanzar el 2,6 %. Estas previsiones se ven ensombrecidas por la incertidumbre, dada la rápida evolución del entorno mundial.
El repunte entre los exportadores de petróleo está vinculado a los planes para revertir los recortes en la producción petrolera. Se prevé que el repunte en los países importadores de petróleo estará impulsado por un aumento del consumo a medida que disminuya la inflación y por la recuperación del sector agrícola en algunas economías. Las previsiones se ven empañadas por la gran incertidumbre generada por factores como los conflictos, los fenómenos climáticos extremos, la evolución de los mercados del petróleo y los cambios en el entorno normativo mundial. Esta incertidumbre se ve exacerbada por los posibles impactos de la dinámica comercial volátil en el crecimiento y la inflación a nivel mundial. En el informe se destaca además que los conflictos pueden revertir décadas de progreso económico, con efectos perjudiciales duraderos.
En Shifting Gears se analiza el papel fundamental del sector privado para impulsar el crecimiento, crear empleo y promover la innovación. El crecimiento de la región se ha visto frenado por la falta de un sector privado próspero.
En el informe se concluye que la mayor parte del sector privado de Oriente Medio y Norte de África no es dinámica. La productividad del mercado laboral ha disminuido considerablemente en muchos países de la región. Son pocas las empresas que invierten e innovan. Hay poca entrada y salida firme en los mercados. Además, sigue existiendo una brecha de productividad entre un sector formal pequeño y un sector informal grande. Pocas mujeres participan en el sector privado.
“Durante mucho tiempo, la región ha subutilizado el capital humano. En gran medida, las mujeres quedan excluidas del mercado laboral. Las empresas pueden encontrar más talentos atrayendo a mujeres líderes, quienes a su vez contratarán a más mujeres”, dijo Ousmane Dione, vicepresidente del Banco Mundial para Oriente Medio y Norte de África. “En una economía típica de la región de Oriente Medio y Norte de África, si se eliminara la brecha de género en el empleo, el ingreso per cápita podría aumentar sustancialmente en alrededor del 50 %”.
Tanto los Gobiernos como las empresas desempeñan funciones complementarias en el desarrollo de un sector privado más dinámico. Los Gobiernos de la región pueden impulsar el desempeño de las empresas promoviendo la competencia en los mercados, mejorando el entorno para los negocios e invirtiendo en la recopilación de datos y el acceso a ellos.
“Un sector privado dinámico resulta esencial para promover el crecimiento sostenible y la prosperidad en la región”, agregó Roberta Gatti, economista en jefe del Banco Mundial para Oriente Medio y Norte de África. “Para hacer realidad este potencial, los Gobiernos de toda la región deben asumir su papel como custodios de los mercados competitivos”.
Las propias empresas pueden fortalecer su capacidad mejorando sus prácticas de gestión. Si se aprovechara el talento no explotado de las mujeres emprendedoras y trabajadoras, se podría fomentar el crecimiento. En el informe se sostiene que un futuro mejor para el sector privado de Oriente Medio y Norte de África está al alcance de la mano si los Gobiernos replantean el papel que desempeñan y si las empresas invierten y aprovechan eficazmente el talento.