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Discursos y transcripciones Septiembre 08, 2020

Reunión de los Ministros de Finanzas sobre el Financiamiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la Era de la COVID-19 y Más Allá

Axel van Trotsenburg

Texto preparado para la intervención

 

Sra. Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá,

Sr. Nigel Clarke, ministro de Finanzas de Jamaica,

Sra. Amina Mohammed, vicesecretaria general,

excelencias,

damas y caballeros.

Es un placer para mí estar hoy aquí en representación del Grupo Banco Mundial (GBM).

Financiar el desarrollo es una de las tareas más difíciles que enfrentamos hoy: asegurarnos de contar con los medios para llevar a la práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para combatir enérgicamente la COVID-19 (enfermedad por coronavirus).

Me complace mucho informarles que, en las próximas dos semanas, el financiamiento para el desarrollo otorgado por el Banco Mundial en los últimos 75 años habrá alcanzado el monto, de gran importancia simbólica, de 2 billones de dólares a precios de 2020.

Este recorrido se inició con el primer préstamo de la posguerra, concedido a Francia, y continúa hasta hoy. En particular, cabe señalar que hemos comprometido más de 6600 millones de dólares desde abril como parte de nuestra respuesta sanitaria ante la COVID-19, más del 40 % de los cuales ya han sido desembolsados.  

Lo que esto indica es que debemos mantener nuestro compromiso a largo plazo, ser constantes y prestar la máxima atención a lo principal, es decir, los resultados, especialmente los vinculados con la reducción de la pobreza y el desarrollo humano y sostenible.

Es importante que los países, a nivel interno, y la comunidad internacional movilicen suficientes recursos. En los dos últimos años hemos mostrado que, con innovación financiera y políticas financieras eficaces, podemos hacer rendir más nuestros balances. Por ejemplo, mediante las innovaciones más profundas que hemos introducido en las finanzas de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) desde 1960, en la decimoctava reposición de recursos (AIF-18) pudimos aumentar en un 50 %, es decir, en USD 25 000 millones, los fondos disponibles de la AIF. Y logramos hacer lo mismo en la AIF-19.

Los recursos adicionales generados a través del incremento de capital de la AIF y el BIRF han permitido al Banco Mundial aumentar en un 75 % —más de USD 11 000 millones anuales— el promedio del apoyo financiero combinado prestado en tres años para el cambio climático, la educación y la salud, en comparación con el de los tres años anteriores. Y continuamos redoblando nuestros compromisos, especialmente en el ámbito del cambio climático.

Vista la satisfactoria ejecución de nuestras operaciones sanitarias referentes a la COVID-19, nos hallamos abocados a estudiar de qué manera podemos respaldar la campaña de vacunación, incluido el financiamiento para vacunas que sea necesario. En este contexto, hemos tenido buenas experiencias con nuestro apoyo a campañas sanitarias en gran escala que han beneficiado a decenas de millones de personas.

El Banco seguirá trabajando con la comunidad internacional donde los Objetivos de Desarrollo Sostenible proporcionen un marco sólido y el financiamiento que provee se ajuste en gran medida a ellos.   

La COVID retrasará nuestros avances hacia la consecución de estos objetivos. Nuestras estimaciones indican que la pandemia podría sumir a más de 100 millones de personas en la pobreza extrema y está contribuyendo a aumentar la desigualdad en todo el mundo.

Ahora es el momento de tomar medidas urgentes. En el último ejercicio, el Banco Mundial registró el mayor programa de financiamiento de su historia, que ascendió a USD 59 000 millones. La Corporación Financiera Internacional (IFC), la entidad del GBM dedicada al sector privado, complementó ese monto con la ejecución combinada de compromisos a largo y corto plazo por valor de USD 28 500 millones.

También tuvimos un año récord en cuanto a los desembolsos, que superaron los USD 41 000 millones (USD 21 200 millones de la AIF).

Y seguimos avanzando: en el ejercicio que termina en julio de 2021, el Banco Mundial aspira a proporcionar entre USD 70 000 millones y USD 80 000 millones en financiamiento para los países en desarrollo.

Prestamos atención especial a las transferencias netas positivas en condiciones muy favorables a los países clientes, lo cual, en el ejercicio de 2021, implica que, por cada dólar del servicio de la deuda, el Banco Mundial otorgaría USD 11 en compromisos nuevos a los países que pueden recibir asistencia de la AIF. Para los pequeños Estados insulares en desarrollo, el Banco Mundial ha comprometido alrededor de USD 1000 millones en el ejercicio de 2021, cifra que decuplica los pagos proyectados del servicio de su deuda.

Menciono este tema porque los problemas de la deuda se han analizado extensamente en los grupos de debate de esta Iniciativa de Financiamiento para el Desarrollo. Instamos al Grupo de los Veinte (G-20) a prorrogar la moratoria de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) hasta diciembre de 2021 y continuamos exhortando a los acreedores del sector privado y a todos los acreedores del G-20 que no integran el Club de París a que también se sumen plenamente a la DSSI.

El Banco Mundial está trabajando con el FMI en la aplicación y el seguimiento de la DSSI a fin de que los recursos ahorrados se destinen a inversiones de importancia crucial. La transparencia de la deuda debe ser prioritaria a este respecto, en especial en cuanto a las condiciones, las garantías que se hubieran restringido y las cláusulas de confidencialidad que limitan los contratos soberanos.

Excelencias, celebramos los esfuerzos realizados por las Naciones Unidas, Canadá, Jamaica y muchos otros participantes para organizar esta Iniciativa de Financiamiento para el Desarrollo. La AIF constituye un ejemplo concreto de la satisfactoria ejecución de la agenda de esta iniciativa.

La capacidad de la AIF para atraer mercados de capitales a tasas bajas, en su nuevo modelo financiero híbrido, depende del compromiso de los donantes y de la solidez del historial de pago de los prestatarios. Al proporcionar un 50 % más de recursos a los clientes de la AIF y en condiciones más favorables (¡el 20 % del financiamiento que otorga la AIF en la actualidad se compone exclusivamente de donaciones!), podemos suministrar a nuestros clientes transferencias netas más cuantiosas, que es lo que más necesitan en esta época de crisis.   

Este es el momento de actuar de manera rápida y coordinada, asociándonos para ayudar a los países más pobres y vulnerables. Las Naciones Unidas cumplen un importante papel en estas gestiones, y nosotros estamos trabajando con varios de sus organismos para mejorar los resultados de los países; el ejemplo más reciente es la reconstrucción del Líbano, donde el GBM colabora estrechamente con las Naciones Unidas y la Unión Europea. 

Estamos actuando. Pero es preciso hacer más. Necesitamos de su solidaridad y de su apoyo financiero para con los países que están batallando en esta crisis. Muchas gracias.

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