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Datos de desarrollo sobre empleo

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En los próximos 10 años, 1200 millones de jóvenes alcanzarán la edad laboral en los mercados emergentes. Con el fin de apoyar este crecimiento demográfico y encaminar a este grupo hacia la prosperidad, trabajamos con los países para que generen más y mejores puestos de trabajo. Esto incluye la creación y el fortalecimiento de sectores con gran potencial de empleo, como la infraestructura y energía, la agroindustria, la atención de la salud, el turismo y las manufacturas locales.

He aquí un vistazo a los datos que ponen en perspectiva la necesidad crítica de crear puestos de trabajo en los próximos años y el impacto de estos sectores.

Para obtener más datos sobre políticas económicas y crecimiento, visite nuestra plataforma Prosperity Data360 (i) o el sitio web de nuestro Sistema de Calificación Institucional (i).

Aumento de la población en edad de trabajar

Entre 1960 y 2020, la población en edad laboral (de entre 15 y 64 años) aumentó considerablemente en todas las regiones del mundo. El crecimiento más rápido se registró en Asia meridional y África subsahariana, cuyas poblaciones en edad de trabajar se multiplicaron varias veces. La región de Asia oriental y el Pacífico también registró importantes avances, mientras que América Latina y el Caribe, Oriente Medio y Norte de África, y Europa y Asia central experimentaron aumentos constantes, pero más moderados. América del Norte tuvo el menor crecimiento relativo durante este período. 

Acceso limitado al empleo asalariado

En 2023, el trabajo independiente representó la abrumadora mayoría del empleo total en África subsahariana (78 %) y Asia meridional (72 %), lo que refleja los altos niveles de mano de obra informal y el acceso limitado al empleo asalariado. En Asia oriental y el Pacífico, ese porcentaje llegó al 44 %, mientras que en América Latina y el Caribe el 36 % de la población trabajaba por cuenta propia.

Caída de la participación de la agricultura, pero el sector es vital en materia de empleo

Entre 1995 y 2023, la contribución de la agricultura al PIB no siguió una tendencia uniforme en todas las regiones. Si bien esta disminuyó de forma significativa en Asia meridional y Oriente Medio y Norte de África, y de manera más gradual en Europa y Asia central y América del Norte, fluctuó en África subsahariana, ubicándose ligeramente por debajo de los niveles de 1995. En Asia oriental y el Pacífico y en América Latina y el Caribe, la proporción también osciló, pero se mantuvo alta. Aunque el peso de la agricultura en el PIB ha disminuido o se ha estancado en muchas regiones, el sector aún absorbe gran parte de la fuerza laboral, lo que pone de relieve la necesidad de crear nuevas oportunidades de empleo y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia de la agroindustria para preservar los puestos de trabajo productivos y garantizar la seguridad alimentaria.

Importancia de los empleos en las manufacturas

Entre 2004 y 2021, la participación de las manufacturas en el PIB se mantuvo relativamente estable en los países de ingreso mediano alto, por encima del 22 %, mientras que en los países de ingreso alto experimentó una disminución gradual, cayendo por debajo del 14 % al final del período. Por el contrario, en los países de ingreso bajo, el papel de la industria manufacturera aumentó de manera constante, y llegó a más del 11 % en 2020 antes de disminuir un poco en 2021. En los países de ingreso mediano bajo varió muy poco, y los niveles se mantuvieron en torno al 15 %, lo que refleja un cambio estructural más limitado. Estas tendencias ponen de relieve las diferentes trayectorias industriales en los distintos grupos de ingresos, y que las manufacturas siguen desempeñando un papel central en las economías de ingreso mediano alto.

Mayor necesidad de acceso a los servicios de salud

El sector de la salud puede ser una importante fuente de creación de empleo, y los puestos de trabajo en esta área representan el 20 % del empleo total en los países de ingreso alto. Sin embargo, en África subsahariana y Asia meridional, el sector solo genera entre el 5 % y el 6 % de los puestos de trabajo. En muchos países es necesario ampliar los servicios de salud, por ejemplo, aumentando la disponibilidad y el acceso a los médicos. La cantidad disponible de estos profesionales en 2020 se vinculó claramente con el nivel de ingresos del país: los países de ingreso alto tuvieron un acceso mucho mayor que los países de ingreso bajo o mediano bajo, lo que refleja que en los primeros los sistemas sanitarios tienen mejores recursos. Europa, Asia central y América del Norte registraron la densidad de médicos más alta, mientras que África subsahariana tuvo la más baja, lo que pone de manifiesto las persistentes desigualdades regionales en la prestación de servicios de salud. Abordar estas brechas generalizadas en el empleo no solo puede generar más puestos de trabajo en la atención de salud, sino que también puede tener un efecto multiplicador en todos los sectores.