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El camino más seguro para salir de la pobreza

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Panorama general

Con 1200 millones de jóvenes que alcanzarán la edad laboral en las economías emergentes en la próxima década —y, según las previsiones, solo 420 millones de nuevos puestos de trabajo—, la necesidad de generar empleos nunca ha sido mayor. La acción urgente y deliberada para impulsar el crecimiento del sector privado puede fortalecer la estabilidad económica y social, reducir la migración masiva, mejorar los medios de subsistencia, aumentar la resiliencia a las crisis económicas, climáticas y de otro tipo, y evitar que las personas vuelvan a caer en la pobreza, todo en beneficio de las economías tanto emergentes como desarrolladas.

Los empleos, más que ser solo una fuente de ingresos, proporcionan un sentido de dignidad y propósito. Además, liberan potencial en los lugares donde ya viven las personas, empoderan a las mujeres, involucran a los jóvenes, fortalecen las comunidades, crean oportunidades de negocios y reducen la necesidad de ayuda internacional y asistencia social. Dar a las personas los medios para mantenerse a sí mismas y sus familias puede ayudar a sacar a comunidades enteras de la pobreza y fomentar la estabilidad económica.

Desde hace tiempo, la creación de más y mejores empleos ha ocupado un lugar central en la misión del Grupo Banco Mundial y, desde ahora en adelante, este priorizará la generación de puestos de trabajo como un objetivo explícito de todas sus actividades.

Enfoque


En todo el Grupo Banco Mundial se adopta un enfoque de tres partes para abordar el desafío del empleo. 

  1. El Grupo Banco Mundial —específicamente el BIRF y la AIF— establece las condiciones previas para la creación de empleo ayudando a los países a invertir en infraestructura, salud, educación y otras áreas clave. Su financiamiento se vincula a resultados concretos, para que cada dólar genere impacto. También promueve reformas prácticas como mejores sistemas tributarios que impulsen la movilización de recursos internos de los países de modo que estos puedan financiar sus prioridades de desarrollo con un menor volumen de asistencia.
  2. El Banco de Conocimientos y los nuevos estudios analíticos del Grupo Banco Mundial orientan su labor con los países para crear un entorno regulatorio predecible a través del fortalecimiento de la gobernanza, el refuerzo de la transparencia y la lucha contra la corrupción, y políticas que faciliten la actividad empresarial y creen las condiciones adecuadas para la inversión privada.
  3. El Grupo Banco Mundial —en particular, IFC y MIGA— apoya a las empresas de todos los tamaños con financiamiento, capital, garantías y seguros contra riesgos políticos para ayudar a atraer a los inversionistas, y el CIADI ofrece soluciones para resolver controversias internacionales relativas a inversiones. Dado que los fondos públicos y de desarrollo son limitados, la movilización del capital privado es un elemento crucial del financiamiento para promover la actividad empresarial, la competencia y, en última instancia, la demanda de mano de obra.

El Grupo Banco Mundial apoya a los países durante todo el ciclo de la creación de empleo. El objetivo último es ayudar a los países a crear sectores privados dinámicos que transformen el crecimiento en empleos locales, no desplazando el trabajo desde los países desarrollados, sino destrabando oportunidades laborales donde ya viven las personas. Eso significa fortalecer sectores como la infraestructura y la energía, la agroindustria, la atención médica, el turismo y la manufactura local en países ricos en minerales para impulsar una economía local más vibrante.

 

Historias regionales y nacionales