Los niños, niñas y jóvenes de la región vivieron algunos de los cierres de escuela por COVID-19 más largos y constantes del mundo. En promedio, desde el comienzo de la pandemia los alumnos de la región perdieron, parcial o completamente, dos tercios de los días de clase presenciales, con una pérdida estimada de 1,5 años de aprendizaje.
El nuevo informe, “Dos años después: salvando a una generación”, recalca que las pérdidas de aprendizaje les podrían costar a los estudiantes de hoy una reducción en sus ingresos del 12 por ciento a lo largo de su vida.
En esta ocasión, el informe fue presentado en Paraguay, en un evento que contó con la presencia de importantes figuras del ámbito educativo y el gobierno.