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ARTÍCULO Abril 13, 2021

La historia de una maestra vietnamita sorda arroja luz sobre cómo superar barreras para integrarse en la sociedad


Nguyen Thi Ngoc Anh nació sorda, creció enfrentando barreras lingüísticas y, como consecuencia, con una sensación de aislamiento y soledad... pero no se rindió. Al contrario, aceptó el reto y se convirtió en maestra de educación primaria, y en una luchadora por un futuro sin barreras lingüísticas en el que niñas y niños con discapacidad auditiva puedan desarrollarse igual que quienes pueden oír.

Lectura de los labios en la niñez

Los padres de Ngoc Anh se entristecieron al saber que su hija no podía oír, pero estaban decididos a darle la misma educación que recibían los demás niños. Primero asistió a una guardería de Hanoi para niños sordos, donde Ngoc Anh no podía jugar con sus compañeros porque no entendía lo que decían. Posteriormente, sus padres la matricularon en la escuela Xa Dan, donde Ngoc Anh y sus compañeros aprendieron a leer los labios y a asociarlos con las palabras. Día a día, observando pacientemente los movimientos de los labios de su profesor, Ngoc Anh pudo finalmente balbucear algunas palabras.

Poder leer los labios no era suficiente para la vida cotidiana de Ngoc Anh. La lengua y el aprendizaje seguían siendo barreras que necesitaba romper para poder socializar con sus compañeros, su familia y otras personas.

Ngoc Anh sintió que quedaría atrapada en un futuro incierto de conversaciones triviales, frases incompletas y vocabulario indescifrable, por lo que tomó la firme decisión de comunicarse, hacerse entender y formar parte de su comunidad. Deseaba encontrar una institución que impartiera una buena formación en lenguaje de señas y que ampliase sus conocimientos y mejorase su capacidad de comunicación de forma integral.

El lenguaje de señas: “la luz y la fe” de mi vida

Dominar el lenguaje de señas aprendiendo de sus compañeros abrió a Ngoc Anh el camino para cursar estudios superiores en la Facultad Nacional de Educación, en la que el personal docente se esforzaba por aprender el lenguaje de señas de los estudiantes con discapacidad auditiva y donde, durante la mayoría de las clases, lo combinaban con métodos visuales. Era un entorno de colaboración y apoyo para los alumnos sordos.

Cuantos más conocimientos acumulaba, más confianza adquiría. Comenzó a participar en actividades en el Club de Personas Sordas de Hanoi, que recibe apoyo del Proyecto de Divulgación de la Educación Intergeneracional para las Personas Sordas (IDEO), una iniciativa financiada por el Banco Mundial. Una de las experiencias más inolvidables y de la que se siente más orgullosa fue enseñar a niños sordos en la etapa preescolar en el marco del proyecto IDEO. Ngoc Anh recordó que “las niñas y los niños sordos pueden aprender de forma similar a sus compañeros oyentes si se les enseña el lenguaje de señas lo antes posible. Si comienzan su educación con la ayuda de símbolos, pueden absorber las lecciones rápidamente y estar preparados para el primer grado. La lengua actúa como base para que los estudiantes amplíen sus conocimientos para los niveles de educación superior”.

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La maestra Ngoc Anh enseña a Nguyen Ngoc Bao Chau, de 7 años, durante una clase de vietnamita. Fotografía: Le Thang/Banco Mundial.


"En la escuela podía escribir palabras en vietnamita sencillas, pero no construir una frase con sentido, expresarme o transmitir mis pensamientos completos, y esto me deprimía mucho. Me preguntaba por qué mis padres y otras personas de mi entorno podían mantener largas conversaciones y, sin embargo, les costaba entenderme, lo que para mí era una gran decepción"
Nguyen Thi Ngoc Anh

Las estrategias pedagógicas visuales favorecen el aprendizaje de los estudiantes sordos

Estas sorprendentes conclusiones animaron a Ngoc Anh a convertirse en una de los 500 maestros de lengua de señas y profesores auxiliares que pueden enseñar el catálogo de 4000 palabras del lenguaje de señas vietnamita (en vietnamita) y 150 lecciones de matemáticas y videos en esa lengua (en vietnamita).

Estos recursos se desarrollaron en el marco del proyecto para mejorar la calidad de la educación primaria de los niños sordos (QIPEDC) (i), apoyado por la Alianza Mundial para los Enfoques Basados en los Resultados (GPRBA) (i) del Banco Mundial y financiado por el Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia (i). El proyecto tiene como objetivo aumentar el acceso de los niños sordos a la educación primaria utilizando el lenguaje de señas vietnamita (VSL) para mejorar sus resultados de aprendizaje. Es implementado en 20 provincias por el Ministerio de Educación y Formación (MOET).

El uso del lenguaje de señas (en vietnamita) desempeña un papel fundamental en la educación de los niños y las niñas con discapacidad auditiva. “Aplicar métodos diseñados para estudiantes oyentes para enseñar a personas sordas no es una buena estrategia, ya que quienes no pueden oír tampoco pueden absorber la información que brindan esos métodos. Por eso, aplicar estrategias visuales es especialmente útil”, sostuvo Ngoc Anh.

Además, para que tengan éxito, la colaboración entre las escuelas y las familias es vital en el proceso de educar y preparar a los alumnos sordos. Los progenitores también deberían aprender el lenguaje de señas para poder comunicarse con sus hijos e hijas y animarlos a expresarse. Así, se les brinda la oportunidad de comunicarse sobre cosas cotidianas como sus tareas del hogar y la higiene, expresar sus opiniones y explorar sus talentos y aficiones.

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La maestra Ngoc Anh enseña a Dam Thi Minh Nguyet, de 8 años, durante una clase de matemáticas. Fotografía: Huynh Cuong/Banco Mundial.

La historia de Ngoc Anh no trata únicamente del camino recorrido para convertirse en maestra de educación primaria y superar la adversidad. Es una declaración sobre la poderosa función que puede desempeñar el lenguaje de señas, una herramienta esencial para el desarrollo de los niños sordos. El lenguaje de señas es una herramienta de comunicación para las personas sordas, y forma parte de su cultura e identidad. Mediante la enseñanza y el uso del lenguaje de señas, las niñas y los niños sordos pueden comunicarse, aprender, desarrollar sus modos de pensar y superar las barreras para integrarse en la sociedad.

“Los estudiantes con discapacidad auditiva deberían tener la oportunidad de estudiar la lengua de señas de la misma manera que los alumnos oyentes estudian el lenguaje oral”, concluyó Ngoc Anh.


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