Imagina tener una buena idea de negocio, trabajar duro todos los días, pero no poder crecer porque nadie te presta dinero. Esa ha sido la realidad de miles de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en Ecuador. Aunque representan el corazón de la economía del país, muchas han estado fuera del sistema financiero formal durante años.
Conscientes de esta realidad, la Corporación Financiera Nacional (CFN), con el respaldo del Banco Mundial, puso en marcha un programa estratégico para facilitar el acceso a financiamiento productivo a las MIPYMES. El objetivo era claro: permitir que estas empresas pudieran invertir, crecer, generar empleo y fortalecer su competitividad.
¿Cómo funcionó el programa?
El programa inició con una línea de crédito de USD 260 millones, que posteriormente contó con un monto adicional de USD300 millones, elevando la capacidad de respuesta del programa. A través de 22 instituciones financieras participantes (13 bancos y 9 cooperativas), los recursos llegaron a más de 24.600 MIPYMES en todo el país. Desde pequeños comercios hasta talleres artesanales, pasando por agricultores y transportistas, muchos emprendedores encontraron una oportunidad para crecer.
Caso destacado: Deli Banana
Un ejemplo inspirador es el de Deli Banana, una empresa familiar ubicada en la provincia de El Oro, liderada por Darwin Pineda. Con más de 50 años de experiencia en el cultivo de banano, la empresa apostó por una producción orgánica, sostenible y con estándares internacionales. Gracias a un crédito canalizado por el Banco de Machala, Deli Banana pudo modernizar su sistema de riego, sustituir motores diésel por eléctricos y mejorar la calidad del suelo.
“Este crédito no solo nos ayudó a cumplir con certificaciones ambientales, también nos permitió cerrar negocios que habríamos perdido sin ese respaldo”, explica Darwin. Hoy, su finca genera más empleo, es más sostenible y está mejor posicionada en el mercado internacional.