Según la revista de negocios Fast Company, dos de las empresas más innovadoras del 2013 son argentinas. Una de ellas es Mercado Libre, “el ebay de Latinoamérica”, y la otra es Fuerza Bruta que, según la publicación, aparte del tango, es el mejor espectáculo de exportación del país.
Detrás de estas iniciativas, grupos interdisciplinarios de jóvenes profesionales con voluntad e ingenio, lograron la transformación anhelada por todo emprendedor: de “start ups” a importantes compañías con gran presencia internacional.
Lo cierto es que no todas las buenas ideas siguen el curso soñado de Fuerza Bruta o de “MeLi”. Muchas de ellas se quedan estancadas, en gran medida, debido a la falta de recursos humanos formados académicamente para vincular el mundo empresarial con el universitario.
Para hacerle frente a esta falta de profesionales en el campo de la innovación es que surgió el Programa de Formación de Gerentes y Vinculadores Tecnológicos (GTEC), que propicia la creación de nexos reales entre la academia y el sector productivo, incrementa la calidad de los recursos humanos destinados a actividades de Investigación y Desarrollo y fortalece la capacidad tecnológica de las empresas de las distintas regiones y sectores del país.
A tres años del lanzamiento del posgrado, ya cursaron mil estudiantes de 23 universidades de todo el país, que están agrupadas en seis nodos regionales. La iniciativa es impulsada desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y cuenta con el apoyo del Banco Mundial.
“Es una experiencia innovadora que vino a cubrir un nicho de demanda de formación especializada en el norte del país, donde hay un doble desafío debido a la baja densidad empresarial”, cuenta Gustavo Tripaldi, coordinador del programa en la región del norte, que agrupa a la Universidad Nacional del Nordeste y a las Universidades Nacionales de Tucumán, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Formosa, Misiones y Catamarca.
Por su parte, Tomás Jellinek, coordinador del GTEC, considera que hoy la principal puerta de entrada para el graduado es la búsqueda de financiamiento. “Al graduarse, los emprendedores tienen más recursos para elaborar proyectos con las empresas y en este ámbito falta más trabajo en el territorio, que amplíe los campos de inserción profesional”, comenta.