Pregunta: ¿De qué productos químicos se trata?
Respuesta: Los COP son sustancias químicas bioacumulativas y persistentes que pueden desplazarse a grandes distancias de sus fuentes de origen. El Convenio de Estocolmo, en principio, identificó 12 químicos, que fueron llamados la docena sucia. Estos son: aldrina, clordano, dicloro difenil tricloroetano (DDT), dieldrina, endrina, heptacloro, hexaclorobenceno, mirex, toxafeno, bifenilos policlorados, dioxinas policloradas y furanos policlorados. Desde entonces, otros 11 COP han sido agregados a la lista. Se trata de tres categorías: Pesticidas, compuestos y químicos industriales y subproductos resultantes de procesos de combustión.
P: ¿Cuáles son los efectos de largo plazo en la salud?
R: Los COP se disuelven fácilmente en las grasas, pero no en el agua. Por lo tanto, una vez que son ingeridos, son difíciles de excretar. También, los COP no son biodegradables, lo cual significa que se acumulan biológicamente en un organismo, especialmente en sus tejidos grasos, y se incrementan a medida que avanzan en la cadena alimentaria. Los seres humanos, por ende, pueden acumular una alta carga de COP en sus cuerpos al comer pescado, carne y productos lácteos contaminados.
Las dioxinas y los furanos se encuentran entre las sustancias más tóxicas conocidas por la ciencia y han sido clasificadas como cancerígenas para las personas por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud. La exposición a estos productos químicos se asocia al déficit en la capacidad intelectual, el aumento de la prevalencia de la depresión y la introversión, los efectos adversos en la habilidad de los niños de prestar atención y el incremento en la hiperactividad.
Cuando los COP son usados como pesticidas, los residuos contaminan los cultivos y a quienes los comen. La exposición crónica a los pesticidas que son COP puede tener consecuencias de largo plazo en la salud, tales como diferentes tipos de cáncer, alteraciones en el sistema endocrino y hormonal, trastornos reproductivos, trastornos neurológicos y en el comportamiento, la enfermedad de Parkinson, defectos de nacimiento, enfermedades respiratorias y funcionamiento anormal del sistema inmunológico.
P: ¿En qué industrias y usos son más frecuentes estos contaminantes?
R: Los COP constituyen una pequeña parte del total de los pesticidas, sin embargo aún están siendo usados en muchos países para controlar a portadores de enfermedades, como los mosquitos o las termitas. El DDT, por ejemplo, ha sido empleado ampliamente como un insecticida y en algunos países se puede usar legalmente solo para el control de los portadores de enfermedades, pero quizás también en algunos casos podría estar siendo ilícitamente empleado en la agricultura.
Las dioxinas y los furanos no son producidos de manera intencional sino que son subproductos de procesos de combustión y reacciones químicas cuando hay presencia simultánea de materia orgánica y cloro.
Los bifenilos policlorados (PCB) son aceites y sustancias sólidas que no tienen sabor ni olor, y fueron desarrollados en 1929 para ser usados en los refrigerantes, aceites aislantes y lubricantes, entre otros. Los PCB también pueden ser producidos de manera no intencional durante la incineración de desechos peligrosos municipales y de hospitales, entre otras reacciones químicas.
P: ¿Cuáles son los principales desafíos para reducir su uso?
R: A pesar de los esfuerzos realizados todavía hay mucho por hacer. Una importante cantidad de químicos —PCB, DDT y pesticidas obsoletos incluidos en la lista original de 12 COP— está almacenada a la espera de ser eliminada en los países que reúnen los debidos requisitos.
Para lograr la limpieza y la reducción a una escala que permita proteger tanto la salud humana como el medio ambiente, se deben movilizar recursos presupuestarios de los gobiernos, así como incentivar al sector privado de modo que aumente su aporte a la eliminación y disminución de los productos químicos y residuos nocivos.